Enero 1, 2016

Año Nuevo en el Talmud


Los rabinos del Talmud especulan sobre la naturaleza de la celebración del Año Nuevo romano.


Por Eliezer Segal. Traducido y Editado por Eliyahu BaYona

Muchos al leer estas notas sentirán y dirán oops! what I did? -Qué fué lo que hice?...Pero nunca es tarde para aprender, así sea lo ultimo que hagamos.


Todos los Judios que viven en la cultura cristiana de la sociedad occidental han sentido el malestar que viene con mantenerse al margen mientras que nuestros vecinos celebran sus fiestas de invierno. La mayoría de nosotros somos diligentes en respetuosamente disociarnos de las implicaciones religiosas obvias de Navidad.


El "civil" Año Nuevo, por el contrario, parece ser harina de otro costal. Este es un día que no tiene ningún mensaje confesional, una mera conmemoración simbólica del comienzo de un nuevo año en el calendario que todos usamos en nuestra vida del día a día.


Cuando miramos hacia atrás a las fuentes talmúdicas, sin embargo, nos encontramos con que nuestros rabinos antiguos hacen referencia explícita al Año Nuevo, mientras que la celebración de la Navidad fue, hasta donde yo sé, bastante desconocido para ellos. Y fué desconocido para ellos porque dichas celebraciones ocurrieron mucho después de haberse elaborado el Talmud, hablamos de los siglos 3o. y 4o.

Las Kalendas
Los pasajes en cuestión hablan de la fiesta romana del "calendas", es decir, la Kalendae Januariae (etimológicamente relacionados con nuestra palabra española "calendario"), que se celebra como el Año Nuevo en la época romana. El día es mencionado en la Mishná (Avodá Zarah 1: 3) como parte de una lista de varias festividades romanas en el que se requiere que los  Judios eviten hacer negocios con los paganos, para no agregar al placer del adorador o parecer que estan mostrando honor a sus ídolos.


A pesar de que eran conscientes de que estaban siendo observados estos festivales por todo el mundo romano, los sabios talmúdicos no siempre fueron claros acerca de sus propósitos y orígenes. Se ofrecieron algunas sugerencias interesantes sobre cómo las calendas llegó a ser y por qué se celebra en la forma en que fue.


Celebración de Adán
Una de las hipótesis que sostenían los rabinos con frecuencia era que la religión pagana era de alguna manera una corrupción de auténticas tradiciones bíblicas que se habían mal entendido con el paso del tiempo. De acuerdo con el Talmud éste buscaría precedentes de las respectivas celebraciones en las acciones de los ancestros de estas naciones, incluyendo figuras como Esaú (que era, según la tradición rabínica, el progenitor de los romanos) o Adán, el padre de toda la humanidad.


Siguiendo esta premisa, por ejemplo, el Talmud registra que el culto de los egipcios de Serapis se había originado en su veneración de José.

Otra fuente relata cómo los egipcios habían llegado a adorar a los pájaros ibis porque Moisés los había utilizado en sus campañas militares contra los etíopes. Muchos casos similares de este fenómeno podrían ser fácilmente aducidos.


Un enfoque similar fue utilizado por el prominente profesor de Babilonia del tercer siglo, el Rav para explicar el origen del Año Nuevo romano. Según el relato de Rav fue Adán, el primer hombre, que había instituido las calendas.


Dado que en el primer año de su vida no tenía forma de saber los cambios estacionales cíclicos que se producen en las longitudes de los días, Adam se vio muy perturbado cuando el primer invierno comenzó a acercarse y vio que los días eran cada vez más cortos y las noches más largas. Él empezó a temer que el día estaba siendo consumido por una serpiente cósmica, y que el patrón  podría persistir indefinidamente hasta que la luz del día desapareciera por completo.


Este temor continuó preocupando a Adán hasta la llegada del solsticio de invierno, cuando el patrón comenzó a revertirse y los días comenzaron a alargarse. En este punto, se refiere Rav, Adam en una alusión a lo que se conocería como
las calendas el
exclamó dio Kalon, una frase griega que ha sido interpretado por muchos y variados eruditos modernos en el sentido de, "Alabado sea Dios", "hermoso día," o "¡Que el sol se oculte bien".


Desde ese día en adelante, el Talmud concluye, el día del solsticio ha sido observado por los descendientes de Adán, aunque la razón original puede haber sido mutilada en la transmisión.


Un Mitológico Motif: Otro rabino talmúdico, Yohanan, propuso una explicación diferente del origen de las calendas. De acuerdo con esta versión el relato no tiene nada que ver con la historia bíblica, sino que se remonta a una heroica hazaña en la historia romana.


Una vez, durante una guerra entre Roma y Egipto, las dos partes, reconociendo la inutilidad de combatir continuamente, decidieron otorgar la victoria al general que estuviera de acuerdo en sacrificar su vida al caer sobre su espada. El general romano, un anciano llamado Genaro, fue persuadido a pagar el precio más alto cuando se le aseguró que sus doce hijos serían honrados con títulos nobiliarios como duques, sátrapas y generales. Después de haber realizado la hazaña, se cambió el nombre del día en su honor "el Kalendes de Jenaro".


Al parecer, el rabino Yohanan ha interpretado el Festival de Año Nuevo como una fiesta puramente nacional sin connotaciones religiosas objetables. Una mirada más cercana a la historia sin embargo revela algunos motivos claramente mitológicos.


Por ejemplo, los doce hijos tienen un parecido sospechoso a los doce meses del año en que se renuevan en este punto en el tiempo. El Jenaro en general nos recuerda de la divinidad romana de dos caras Janus que realmente está siendo honrado en este día y que da su nombre al primer mes.


Según algunos estudiosos Jano era adorado originalmente por los etruscos como un dios de la luz y el día -una conexión que encaja muy bien con la leyenda de Rav de Adán y los días de acortamiento. Como una deidad de doble cara, Janus se creía que miraba simultáneamente en el pasado y el futuro, y por lo tanto fue seleccionado como el dios apropiado para el nuevo año.


Aunque un relato similar de un rey Jano se registra en una fuente cristiana posterior, esa historia no es, sin duda refiriéndose a un hecho histórico real. Algunos estudiosos han explicado que subyace a la cuenta de Rabí Yohanan es un viejo mito sobre cómo el antiguo dios Jano, el padre del Tiempo, murió para dar cabida a sus doce hijos, los doce meses.


Presupuesta por todas estas explicaciones talmúdicas está la firme convicción de que el 1 de enero, no es más que un día de fiesta civil romano, sino una celebración religiosa pagana. Según el Talmud, participando en sus fiestas patronales, los Judios estarían mostrando honra a los ídolos y a su enemigo más odiado, el "reino de la maldad", Roma.