La
Haftará
es
tomada
de la
última
porción
del
Libro de
Ezequiel
que
refleja
la
Visión
de la
Nueva
Jerusalén
y el
Nuevo
Templo
que se
erigira
cuando
la
captividad
haya
concluído.
Sin
embargo,
si el
nuevo
Templo
ha de
ser la
encarnación
concreta
de los
ideales
de
Santidad
y Pureza
de
Israel,
los que
deben
ministrar
en la
Casa de
Dios no
deben,
como en
el
pasado,
permitir
violaciones
de esos
ideales. |