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La Expulsión Española de 1492
 



"En el mismo mes en que sus Majestades [Fernando e Isabel] expidieron el decreto que todos los Judios deben ser expulsados ​​del reino y sus territorios, en el mismo mes me dieron la orden para llevar a cabo con hombres suficientes mi expedición del descubrimiento de la Indias". Así comienza el diario de Cristóbal Colón.

La expulsión a que Colón se refiere era un evento tan catastrófico que desde entonces, la fecha de 1492 ha sido casi tan importante en la historia judía como en la historia de Estados Unidos. El 30 de julio de ese año, toda la comunidad judía, unas 200.000 personas, fueron expulsadas ​​de España.
 

Cobraron caro y luego los botaron al mar
Decenas de miles de refugiados murieron al tratar de ponerse a salvo. En algunos casos, los capitanes de barcos españoles cobraron sumas exorbitantes a pasajeros judíos, luego los arrojaron por la borda en el medio del océano.

Sacan sus tripas buscando diamantes

En los últimos días antes de la expulsión, los rumores se extienden por toda España que los refugiados que huyen habían tragado oro y diamantes, y muchos Judios fueron acuchillados hasta la muerte por ladrones que esperaban encontrar tesoros en sus estómagos.
 

Fray Tomás de Torquemada, el Inquisidor
La expulsión de los Judios 'había sido el proyecto favorito de la Inquisición española, encabezada por el Padre Tomás de Torquemada. Torquemada creía que mientras los Judios permanecieran en España, influirían en las decenas de miles de judíos convertidos al cristianismo recientes para que siguieran practicando el judaísmo.

Fernando e Isabel rechazaron la demanda de Torquemada que los Judios fueran expulsados hasta enero de 1492, cuando el ejército español derrotó a las fuerzas musulmanas en Granada, restaurando así el conjunto de España al dominio cristiano. Con su proyecto más importante realizado, la unificación del país, el rey y la reina llegaron a la conclusión de que los Judios eran prescindibles.

El 30 de marzo, se emitió el decreto de expulsión, la órden de surtir efecto, precisamente en cuatro meses. El corto espacio de tiempo fue una gran ventaja para el resto de España, ya que los Judios fueron obligados a liquidar sus hogares y negocios a precios irrisorios. A lo largo de esos meses frenéticos, sacerdotes dominicos animaron activamente a los Judios a convertirse al cristianismo y con ello lograr la salvación en este mundo y el siguiente.
 

Rey "sabio" que empobrece su tierra
Los más afortunados de los Judios expulsados ​​lograron escapar a Turquía. El Sultán Bajazet les dio la bienvenida con gusto. "¿Cómo se puede llamar a Fernando de Aragón un rey sabio," él se hizo la pregunta, "el mismo Fernando que empobreció su propia tierra y enriquece nuestra?"

Entre los refugiados más desafortunados fueron los que habían huido a la vecina Portugal. En 1496, el rey Manuel de Portugal llegó a la conclusión de un acuerdo para casarse con Isabel, la hija de los monarcas de España. Como condición para el matrimonio, la familia real española insistió en que Portugal expulsara a los Judios. El Rey Manuel estuvo de acuerdo, aunque se resistía a perder su comunidad judía acomodada y consumada.
 

Solo 8 fueron expulsados, el resto se convirtió
Al final, sólo ocho Judios portugueses fueron expulsados ​​de hecho; decenas de miles de personas fueron convertidas por la fuerza al cristianismo bajo pena de muerte. El rabino jefe, Simon Maimi, fue uno de los que se negaron a convertir. Él fue mantenido enterrado en un hueco con la tierra hasta el cuello durante siete días hasta que murió. En el análisis final, todos estos eventos se llevaron a cabo debido a la implacable voluntad de un hombre, Tomás de Torquemada.
 

Un Jérem informal para vivir en España
Los Judios españoles que terminaron en Turquía, el norte de África, Italia, y en otras partes de Europa y el mundo árabe, eran conocidos como sefardíes - Sefarad es el nombre hebreo de España. Después de la expulsión, los sefardíes impusieron una prohibición informal que prohíbe Judios de volver alguna vez de vivir en España. En concreto debido a que su estancia anterior en ese país había sido tan feliz, los Judios consideraron la expulsión como una traición terrible, y han recordado desde entonces con especial amargura. De las docenas de expulsiones dirigidas contra Judios a lo largo de su historia, la de España sigue siendo la más famosa.

El Decreto de la Alhambra fue anulado oficialmente el 16 de diciembre de 1968, en el Concilio Vaticano II.

Fuentes: José Telushkin. Alfabetización judía. Nueva York: William Morrow and Co., 1991. Reproducido con permiso del autor.

 


 

   

 

       
        Marzo 28, 2016