Aliyot Haftará Sheminí
Para Leer en Shabat
Samuel 2 6:1 - 7:17 (Sefardim 2 Samuel 6:1 - 6:19)
Por Eliyahu BaYona Ben Yosef, Director Shalom Haverim
Org. New York
Aliyot es el plural hebreo de Aliá o Aliyá que
significa "subir". Cada vez que
una persona - Olé- sube a la
Bimá debe recitar la
Brajá -Bendición- antes de
comenzar el Baal Koréh -בעל
קורא - la Lectura y al
cerrar la misma. Esto se hace
cada vez que el Baal Koréh lee
la Porción -Parashá-
correspondiente.
El Maftir es la última persona que se llama a la Bimá y
es invitada a leer la porción de
la Haftará -Profetas-
Esta es la Brajá de la Lectura de la Haftaráh:
|
Bendito seas Tú, Eterno
Dios nuestro y Rey
del Universo, que
escogiste buenos
profetas y te
complaciste en sus
palabras, que fueron
enunciadas con
verdad. |
Baruj atáh Adonay jabóker
batoráh uveMoshé
avdó uveYisra'el amó
uvinvi'ey ja'emet
vatsédek. |
Bendito seas Tú, Eterno,
que escogiste la
Torah, a Moisés Tu
siervo, a Tu pueblo
Israel y a profetas
de la verdad y y de
la rectitud. |
|
|
|
|
6:1 |
|
Y volvió David a congregar a todos los escogidos de
Israel, treinta mil. |
6:2 |
|
Y se levantó y partió David con todo el pueblo que
consigo tenía, de
Baalé Yehudá, para
hacer subir de allí
el arca de Dios, a
la cual se le dio un
nombre, el nombre
del Eterno de las
huestes que habita
en ella entre los
querubines. |
6:3 |
|
Y colocaron el arca de Dios sobre un carro nuevo. y
la llevaron desde la
casa de Avinadav,
que estaba en el
collado; y Uzzá y
Ajyó, hijos de
Avinadav, guiaban el
carro nuevo. |
6:4 |
|
Y lo llevaron con el arca de Dios desde la casa de
Avinadav que estaba
sobre el collado; y
Ajyó iba delante del
arca. |
6:5 |
|
Y David y toda la casa de Israel se regocijaban
delante del Eterno
con toda suerte de
instrumentos de
música de madera de
ciprés, y con arpas,
y con salterios, y
con panderos, y con
sistros, y con
címbalos. |
6:6 |
|
Mas cuando llegaron a la era de Najón, extendió Uzzá
la mano al arca de
Dios y la asió,
porque los bueyes se
desmandaron. |
6:7 |
|
Y se encendió la ira del Eterno contra Uzzá y le
hirió allí Dios por
el yerro, de modo
que murió allí junto
al arca de Dios. |
6:8 |
|
Y David se disgustó porque el Eterno había estallado
en ira contra Uzzá,
y llamó a aquel
lugar Péretz Uzzá
(estallido de ira
contra Uzzá), nombre
que lleva hasta el
día de hoy. |
6:9 |
|
Y David temió al Eterno en aquel día y dijo: ¿Cómo
vendrá a mí el arca
de Dios? |
6:10 |
|
Y no quiso David hacer traer a sí el arca del Eterno
a la ciudad de David
(Sión), y la hizo
desviar hacia la
casa de Oved Edom,
el guittita (que
peleó en Gad). |
6:11 |
|
Y el arca del Eterno se quedó en casa de Oved Edom,
el guittita, tres
meses; y el Eterno
bendijo a Oved Edom
y a toda su casa. |
6:12 |
|
Y fue dado aviso al rey David, diciendo: Ha bendecido
el Eterno la casa de
Oved Edom y a todo
cuanto tiene, a
causa del arca de
Dios. Entonces fue
David e hizo subir
el arca de Dios
desde la casa de
Oved Edom a la
ciudad de David, con
regocijo. |
6:13 |
|
Y cuando los portadores del arca del Eterno daban
seis pasos, David
sacrificaba un toro
y otro cebado. |
6:14 |
|
Y David danzaba con todas sus fuerzas delante del
Eterno; y estaba
David ceñido con un
efod de lino. |
6:15 |
|
De esta suerte David y toda la casa de Israel hacían
subir el arca del
Eterno, con clamor y
al son del shofar. |
6:16 |
|
Mas sucedió que cuando el arca de Dios iba entrando
en la ciudad de
David, Mijal, hija
de Saúl, tendió la
vista desde una
ventana y vio al rey
David saltando y
danzando delante del
Eterno, y en su
corazón ella le
despreció. |
6:17 |
|
Y llevaron el arca del Eterno y la colocaron en su
lugar, en medio del
Tabernáculo que le
había armado David.
Y David ofreció
holocaustos ante el
Eterno, y
sacrificios de
paces. |
6:18 |
|
Y cuando David hubo acabado de ofrecer los
holocaustos y los
sacrificios de
paces, bendijo al
pueblo en nombre del
Eterno de las
huestes. |
6:19 |
|
Y repartió entre todo el pueblo, a cada uno de la
muchedumbre de
Israel, a los
hombres y a las
mujeres, a cada
cual, una torta de
pan y un pedazo de
carne y un jarro de
vino; así se retiró
todo el pueblo, cada
cual a su casa. |
6:20 |
|
Volviendo David para bendecir su casa, salió Mijal,
hija de Saúl, al
encuentro de David,
y le dijo: ¡Qué
gloria tuvo hoy el
rey de Israel,
revelándose a los
ojos de las siervas
de sus siervos, como
se hace ver
cualquier frívolo! |
6:21 |
|
Y dijo David a Mijal: Fue delante del Eterno, el cual
me escogió a mí en
preferencia a tu
padre y a toda tu
casa, para
constituirme
caudillo del pueblo
del Eterno, del
pueblo de
Israel. Por lo que
me alegraré delante
del Eterno. |
6:22 |
|
Y me haré todavía más vil que esto, y me humillaré a
mis propios ojos; en
cuanto a las siervas
de que hablaste, de
ellas seré honrado. |
6:23 |
|
Y Mijal, hija de Saúl, no tuvo hijo desde aquel día
hasta el día de su
muerte. |
7:1 |
|
Y aconteció que cuando el rey moraba ya en su casa, y
el Eterno le había
dado descanso de
todos sus enemigos
en derredor, |
7:2 |
|
que dijo el rey a Natán el profeta: Mira, te ruego,
que yo habito en
casa de cedro,
mientras que el arca
de Dios está entre
cortinas. |
7:3 |
|
Y respondió Natán al rey: Anda, haz todo cuanto está
en tu corazón,
porque el Eterno
está contigo. |
7:4 |
|
Y aconteció que aquella misma noche el Eterno habló a
Natán, diciendo: |
7:5 |
|
Anda y di a mi siervo David: Así ha dicho el Eterno:
¿Quieres tú
edificarme una casa
en que Yo habite? |
7:6 |
|
Porque Yo no he habitado en casa alguna desde el día
en que hice subir a
los hijos de Israel
de Egipto hasta el
día de hoy, sino que
he andado de acá
para allá en tienda
y en Tabernáculo. |
7:7 |
|
En todos los lugares donde he andado con todos los
hijos de Israel
¿hablé jamás una
palabra siquiera a
cualquier hombre de
las tribus de Israel
de los que he
ordenado pastorear a
mi pueblo de Israel,
diciendo: "por qué
no me habéis
edificado una casa
de cedro? " |
7:8 |
|
Ahora pues, de esta manera hablarás a mi siervo
David: Así ha dicho
el Eterno de las
huestes: Yo te tomé
de la morada de los
pastores, de andar
detrás de las
ovejas, para que
fueses caudillo
sobre mi pueblo,
sobre Israel. |
7:9 |
|
Y he estado contigo dondequiera que has andado, y he
exterminado a todos
tus enemigos de
delante de ti; y te
hice un gran
renombre, como el
nombre de los
grandes que ha
habido en la tierra. |
7:10 |
|
Y señalaré un lugar para mi pueblo, para Israel, y lo
plantaré y él
habitará en su
propio lugar y no
será inquietado más,
ni los hijos de la
iniquidad volverán a
afligirlo como
antes, |
7:11 |
|
y como desde el día en que ordené que hubiese jueces
sobre mi pueblo
Israel, te daré
descanso de todos
tus enemigos. Además
te hace saber el
Eterno que El mismo
te hará a ti una
casa: |
7:12 |
|
y cuando se te cumplieren los días y tú yacieres con
tus padres, haré
levantar tu linaje
después de ti, el
cual ha de salir de
tus entrañas, y haré
estable tu reino. |
7:13 |
|
El edificará una casa para mi nombre y Yo estableceré
el trono de su reino
para siempre. |
7:14 |
|
Yo seré su padre y él será mi hijo, al que, cuando
cometiere iniquidad,
le reprenderé con
vara de hombres y
con llagas de hijos
de Adán; |
7:15 |
|
y mi merced no se apartará de él como la retiré de
Saúl, a quien quité
de delante de ti. |
7:16 |
|
Y la firmeza de tu casa y de tu reino estarán como
hoy delante de ti;
tu trono será
establecido para
siempre. |
7:17 |
|
Según todas estas palabras y conforme a toda esta
visión, así habló
Natán a David. |
|
Bendito seas Tú, Eterno, Dios nuestro y Rey del
Universo, fuerte de
todos los mundos,
justo en todas las
generaciones; Dios
fiel, que dice y
obra, que promete y
cumple, cuyas
palabras son verdad
y justicia. |
Ne'eman, atah ju Adonay Eloheynu, vene'emanim
devareyja, vedavar
ejad midvareyja ajor
lo-yashuv reykam, ki
El melej ne'eman
verajaman atah. |
Fiel eres Tú, Eterno, Dios nuestro, y tus promesas
son merecedoras de
fe; ninguna de Tus
palabras dejará de
cumplirse, porque Tú
eres Dios y Rey fiel
(y piadoso). |
Baruj atáh Adonay, ha'El jane'eman bekol-devarav.
-Amen |
Bendito seas Tú, Eterno, Dios fiel en todas tus
palabras. -Amen |
Rajem al-Tsiyon, ki ji beyt jayeynu, vel'aluvat
nefesh toshia
bimjeraj veyameynu. |
Ten piedad de Sión, pues es el hogar de nuestra vida,
y salva a esa ciudad
afligida de
espíritu, pronto y
en nuestros días. |
Baruj atáh Adonay, mesame'aj Tsiyon bevaneyj. |
Bendito seas Tú, Eterno, que alegras a Sión en sus
hijos. |
Samejenu, Adonay Eloheynu, be'Eliyahu janavi avdeja,
uvmaljut beyt David
meshijeja. Bimjeraj
yavo veyagel libenu, |
Alégranos, oh Eterno, Dios nuestro, con la llegada de
Elías, tu profeta y
servidor, y con el
reinado de David tu
ungido. Llegue
pronto su
advenimiento y haga
regocijar nuestros
corazones. |
al kis'o lo yeshev
zar, velo yinjalu od
ajerim et kevodo, ki
veshem kodsheja
nishbata lo, shelo
yicbej nero le'olam
va'ed. |
No permitas que extraños se sienten en su trono, ni
que otros hereden de
su gloria, pues por
tu santo nombre le
juraste que su luz
jamás se extinguirá. |
Baruj atáh Adonay,
magén David. |
Bendito seas Tú, Eterno, Escudo de David. |
2 SHMUEL 6:7-17
Una vez que la parashá
ha descrito la ceremonia de
consagración del Mishkán, la
Haftará describe el arribo del
Arca a Jerusalén. La muerte de
los dos Kohanim, los hijos de
Aarón, en la parashá de esta
semana, constituye una
advertencia constante de que la
estricta obediencia, y no los
actos arbitrarios hechos con las
mejores intenciones, es la única
forma de llegar a Hashem.
En una vena similar,
Uza murió por mano de Hashem,
cuando trató de proteger el
Arca, para que no se cayera. En
un momento de imprudencia, se
olvidó de que el Propio Hashem
transportaba el Arca, y que El
no permitiría que se cayera. Si
bien tenía buenas intenciones,
Uza se olvidó de la reverencia
que se debe demostrar ante Aquél
Cuya Palabra moraba en el Arca.
Cuando el Rey David
por fin transportó el Arca a
Jerusalén, vemos que él sí fue
un verdadero siervo de la Torá,
y que se veía a sí mismo y a su
poder monárquico como una
responsabilidad, más que como un
privilegio. Precisamente eso fue
lo que no le agradó a su mujer,
Mijal, quien pensó que David se
había comportado por debajo de
su dignidad, al bailar como un
hombre cualquiera ante el Arca.
Sin embargo, ésa era la estampa
del verdadero rey judío, según
las leyes monárquicas de la
Torá. Y en virtud de su lealtad,
David recibió su recompensa: el
Templo que habría de construir
su hijo llevaría su nombre.
Rabí S.R.Hirsch