Aliyot - Bamidbar -BEHAALOTEJA
Por Eliyahu BaYona Ben Yossef, Director Shalom Haverim Org. New York
Aliyot es el plural hebreo de Aliá o Aliyá que significa "subir". Cada vez que una persona - Olé- sube a la Bimá debe recitar la Braja -Bendicion- antes de comenzar el Baal Koréh -בעל קורא - la Lectura y al cerrar la misma. Esto se hace cada vez que el Baal Koréh lee la Porción -Parashá- correspondiente.
El Maftir es la última persona que se llama a la Bimá y es invitada a leer la porción de la Haftará -Profetas-
Esta es la Brajá de la Lectura de la Toráh:
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Barejú et Adonai hamevoraj. |
¡Bendecid al Eterno, el Bendito! |
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Baruj Adonay hamevoraj le'olam va'ed. |
Bendito es el Eterno, el Bendito para siempre. |
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Baruj atáh Adonay Eloheynu melej ha'olam, asher bajar banu mikol-ha'amim, venatan lanu et-torato. |
Bendito seas Tu, oh Eterno nuestro Dios, Rey del universo que nos elegiste entre todos los pueblos y nos diste Tu Toráh, Bendito seas, oh Eterno, que nos concediste la Toráh. |
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Bendito seas, oh Eterno, que nos concediste la Toráh. AMEN |
Al terminar la Porcion debe leer esta Braja:
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Bendito seas Tu oh Eterno nuestro Dios, Rey del Universo que nos diste (Tu Torah), la Toráh de la Verdad, e implantaste en nosotros la Vida Eterna. |
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Bendito seas, oh Eterno, que nos concediste la Toráh. (TODOS DICEN AMEN) |
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Habla a Aarón y dile: Cuando encendieres las lámparas, haz de modo que las siete lámparas alumbren hacia la lámpara central del candelabro. |
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Y Aarón lo hizo así; encendió las lámparas de modo que alumbrasen hacia la lámpara central del candelabro, como ordenó el Eterno a Moisés. |
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Y esta era la hechura del candelabro: de oro labrado a martillo; así su tronco como sus flores, todo era labrado a martillo; según la forma que el Eterno había mostrado a Moisés, así hizo él el candelabro. |
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Y habló el Eterno a Moisés, diciendo: |
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Toma a los levitas de entre los hijos de Israel y purifícalos. |
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Y de esta manera harás con ellos para purificarlos: asperja sobre ellos el agua de purificación, y hagan ellos pasar navaja por toda su carne, y laven sus vestidos, y (así) se purificarán. |
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Y tomarán un novillo joven, con su ofrenda vegetal de flor de harina de trigo mezclada con aceite; tú también tomarás otro novillo joven para ofrenda por el pecado; |
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y harás que los levitas se acerquen ante la tienda de asignación, y reunirás a toda la congregación de los hijos de Israel. |
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Y harás que los levitas se aproximen ante el Eterno, y pondrán los hijos de Israel sus manos sobre los levitas, |
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y Aarón ofrecerá a los levitas por ofrenda de tenufá ante el Eterno, de parte de los hijos de Israel, para que hagan el servicio del Eterno. |
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Y los levitas pondrán sus manos sobre la cabeza de los novillos, y ofrecerás el uno como ofrenda por el pecado y el otro como holocausto al Eterno, para hacer expiación por los levitas. |
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Y colocarás a los levitas delante de Aarón y delante de sus hijos, y harás con ellos el rito de la tenufá para el Eterno. |
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De este modo separarás a los levitas de entre los hijos de Israel; y serán míos los levitas. |
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SEGUNDA ALIÁ |
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Porque ciertamente ellos me son enteramente cedidos a Mí de entre los hijos de Israel; en lugar de todo primogénito que abre la matriz de su madre, de entre los hijos de Israel, los he tomado para Mí. |
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Porque mío es todo primogénito de entre los hijos de Israel, así de hombres como de animales; el día en que herí a todo primogénito en la tierra de Egipto, los consagré para Mí, |
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y Yo he tomado a los levitas en lugar de todos los primogénitos de los hijos de Israel, |
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y he dado los levitas enteramente a Aarón y a sus hijos, de entre los hijos de Israel, para hacer el servicio por los hijos de Israel en la tienda de asignación, y para hacer la expiación de los hijos de Israel, para que no haya plaga entre los hijos de Israel |
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Y Moisés y Aarón y toda la congregación de los hijos de Israel lo hicieron así con los levitas; conforme a todo lo que el Eterno había ordenado a Moisés respecto a los levitas, así hicieron con ellos los hijos de Israel. |
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Y se purificaron los levitas y lavaron sus vestidos, y Aarón hizo con ellos el rito de la tenufá ante el Eterno, e hizo Aarón expiación por ellos, para purificarlos. |
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Y después de esto entraron los levitas a hacer su servicio en la tienda de asignación, en presencia de Aarón y sus hijos; conforme había ordenado el Eterno a Moisés acerca de los levitas, así hicieron con ellos. |
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Y habló el Eterno a Moisés diciendo: |
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Esto es lo que toca a los levitas: de edad de veinticinco años para arriba serán movilizados para tomar parte en el servicio de la tienda de asignación; |
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y de edad de cincuenta años volverán del servicio y no servirán más. |
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Y servirán con sus hermanos en la tienda de asignación para hacer la guardia (de ella), mas servicio de carga no prestarán. Así harás con los levitas, de acuerdo con sus cargos. |
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TERCERA ALIá |
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Celebren los hijos de Israel la pascua en su tiempo señalado, |
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en el día catorce de este mes, a la caída de la tarde, la celebraréis en su tiempo señalado; conforme a todos sus estatutos y conforme a todos sus ritos, la celebraréis. |
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Y habló Moisés a los hijos de Israel para que celebrasen la pascua. |
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Y celebraron la pascua en el mes primero, en el día catorce del mes, a la caída. de la tarde, en el desierto de Sinay; conforme a todo lo que había ordenado el Eterno a Moisés, así lo hicieron los hijos de Israel |
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Mas hubo algunos hombres que estaban impuros a causa de un cadáver, de modo que no podían celebrar la pascua en aquel día, por lo cual se presentaron delante de Moisés y delante de Aarón en aquel día, |
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y le dijeron (a Moisés) aquellos hombres: Nosotros estamos impuros a causa de un cadáver; ¿por qué hemos de ser excluidos de modo que no presentemos la ofrenda del Eterno, en su tiempo señalado, entre los demás hijos de Israel? |
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Y les respondió Moisés: Esperad para que yo oiga lo que ordene el Eterno acerca de vosotros. |
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Y habló el Eterno a Moisés, diciendo: |
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Habla a los hijos de Israel y diles: Cualquier hombre de vosotros, o de todas vuestras generaciones, que estuviereimpuro a causa de un cadáver, o se hallare en algún viaje lejano, celebrará sin embargo la pascua al Eterno. |
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En el mes segundo, el día catorce del mes, a la caída de la tarde, ellos la celebrarán; con panes ázimos y con hierbas amargas lo comerán (el sacrificio pascuas). |
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Nada dejarán de él hasta la mañana, ni quebrarán hueso de él; conforme a todo el estatuto de la pascua la celebrarán. |
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Mas el hombre que estuviere puro y no estuviere de viaje y sin embargo dejare de celebrar la pascua, aquella alma será segregada de entre su pueblo; porque no presentó la ofrenda del Eterno en su tiempo señalado, aquel hombre llevará su pecado. |
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Y cuando morare con vosotros algún peregrino que quisiere celebrar la pascua en honor del Eterno, conforme al estatuto de la pascua y según su rito, así lo hará. Tendréis un mismo estatuto, tanto para el peregrino como para el nativo de la tierra |
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CUARTA ALIA |
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Así era de continuo; la nube lo cubría (de día) y la apariencia de fuego, de noche. |
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Y siempre que se alzaba la nube de sobre la tienda, los hijos de Israel Levantaban en seguida el campamento, y en el sitio donde se detenía la nube, allí mismo acampaban los hijos de Israel. |
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Por orden del Eterno los hijos de Israel se ponían en marcha, y por orden del Eterno acampaban; y todo el tiempo que permanecía la nube sobre el Tabernáculo ellos continuaban acampados. |
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Y cuando la nube se detenía sobre el Tabernáculo muchos días, los hijos de Israel cumplían lo dispuesto por el Eterno y no se movían. |
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Mas también había veces en que permanecía la nube pocos días sobre el Tabernáculo. Por orden del Eterno acampaban, y por orden del Eterno levantaban el campamento. |
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Y había veces en que sólo se detenía la nube desde la tarde hasta la mañana; mas cuando se alzaba la nube por la mañana, ellos se ponían en marcha. O bien quedaba un día y una noche y, alzada la nube, en el acto ellos levantaban el campamento. |
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Ya fuesen dos días, ya un mes o un año que se detuviese la nube sobre el Tabernáculo, permaneciendo sobre él, continuaban acampados los hijos de Israel y no se movían, mas al alzarse ella se ponían en marcha. |
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Por orden del Eterno acampaban y por orden del Eterno levantaban el campamento, cumpliendo lo dispuesto por el Eterno, según la orden del Eterno, por conducto de Moisés. |
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Y habló el Eterno a Moisés, diciendo: |
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Haz para ti dos trompetas de plata; batidas a martillo las harás, y te servirán para convocar a la congregación y para hacer levantar los campamentos. |
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Y cuando las tocaren, se reunirá a ti toda la congregación a la entrada de la tienda de asignación. |
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Mas si tocaren una sola, se reunirán a ti los príncipes, los cabezas de los millares de Israel. |
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Y cuando tocareis a manera de trémolo, se pondrán en marcha los campamentos que están acampados en la parte de oriente |
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Y cuando tocareis a manera de tremolo por segunda vez, se pondrán en marcha los campamentos que están acampados al sur; así tocarán a manera de trémolo para su partida. |
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Pero cuando se hubiere de convocar la asamblea, tocareis con nota larga y no a manera de trémolo. |
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Y los hijos de Aarón, los sacerdotes, tocarán las trompetas, y esto os será estatuto perpetuo durante vuestras generaciones. |
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Y cuando estuviereis en guerra en vuestra tierra contra el adversario que os oprime, haréis tocar a manera de trémolo las trompetas; y seréis recordados ante el Eterno, vuestro Dios, y seréis salvados de vuestros enemigos. |
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Y en el día de vuestra alegría y en vuestras fiestas fijas, y en los principios de vuestros meses, tocaréis las trompetas durante vuestros holocaustos y durante vuestros sacrificios de paces; y esto os servirá de recuerdo ante el Eterno, vuestro Dios; Yo |
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QUINTA ALIA |
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Y los hijos de Israel se pusieron en marcha, conforme a sus jornadas, desde el desierto de Sinay; y posó la nube en el desierto de Parán. |
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Y los hijos de Israel continuaron sus jornadas conforme a la orden del Eterno, por conducto de Moisés. |
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Y emprendió la marcha primero la bandera del campamento de los hijos de Judá, según sus huestes; y al frente de su ejército estaba Najshón, hijo de Amminadav. |
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Y sobre el ejército de la tribu de los hijos de Isajar estaba Netanel, hijo de Tzuar. |
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Y sobre el ejército de la tribu de los hijos de Zebulón estaba Eliav, hijo de Jelón. |
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Y fue desarmado el Tabernáculo, y emprendieron la marcha los hijos de Guereshón y los hijos de Merarí, portadores del Tabernáculo. |
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Y emprendió la marcha el estandarte del campamento de Rubén, según sus huestes, y sobre su ejército estaba Elitzur, hijo de Shedeur. |
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Y sobre el ejercito de la tribu de los hijos de Simón estaba Shelumiel, hijo de Tzurishadday. |
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Y sobre el ejército de la tribu de los hijos de Gad estaba Elyasaf, hijo de Deuel. |
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Y se pusieron en marcha los kehatitas, portadores de los objetos del santuario, y (los hijos de Guereshón y Merarí) armaban el Tabernáculo antes de que ellos (los kehatitas), llegaran. |
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Y partió el estandarte del campamento de los hijos de Efraín, según sus huestes, y sobre su ejército estaba Elishamá, hijo de Ammihud. |
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Y sobre el ejército de la tribu de los hijos de Manasé estaba Gamliel, hijo de Pedahtzur. |
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Y sobre el ejército de la tribu de los hijos de Benjamín estaba Avidan, hijo de Guidoni. |
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Y partió el estandarte del campamento de los hijos de Dan, que era la retaguardia de todos los campamentos, según sus huestes; y sobre su ejército estaba Ajiézer, hijo de Ammishadday. |
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Y sobre el ejército de la tribu de Asher estaba Paguiel, hijo de Ojrán. |
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Y sobre el ejército de la tribu de los hijos de Naftalí estaba Ajirá, hijo de Enán. |
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Esta es la partida de los hijos de Israel, por sus ejércitos; así emprendieron la marcha. |
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Y dijo Moisés a Jovav, hijo de Reuel el midianita, suegro de Moisés: Vamos de partida hacia el lugar del cual el Eterno dijo: Yo os lo daré. Ven con nosotros y te haremos bien, porque el Eterno ha prometido que traería el bien sobre Israel. |
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Y él le respondió: No iré; solamente a mi tierra y al lugar de mi nacimiento volveré. |
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Y dijo (Moisés): Te ruego que no nos dejes, porque tú conoces los sitios en donde podemos acampar en el desierto, y podrás servirnos de ojos (guía). |
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Y si tú vinieres con nosotros, nosotros haremos contigo el mismo bien que el Eterno hiciere con nosotros, y te beneficiaremos. |
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Y partieron del monte del Eterno y prosiguieron una jornada de tres días, y el arca del pacto del Eterno iba delante de ellos durante el camino de tres días, para descubrirles un lugar de descanso. |
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Y la nube del Eterno permanecía sobre ellos de día, desde que partieron del campamento. |
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SEXTA ALIÁ |
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Y cuando ella se posaba, decía: Reposa, oh Eterno, en medio de las decenas de miles de millares (familias) de Israel. |
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Y sucedió que el pueblo empezó a quejarse de su mala suerte a los oídos del Eterno; y oyó el Eterno y se encendió su ira, de modo que ardió en medio de ellos el fuego del Eterno, y quemó a parte de los indignos que había en el campamento. |
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Y clamó el pueblo a Moisés, y Moisés oró al Eterno, y el fuego se soterró. |
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Y se le dio a aquel lugar el nombre de Taverá, porque había ardido entre ellos el fuego del Eterno. |
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Y la mezcla de gente que estaba en medio de ellos fue poseída por un fuerte antojo, y regresaron y lloraron con los hijos de Israel, y dijeron: ¿quién nos dará a comer carne? |
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Nos acordamos del pescado que en Egipto comíamos de balde, de los pepinos y de los melones, y de los puerros y de las cebollas y de los ajos. |
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Mas ahora nuestra alma se seca; no hay nada, no tenemos ante nuestra vista sino este maná. |
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Y el maná era como la semilla de cilantro, y su apariencia era semejante a la del cristal. |
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El pueblo se esparcía y lo recogía, y lo molían en el molino o lo machacaban en el mortero, y lo cocían en olla y hacían de él tortas, y era su sabor como la humedad del aceite. |
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Y de noche, cuando descendía el rocío sobre el campamento, descendía el maná sobre él. |
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Y oyó Moisés al pueblo llorando por familias, cada cual a la entrada de su tienda; y se encendió la ira del Eterno en gran manera; y también a Moisés le pareció mal. |
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Y dijo Moisés al Eterno: ¿Por qué has tratado mal a tu siervo? Y ¿por qué no he hallado gracia a tus ojos, pues pusiste la carga de todo este pueblo sobre mí? |
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¿Acaso he concebido yo a todo este pueblo, y le he parido para que Tú me digas: "llévalo en tu seno", como suele llevar el ayo al niño de pecho, a la tierra que juraste dar a sus padres? |
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¿De dónde conseguiré carne para dar a toda esta gente que está llorando sobre mí, diciendo: "danos carne que comamos"? |
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No puedo yo solo llevar a todo este pueblo, porque es demasiado pesada la carga para mí. |
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Y si Tú haces así conmigo mátame, te lo ruego, si he hallado gracia a tus ojos, para que yo no vea mi desdicha. |
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Y dijo el Eterno a Moisés: Reúneme setenta hombres de los ancianos de Israel, de los que tú sabes que son ancianos del pueblo y guardias suyos, y los traerás a la tienda de asignación, y ellos estarán en pie allí contigo. |
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Y Yo descenderé y hablaré contigo allí, y les ennobleceré quitando una parte del espíritu que está sobre ti y poniéndolo en ellos, para que ellos lleven Juntamente contigo la carga del pueblo, y no la lleves tú solo. |
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Y dirás al pueblo: Preparaos para el día de mañana y comeréis carne; porque habéis llorado a oídos del Eterno diciendo: "¿Quién nos dará a comer carne? ¡Cuánto mejor era para nosotros Egipto! " Y os dará el Eterno carne para que comáis. |
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No por un día la comeréis, ni por dos días, ni por cinco, ni por diez días, ni por veinte días; |
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sino por todo un mes, hasta que os fastidiéis de ella y la rechacéis, porque habéis tratado con desprecio al Eterno que está en medio de vosotros, y habéis llorado delante de El, diciendo: "¿Para qué salimos de Egipto?" |
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Y dijo Moisés: Seiscientos mil hombres de a pie es este pueblo en medio del cual estoy, y Tú dices: "Yo les daré carne para que coman por todo un mes". |
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¿Acaso se degollarán para ellos ovejas y vacas que les basten? O ese juntarán para ellos todos los peces del mar y que les basten? |
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Y dijo el Eterno a Moisés: ¿Será que el poder del Eterno es limitado? Ahora mismo verás si mi palabra se te cumplirá o no. |
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salió Moisés y refirió al pueblo las palabras del Eterno, y reunió setenta hombres de los ancianos del pueblo, y los hizo estar en pie alrededor de la tienda. |
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Y apareció el Eterno en la nube y habló con él; y tomó del espíritu que estaba en él y lo puso en los setenta ancianos, y fue así como posó sobre ellos el espíritu, y profetizaron aquel día y después nunca más. |
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Pero se habían quedado dos de aquellos hombres en el campamento, siendo el nombre de uno Eldad, y el nombre del segundo Medad; y posó sobre ellos el espíritu, pues fueron contados entre los inscritos pero no habían ido a la tienda, y ellos profetizaron en el campameno. |
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Y corrió el mozo, y lo anunció a Moisés y dijo: "Eldad y Medad están profetizando en el campamento". |
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Y respondió Josué, hijo de Nun, ayudante de Moisés, uno de sus mancebos escogidos, y dijo: Señor mío Moisés, encarcélalos. |
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Y le respondió Moisés: ¿Estás celoso por mi causa? ¡Ojalá que todo el pueblo del Eterno fuese profeta, poniendo el Eterno su espíritu sobre ellos! |
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SÉPTIMA ALIÁ |
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Y un viento partió del Eterno e hizo volar codornices desde el mar, y las esparció sobre el campamento, como espacio de un día de camino por una parte y como espacio de un día de camino por otra parte, alrededor del campamento, y (volaban) como a dos codo |
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Y el pueblo anduvo levantado todo aquel día y toda aquella noche y todo el día siguiente, y recogieron codornices, el que menos recogió juntó diez montones, y las tendieron a secar, cada cual para sí, en los alrededores del campamento. |
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Y la carne estaba todavía entre sus dientes, aún no habían acabado de digerirla, cuando se encendió la ira del Eterno contra el pueblo, y el Eterno hirió al pueblo con una plaga muy grande. |
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Y fue llamado aquel lugar Kivrot-Hataavá (tumbas de los antojadizos), porque allí enterraron al pueblo deseoso. |
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Y de Kivrot-Hataava partió el pueblo hacia Jatzerot, y se quedaron en Jatzerot. |
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Y hablaron Miriam y Aarón contra Moisés, por causa de la mujer kushita que él tomó; porque mujer kushita había tomado. |
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Y dijeron: ¿Acaso tan sólo con Moisés ha hablado el Eterno? ¿No ha hablado también con nosotros? Y oyó el Eterno. |
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Y aquel varón Moisés era muy modesto, más que todos los hombres que había sobre la faz de la tierra. |
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Y habló súbitamente el Eterno a Moisés y a Aarón y a Miriam, diciendo: Salid vosotros tres hacia la tienda de asignación. Y salieron los tres. |
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Y descendió el Eterno en una columna de nube, y se puso a la entrada de la tienda, y llamó a Aarón y a Miriam, y ellos dos salieron. |
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Y dijo: Escuchad, os ruego, mis palabras. Si hubiese profeta entre vosotros, Yo, el Eterno, me daría a conocer a él en visión, o en sueños le hablaría. |
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¡No es así con mi siervo Moisés! En toda mi casa, fiel es él. |
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Boca a boca (claramente) hablo con él, y con palabras claras y no con enigmas; y la gloria del Eterno contempla. ¿Por qué pues no temisteis hablar contra mi siervo Moisés? |
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Y se encendió la ira del Eterno contra ellos, y El se retiró. |
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Y la nube se apartó de sobre la tienda; y he aquí que Miriam estaba leprosa (blanca) como la nieve. Y Aarón se volvió hacia Miriam, y he aquí que estaba leprosa. |
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Y dijo Aarón a Moisés: Te ruego, señor mío, por favor no pongas sobre nosotros este pecado; porque hemos procedido insensatamente y hemos pecado contra ti. |
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Te ruego no sea ella como el que sale muerto del seno de su madre, que tiene ya consumida la mitad de su carne . |
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Y clamó Moisés al Eterno, diciendo: ¡Dios, te ruego, cúrala! |
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ULTIMA ALIA |
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Y fue encerrada fuera del campamento por siete días, y el pueblo no siguió la marcha hasta que fue recogida Miriam. |
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Y después de esto partió el pueblo desde Jatzerot y acamparon en el desierto de Parán. |
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NOTAS EXPLICATORIAS:
Cuando encendieres las lámparas
Dios, que no precisa de luz, ordenó al hermano de Moisés encender las lámparas del candelabro, pues El quiere, según el Midrash, que los israelitas consideren la luz que brilla en el Santuario como símbolo de la antorcha de la verdad y de la justicia que debe iluminar al mundo.La paz y la tranquilidad reinan en el universo cuando los corazones están iluminados. La Torah hace del día el símbolo de la lucidez del espíritu y de la serenidad de la conciencia humana; y de la noche, las tinieblas del espíritu y la perturbación del corazón. Las siete lámparas del candelabro representan entre otras cosas, los siete días de la semana, y Aarón debía encenderlas todas, pues no hay un día que no necesite de luz, a fin de que reine continuamente la victoria moral sobre el oscurantismo.
Hacia la lámpara central del candelabro
Los siete brazos del candelabro sirven de símbolo, desde el año 1843, a los nobles ideales de una de las beneméritas instituciones israelitas. Estos principios son: luz, justicia, paz, verdad, benevolencia, fraternidad y armonía.
La Pascua en su tiempo señalado
Dios ordenó que el pueblo de Israel celebrase en el desierto la primera conmemoración de su libertad: la fiesta de Pésaj, conforme al ritual indicado en el libro de Éxodo, capítulo 12. Esta fue la primera y última fiesta de Pésaj celebrada durante su estadía en el desierto, debido al hecho de que los hijos de los que salieron de Egipto no fueron circuncidados hasta después de cuarenta años, cuando lo hicieron por orden de Dios a Josué, antes de entrar a la tierra de Canaán. Aquí celebraron la segunda fiesta de Pésaj según el ritual (Josué, capítulo 5, 2-12).Desde entonces continuamos año tras año celebrando la fiesta de Pésaj, como aniversario de la liberación del yugo de la esclavitud física, lo cual nos conduce al mismo tiempo a la liberación de la esclavitud espiritual, hacia la fe, la virtud y una vida noble y sagrada.
Celebraron la Pascua en el mes primero
Después de esta celebración no hubo otra pascua hasta los tiempos de Josué, que la celebró tras haber circuncidado a los hijos de Israel nacidos en el desierto, puesto que según la Ley ningún incircunciso podía celebrar la pascua (ver Éxodo, 12, 49).
Impuro a causa de cadáver
El ritual del sacrificio de Pésaj tenía que hacerse estando la persona en estado talador (puro). Los que no lo estaban o los que por razones de fuerza mayor no podían celebrarlo a su debido tiempo (día 14 del mes de Nisán), lo hacían un mes después, esto es, el día catorce del mes hebreo lyar. Pero esta fecha no se considera día festivo; tampoco es necesario suprimir el fermento que se encuentra en casa, como acontece en la fiesta de Pésaj. Para conmemorar este "segundo Pésaj" (Pésaj shení), acostumbramos actualmente comer en este día platos hechos con matzá (pan ázimo); tampoco se rezan en el oficio religioso de este día los tajanunim (ruegos especiales para los días no festivos).
Algún peregrino
Se trata del prosélito, quien tome sobre sí la obligación de cumplir con todos los preceptos de la Torah. Este trozo está ligado a lo que fue escrito en el libro de Exodo, 11, 34-38.
Dos trompetas de plata
Estas trompetas, llamadas en hebreo jatzotzerot eran de plata y a veces de cobre. Tenían un codo de largo y eran estrechas por la boquilla, ampliándose gradualmente hacia el otro extremo. Se usaban de acuerdo con lo que dice este capítulo: para reunir a la congregación y a los príncipes; como señal de partida para los campamentos; como señal de guerra; en las fiestas y durante el ofrecimiento de los sacrificios públicos. Según el Midrash (Tanjumá), el uso de las jatzotzerot sólo estuvo en vigor durante la época de Moisés, pues Josué, su sucesor, no las usó, utilizando en cambio el shofar durante la toma de Jericó (Josué 6, 5): "Y cuando tocaren prolongadamente el cuerno de carnero, así que oiréis el sonido del shofar, todo el pueblo gritará a gran voz y el muro de la ciudad caerá debajo de sí".
Jovav, hijo de Reuel, el midianita, suegro de Moisés
El suegro de Moisés tenía siete nombres: Reuel, Yéter, Yitró, Jovav, Kení y Putiel, pero su nombre original era Yéter. Fue después de que se convirtió al judaísmo cuando se llamó Yitró. Los demás nombres son calificativos que se le dieron por sus cualidades, como por ejemplo: Reuel, porque se tornó amigo de Dios; Jovav, porque amó a la Torah, etc. Elazar, hijo de Aarón, había tomardo a una de las hijas de Yitró por mujer (Éxodo 6, 25). En esta perashá la Toráh le llama Jovav hijo de Reuel, a causa de que el padre de Yitró se llamaba también Reuel. Yitró, después de aprender la ley de Moisés, pidió que éste le dejase ir al país de su nacimiento, pero Moisés insistió en que acompañase al pueblo de Israel, prometiéndole parte de la herencia que Dios daría a este pueblo.
Cuando partía el Arca
El lector notará que en el texto hebreo, antes de comenzar el versículo 35, hay una nun inversa, y al final del versículo 36, otra igual. Según el Talmud (Shabbat 116) estos signos muestran que la parte escrita entre las dos nunin no está en su lugar, y tendría que escribirse después del versículo 17 del capítulo 2 de Números, pues aquí es donde Moisés pronunció estas palabras. Fueron puestas en el lugar arriba mencionado, dice el Talmud, para no escribir dos acontecimientos tristes, seguidos. El primero, o sea el anterior a la primera nun, es el de que los israelitas se separaron del Eterno (verso 33), como el niño que huye de la escuela; y el segundo, después de la segunda nun, es la queja del pueblo por haber andado durante tres días sin descansar, no comprendiendo que Dios había hecho esto a propósito, a fin de hacerlos entrar inmediatamente a la tierra de Israel; pero el pueblo no mereció este favor.
Decenas de miles de millares
La palabra hebrea alfé traducida generalmente por "millares", significa aquí "familias".
Setenta hombres de los Ancianos de Israel
Moisés escogió por orden de Dios a los setenta hombres que habían sido nombrados guardias de los esclavos israelitas en Egipto, porque tuvieron piedad de sus correligionarios, sufriendo en aquel tiempo el castigo que correspondía a éstos (Exodo 5, 14). A propósito del número setenta, el Midrash hace notar que el número siete y sus múltiplos fueron empleados muchas veces en la Torah para varios asuntos: siete días de la semana; siete brazos del candelabro sagrado; siete semanas contadas a partir de la ofrenda del ómer (gavilla de la nueva cosecha de cebada), etc.; y ahora setenta hombres de los ancianos de Israel. Según el Baal Haturim, estos setenta hombres simbolizaban las setenta almas que emigraron a Egipto (Exodo 46, 27); las setenta naciones que hay en la tierra; los setenta calificativos del Eterno; los setenta nombres por los cuales fue llamado el pueblo de Israel; y los setenta nombres que tiene la ciudad de Jerusalem.
Corrió el mozo
Según Rashí, se trata de Guershom, hijo de Moisés.
Encarcélalos
Estos dos hombres que profetizaban en el campamento, eran candidatos a los setenta ancianos que Moisés debía escoger de entre las doce tribus en partes iguales. Pero como esto no era posible, a causa de que la cifra 70 no es divisible por 12, él escogió siete ancianos de cada tribu, sumando un total de setenta y dos. Luego puso 72 votos en una urna: setenta llevaban la palabra zakén (anciano) y dos estaban en blanco. Cuando cada uno de los 72 delegados probaron su suerte, Eldad y Medad sacaron los dos votos en blanco, por lo que no resultaron elegidos; aun así, el espíritu de la profecía se posó también sobre ellos, y profetizaron en el campamento. Fue entonces cuando Josué, el ayudante. de Moisés, le dijo: "Señor mío Moisés, encarcélalos, pues ellos profetizan diciendo: Moisés va a morir y Josué, hijo de Nun, es quien le sucederá". A lo que el sabio legislador respondió: "¡Ojalá que todo el pueblo del Eterno fuese profeta, poniendo el Eterno su espíritu sobre ellos! " (Así la humanidad podría perfeccionarse).
Por causa de la mujer kushita
Según el exegeta Rashí, se trata de Seforá, cuya belleza era reconocida por todos del mismo modo que contrasta la negrura de una etíope.
No pongas sobre nosotros este pecado
Según el Midrash, Miriam y Aarón hablaron contra Moisés al tomar conocimiento de que éste había dejado de tener relaciones conyugales con su esposa Seforá. Supieron esto porque Seforá, comentando la revelación del espíritu de Dios sobre los ancianos, dijo: "Las esposas de éstos deberían llorar en lugar de alegrarse, pues Moisés, mi esposo, desde que recibió el espíritu de Dios no se aproxima más a mí". Fue al oír estas palabras cuando Miriam y Aarón dijeron: "¿Por ventura solamente con Moisés habló el Eterno? Ciertamente también con nosotros habló", y con todo no dejamos de cumplir nuestra obligación de marido y esposa. Aarón y Miriam fueron castigados con la pena que merecen los calumniadores: la lepra. Aarón fue, según el Midrash, curado instantáneamente, pero Miriam, la principal culpable, sufrió esta enfermedad durante siete días. En lo que se refiere a Moisés, él fue también en esta circunstancia, noble y benevolente, perdonando a su hermano y rogando en favor de su hermana, que fue curada con esta breve y expresiva oración de cinco palabras: El na refá na lá -te ruego, oh Dios, cúrala-(verso 13).
La mitad de su carne
El significado de este versículo es el siguiente: "no sea ella igual a un muerto, pues dado que ella salió del vientre de nuestra madre, esto sería como si fuese consumida la mitad de nuestra carne".
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