Rabbi Berel Wein

 Yo rara vez o nunca comento o en desacuerdo con pronunciamientos o declaraciones públicas de otros rabinos. Estas son personas que son conducidas a la publicidad e incluso al sensacionalismo y nunca me siento inclinado a arruinar su diversión. Sin embargo, de vez en cuando llega un pronunciamiento rabínico tan escandaloso y perjudicial que incluso mi naturaleza reticente me obliga a responder.
 
Un rabino se reportó en la prensa pública y los medios de comunicación electrónicos de haber afirmado que sólo un millón de Judíos murieron en el Holocausto y que debido a la asimilación y los matrimonios mixtos, la otra aproximadamente cinco millones de víctimas no eran "reales" Judíos.
 
Esta afirmación es indignante por numerosos motivos - sin duda en la perspectiva, pero, además, en la pura estupidez de no darse cuenta de los daños que tal declaración de un rabino puede tener ante el mundo anti-judío y anti-israelí de hoy. La tasa de matrimonios mixtos judío en la pre-Segunda Guerra Mundial en Europa del Este era relativamente pequeña - probablemente menos del cinco por ciento. Incluso entre los Judíos comunistas en Rusia, la tasa de matrimonios mixtos antes de la guerra era baja y sólo creció sustancialmente más tarde como consecuencia de la guerra misma.
 
Por lo tanto, los tres millones de Judíos polacos, el millón de Judíos de Lituania, Bielorrusia y Ucrania eran todos judíos, incluso por cualquier tramo de interpretaciones estrictas de exclusión halájica. Los Judíos de Eslovaquia, Hungría, Bohemia, y Rumania fueron más asimilados, pero no en los matrimonios principalmente. Hay que recordar que el matrimonio mixto necesita dos para bailar el tango y en la antisemita pre-Segunda Guerra Mundial de Europa, los no-Judíos eran reacios a casarse con Judíos aunque los Judíos estaban lamentablemente dispuesto a hacerlo.
 
Así que la gran mayoría de las personas que los nazis consideraban judíos eran, de hecho, halájicamente y en todas las demás vías judíos. Y ese número está mucho más cerca de seis millones que de un millón.
 
Ha sido bien establecido en la tradición judía que Judíos que son asesinados simplemente porque son Judíos son considerados santos mártires no importa lo que el nivel de su observancia religiosa sea en su vida. Todos los Judíos asesinados en el Holocausto murieron simplemente porque eran Judíos. Su designación como santos mártires no puede ser quitado por la corrección política actual en ciertos sectores de la ortodoxia.
 
La regla de: "Un Judío que peca, sin embargo, todavía se considera un Judío," permanece intacta y vigente aún en la sociedad judía fracturada de hoy. Judíos asimilados siguen siendo Judíos como son Judíos los que de alguna manera no se hayan afiliado con la ortodoxia y las ideas judías tradicionales y estilo de vida.
 
Kamenev, colega de Lenin y un líder comunista que era judío y ateo, fue purgado por Stalin y sometido a un juicio. Cuando lo llevaron a ser fusilado, murmuró para sí mismo Shemá Israel. Todos los Judíos, y especialmente rabinos, deben ser muy reticentes a denominar a otros Judíos, no importa cuál sea su nivel de observancia, así estén fuera del redil. Esto es especialmente cierto cuando las personas que están siendo excluidas fueron martirizadas simplemente porque eran judíos. Nuestro lema debe ser siempre "Un Judio es un Judio. Un Judio es un Judio." Por lo que está en los cielos y en la tierra.
 
Y, por último, ¿cómo se puede en el actual clima de odio contra nuestro pueblo y  estar aliado uno mismo con Abbas, David Irving, los mulás de Irán y otros enemigos surtidos y mentirosos en minimizar, si no se puede negar, incluso así la realidad del Holocausto?
 
Incluso si lo que el rabino dijo tenía algo de verdad en ello, lo cual no es así, ¿por qué la publicidad y la notoriedad? ¿No hay opiniones que de alguna manera deben permanecer embotelladas entre estómagos y mentes rabínicas? ¿Dónde está el sentido común y la lealtad judía? La declaración de uno en lugar de seis millones es la clásica historia de el hombre que muerde a un perro que los medios de comunicación tienen hambre constantemente.
 
Quizás el rabino era tan ingenuo como para no darse cuenta de esto, pero hace mucho tiempo se advirtió en Avot que "Los hombres sabios deben tener mucho cuidado con sus palabras." El silencio es verdaderamente oro y opiniones y declaraciones sensacionalistas sólo pueden causar daño a todos los interesados. He recibido correos electrónicos de diferentes tipos de Judíos en diferentes partes del mundo que piden mi opinión sobre los comentarios de este rabino sobre el Holocausto.
 
Al parecer, ellos piensan que yo sea una especie de experto en la materia, que no lo soy. Sin embargo, su escritura me hizo pensar que una respuesta es realmente necesaria para esta nueva y extraña forma de lo que puede denominarse negación rabínica del Holocausto. Este artículo y mis pensamientos sobre este asunto son el resultado. También causa daño una cuestión que se deja sin respuesta y sin refutar.
 
Berel Wein