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 Salomón y las Aguilas

... Dios se sintió complacido con la petición de Salomón [por la sabiduría] y dijo: "Podrías haber pedido vida larga o gran riqueza o victoria sobre tus enemigos, pero en cambio pediste sabiduría y tendrás deseos. El lenguaje de los pájaros y las bestias ... "

Entonces Salomón despertó de su sueño. Se preguntó si Dios realmente le había hablado o si había sido un espíritu seductor en sus sueños.

Entonces escuchó a los pájaros gritando y gorjeando el uno al otro en sus jardines. Oyó a un pájaro repentinamente gritar: "¡Pájaros tontos! ¡Detengan todo este ruido! ¿No saben ustedes que Dios ha dado a Salomón la habilidad de entender lo que decimos y de hacer que hagamos lo que él quiere?"
 


Entonces Salomón supo que el sueño había sido enviado por Dios.

"¡Disparates!" Chirrió otro pájaro. "¿Cómo puede un ser humano gobernar sobre nosotros ?, los seres humanos están atrapados en el suelo mientras podemos volar hacia el cielo, sólo el águila que vive en lo alto de las montañas puede ser nuestro rey".

Águila Blanca, Rey de los Pájaros "Ya veremos eso", susurró Salomón. Luego apartó la cabeza de la ventana y gritó: -¡Aves callen, el rey Salomón os manda!

Al instante todo estaba tranquilo en el jardín.

-¿Dónde está el pequeño pájaro que, hace un momento, habló con tanta audacia? ¡Ven aquí de inmediato!

El pobre pájaro se acercó al dedo de Salomón, temblando como si su pequeño corazón se rompiera.

-Así que -respondió el joven rey-, piensas que el águila es más fuerte que yo. Y pronto veremos eso: te ordeno que vueles al desierto y convocas a venir a Jerusalén al gran águila blanca, el más poderoso de los pájaros. ¡Veremos quién es el rey de los pájaros!

-¡Me matará si le hablo con tanta audacia! Tartamudeó el pajarito.

Entonces Salomón amarró una nota al pie del pájaro con un anillo de oro y colocó el sello real sobre élla. El pequeño pájaro voló temblando. Al día siguiente, al levantarse el sol, los guardias de Salomón sintieron una gran ráfaga de viento aullando sobre sus cabezas. Luego, una segunda explosión, luego una tercera. Sus corazones se derritieron dentro de ellos.
Entonces una cuarta explosión estremeció el palacio hasta sus cimientos. En vuelo el gran Águila Blanca, chispas de fuego parpadeando como una espada afilada. Tan pronto como sus anchas alas dejaron de latir, un pequeño pájaro se asomó de entre las alas y luego se lanzó detrás del trono dorado del rey.

-¿Por qué me has llamado aquí? -preguntó el Águila.

-Para mostrarte mi poder -contestó el rey-.

Entonces Salomón ordenó a sus guardias que sonaran el shofar (cuerno de carnero). En pocos momentos, el inmenso salón del trono lleno de pájaros: loros y pavos reales, halcones y colibríes, grullas y cucos. El ruido en la habitación era ensordecedor.

Entonces el rey gritó: "¡Silencio!" Al instante todos se callaron.

Salomón se volvió hacia el Águila Blanca, que se elevaba sobre los otros pájaros como un árbol poderoso. "Te mando, Rey de los Pájaros, que vuelvas aquí una vez cada mes, y sobre tus alas vigilaré mi gran reino".

Y así, cada mes, el Águila Blanca regresó a Jerusalén y el rey Salomón montó sobre sus amplias alas y pastoreó los cielos sobre Israel.


 

Tomado de Leyendas Judías

 

   

 

 

 
 
 

 

 

 

 

 
 
   
   
 
 
 

 

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