Organizacion Sin Animo de Lucro
Adscrita al Judaismo Ortodoxo Moderno
Desde Monsey, New York
Aliyot Bamidbar Bejaaloteja
Aliyot - Bamidbar -BEHAALOTEJA
Por Eliyahu BaYonah Ben Yossef,
Director Shalom Haverim Org. New York
Aliyot es el plural hebreo de
Aliá o Aliyá que significa
"subir". Cada vez que una
persona - Olé- sube a la Bimá
debe recitar la Braja
-Bendicion- antes de comenzar el
Baal Koréh -בעל
קורא - la Lectura y al cerrar la misma. Esto se
hace cada vez que el Baal Koréh
lee la Porción -Parashá-
correspondiente.
El Maftir es la última persona
que se llama a la Bimá y es
invitada a leer la porción de la
Haftará -Profetas-
Esta es la Brajá
de la Lectura de la
Toráh:
|
Barejú et Adonai hamevoraj. |
¡Bendecid al Eterno, el Bendito! |
|
Baruj Adonay hamevoraj le'olam va'ed. |
Bendito es el Eterno, el Bendito
para siempre. |
|
Baruj atáh Adonay Eloheynu melej ha'olam, asher bajar banu
mikol-ha'amim, venatan
lanu et-torato. |
Bendito seas Tu, oh Eterno
nuestro Dios, Rey del
universo que nos
elegiste entre todos los
pueblos y nos diste Tu
Toráh, Bendito seas, oh
Eterno, que nos
concediste la Toráh. |
|
|
Bendito seas, oh Eterno, que nos
concediste la Toráh. AMEN |
Al terminar la Porcion debe leer esta Braja:
|
Bendito seas Tu oh Eterno nuestro
Dios, Rey del Universo
que nos diste (Tu
Torah), la Toráh de la
Verdad, e implantaste en
nosotros la Vida Eterna. |
|
|
Bendito seas, oh Eterno, que nos
concediste la Toráh. (TODOS DICEN AMEN) |
|
8:1 |
|
|
8:2 |
|
Habla a Aarón y dile: Cuando encendieres las lámparas, haz de modo que las siete lámparas alumbren hacia la lámpara central del candelabro. |
8:3 |
|
Y Aarón lo hizo así; encendió las
lámparas de modo que
alumbrasen hacia la
lámpara central del
candelabro, como ordenó
el Eterno a Moisés. |
8:4 |
|
Y esta era la hechura del
candelabro: de oro
labrado a martillo; así
su tronco como sus
flores, todo era labrado
a martillo; según la
forma que el Eterno
había mostrado a Moisés,
así hizo él el
candelabro. |
8:5 |
|
Y habló el Eterno a Moisés,
diciendo: |
8:6 |
|
Toma a los levitas de entre los
hijos de Israel y
purifícalos. |
|
Y de esta manera harás con ellos
para purificarlos:
asperja sobre ellos el
agua de purificación, y
hagan ellos pasar navaja
por toda su carne, y
laven sus vestidos, y
(así) se purificarán. |
|
8:8 |
|
Y tomarán un novillo joven, con
su ofrenda vegetal de
flor de harina de trigo
mezclada con aceite; tú
también tomarás otro
novillo joven para
ofrenda por el pecado; |
8:9 |
|
y harás que los levitas se
acerquen ante la tienda
de asignación, y
reunirás a toda la
congregación de los
hijos de Israel. |
8:10 |
|
Y harás que los levitas se
aproximen ante el
Eterno, y pondrán los
hijos de Israel sus
manos sobre los levitas, |
8:11 |
|
y Aarón ofrecerá a los levitas
por ofrenda de tenufá
ante el Eterno, de parte
de los hijos de Israel,
para que hagan el
servicio del Eterno. |
8:12 |
|
Y los levitas pondrán sus manos
sobre la cabeza de los
novillos, y ofrecerás el
uno como ofrenda por el
pecado y el otro como
holocausto al Eterno,
para hacer expiación por
los levitas. |
8:13 |
|
Y colocarás a los levitas delante
de Aarón y delante de
sus hijos, y harás con
ellos el rito de la
tenufá para el Eterno. |
8:14 |
|
De este modo separarás a los
levitas de entre los
hijos de Israel; y serán
míos los levitas. |
|
|
|
|
|
SEGUNDA ALIÁ |
|
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8:15 |
|
|
8:16 |
|
Porque ciertamente ellos me son
enteramente cedidos a Mí
de entre los hijos de
Israel; en lugar de todo
primogénito que abre la
matriz de su madre, de
entre los hijos de
Israel, los he tomado
para Mí. |
8:17 |
|
Porque mío es todo primogénito de
entre los hijos de
Israel, así de hombres
como de animales; el día
en que herí a todo
primogénito en la tierra
de Egipto, los consagré
para Mí, |
8:18 |
|
y Yo he tomado a los levitas en
lugar de todos los
primogénitos de los
hijos de Israel, |
8:19 |
|
y he dado los levitas enteramente
a Aarón y a sus hijos,
de entre los hijos de
Israel, para hacer el
servicio por los hijos
de Israel en la tienda
de asignación, y para
hacer la expiación de
los hijos de Israel,
para que no haya plaga
entre los hijos de
Israel |
8:20 |
|
Y Moisés y Aarón y toda la
congregación de los
hijos de Israel lo
hicieron así con los
levitas; conforme a todo
lo que el Eterno había
ordenado a Moisés
respecto a los levitas,
así hicieron con ellos
los hijos de Israel. |
8:21 |
|
Y se purificaron los levitas y
lavaron sus vestidos, y
Aarón hizo con ellos el
rito de la tenufá ante
el Eterno, e hizo Aarón
expiación por ellos,
para purificarlos. |
8:22 |
|
Y después de esto entraron los
levitas a hacer su
servicio en la tienda de
asignación, en presencia
de Aarón y sus hijos;
conforme había ordenado
el Eterno a Moisés
acerca de los levitas,
así hicieron con ellos. |
8:23 |
|
Y habló el Eterno a Moisés
diciendo: |
8:24 |
|
Esto es lo que toca a los
levitas: de edad de
veinticinco años para
arriba serán movilizados
para tomar parte en el
servicio de la tienda de
asignación; |
8:25 |
|
y de edad de cincuenta años
volverán del servicio y
no servirán más. |
8:26 |
|
Y servirán con sus hermanos en la
tienda de asignación
para hacer la guardia
(de ella), mas servicio
de carga no prestarán.
Así harás con los
levitas, de acuerdo con
sus cargos. |
|
|
|
|
|
TERCERA ALIá |
|
|
|
9:1 |
|
|
9:2 |
|
Celebren los hijos de Israel la pascua en su tiempo señalado, |
9:3 |
|
en el día catorce de este mes, a
la caída de la tarde, la
celebraréis en su tiempo
señalado; conforme a
todos sus estatutos y
conforme a todos sus
ritos, la celebraréis. |
9:4 |
|
Y habló Moisés a los hijos de
Israel para que
celebrasen la pascua. |
9:5 |
|
Y celebraron la pascua en el mes primero, en el día catorce del mes, a la caída.
de la tarde, en el
desierto de Sinay;
conforme a todo lo que
había ordenado el Eterno
a Moisés, así lo
hicieron los hijos de
Israel |
9:6 |
|
Mas hubo algunos hombres que
estaban impuros a causa
de un cadáver, de modo
que no podían celebrar
la pascua en aquel día,
por lo cual se
presentaron delante de
Moisés y delante de
Aarón en aquel día, |
9:7 |
|
y le dijeron (a Moisés) aquellos
hombres: Nosotros
estamos impuros a causa
de un cadáver; ¿por qué
hemos de ser excluidos
de modo que no
presentemos la ofrenda
del Eterno, en su tiempo
señalado, entre los
demás hijos de Israel? |
9:8 |
|
Y les respondió Moisés: Esperad
para que yo oiga lo que
ordene el Eterno acerca
de vosotros. |
9:9 |
|
Y habló el Eterno a Moisés,
diciendo: |
9:10 |
|
Habla a los hijos de Israel y
diles: Cualquier hombre
de vosotros, o de todas
vuestras generaciones,
que estuviereimpuro a causa de un cadáver, o se hallare en algún viaje lejano,
celebrará sin embargo la
pascua al Eterno. |
9:11 |
|
En el mes segundo, el día catorce
del mes, a la caída de
la tarde, ellos la
celebrarán; con panes
ázimos y con hierbas
amargas lo comerán (el
sacrificio pascuas). |
9:12 |
|
Nada dejarán de él hasta la
mañana, ni quebrarán
hueso de él; conforme a
todo el estatuto de la
pascua la celebrarán. |
9:13 |
|
Mas el hombre que estuviere puro
y no estuviere de viaje
y sin embargo dejare de
celebrar la pascua,
aquella alma será
segregada de entre su
pueblo; porque no
presentó la ofrenda del
Eterno en su tiempo
señalado, aquel hombre
llevará su pecado. |
9:14 |
|
Y cuando morare con vosotros algún peregrino que quisiere celebrar la pascua en honor
del Eterno, conforme al
estatuto de la pascua y
según su rito, así lo
hará. Tendréis un mismo
estatuto, tanto para el
peregrino como para el
nativo de la tierra |
|
|
|
|
|
CUARTA ALIA |
|
|
|
9:15 |
|
|
9:16 |
|
Así era de continuo; la nube lo
cubría (de día) y la
apariencia de fuego, de
noche. |
9:17 |
|
Y siempre que se alzaba la nube
de sobre la tienda, los
hijos de Israel
Levantaban en seguida el
campamento, y en el
sitio donde se detenía
la nube, allí mismo
acampaban los hijos de
Israel. |
9:18 |
|
Por orden del Eterno los hijos de
Israel se ponían en
marcha, y por orden del
Eterno acampaban; y todo
el tiempo que permanecía
la nube sobre el
Tabernáculo ellos
continuaban acampados. |
9:19 |
|
Y cuando la nube se detenía sobre
el Tabernáculo muchos
días, los hijos de
Israel cumplían lo
dispuesto por el Eterno
y no se movían. |
9:20 |
|
Mas también había veces en que
permanecía la nube pocos
días sobre el
Tabernáculo. Por orden
del Eterno acampaban, y
por orden del Eterno
levantaban el
campamento. |
9:21 |
|
Y había veces en que sólo se
detenía la nube desde la
tarde hasta la mañana;
mas cuando se alzaba la
nube por la mañana,
ellos se ponían en
marcha. O bien quedaba
un día y una noche y,
alzada la nube, en el
acto ellos levantaban el
campamento. |
9:22 |
|
Ya fuesen dos días, ya un mes o
un año que se detuviese
la nube sobre el
Tabernáculo,
permaneciendo sobre él,
continuaban acampados
los hijos de Israel y no
se movían, mas al
alzarse ella se ponían
en marcha. |
9:23 |
|
Por orden del Eterno acampaban y
por orden del Eterno
levantaban el
campamento, cumpliendo
lo dispuesto por el
Eterno, según la orden
del Eterno, por conducto
de Moisés. |
10:1 |
|
Y habló el Eterno a Moisés,
diciendo: |
10:2 |
|
Haz para ti dos trompetas de plata; batidas a martillo las harás, y te
servirán para convocar a
la congregación y para
hacer levantar los
campamentos. |
10:3 |
|
Y cuando las tocaren, se reunirá
a ti toda la
congregación a la
entrada de la tienda de
asignación. |
10:4 |
|
Mas si tocaren una sola, se
reunirán a ti los
príncipes, los cabezas
de los millares de
Israel. |
10:5 |
. |
Y cuando tocareis a manera de
trémolo, se pondrán en
marcha los campamentos
que están acampados en
la parte de oriente |
10:6 |
|
Y cuando tocareis a manera de
tremolo por segunda vez,
se pondrán en marcha los
campamentos que están
acampados al sur; así
tocarán a manera de
trémolo para su partida. |
10:7 |
|
Pero cuando se hubiere de
convocar la asamblea,
tocareis con nota larga
y no a manera de
trémolo. |
10:8 |
|
Y los hijos de Aarón, los
sacerdotes, tocarán las
trompetas, y esto os
será estatuto perpetuo
durante vuestras
generaciones. |
10:9 |
|
Y cuando estuviereis en guerra en
vuestra tierra contra el
adversario que os
oprime, haréis tocar a
manera de trémolo las
trompetas; y seréis
recordados ante el
Eterno, vuestro Dios, y
seréis salvados de
vuestros enemigos. |
10:10 |
|
Y en el día de vuestra alegría y
en vuestras fiestas
fijas, y en los
principios de vuestros
meses, tocaréis las
trompetas durante
vuestros holocaustos y
durante vuestros
sacrificios de paces; y
esto os servirá de
recuerdo ante el Eterno,
vuestro Dios; Yo |
|
|
|
|
|
QUINTA ALIA |
|
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|
|
Y los hijos de Israel se pusieron
en marcha, conforme a
sus jornadas, desde el
desierto de Sinay; y
posó la nube en el
desierto de Parán. |
|
|
Y los hijos de Israel continuaron
sus jornadas conforme a
la orden del Eterno, por
conducto de Moisés. |
|
|
Y emprendió la marcha primero la
bandera del campamento
de los hijos de Judá,
según sus huestes; y al
frente de su ejército
estaba Najshón, hijo de
Amminadav. |
|
|
Y sobre el ejército de la tribu
de los hijos de Isajar
estaba Netanel, hijo de
Tzuar. |
|
|
Y sobre el ejército de la tribu
de los hijos de Zebulón
estaba Eliav, hijo de
Jelón. |
|
|
Y fue desarmado el Tabernáculo, y
emprendieron la marcha
los hijos de Guereshón y
los hijos de Merarí,
portadores del
Tabernáculo. |
|
|
Y emprendió la marcha el
estandarte del
campamento de Rubén,
según sus huestes, y
sobre su ejército estaba
Elitzur, hijo de
Shedeur. |
|
|
Y sobre el ejercito de la tribu
de los hijos de Simón
estaba Shelumiel, hijo
de Tzurishadday. |
|
|
Y sobre el ejército de la tribu
de los hijos de Gad
estaba Elyasaf, hijo de
Deuel. |
|
|
Y se pusieron en marcha los
kehatitas, portadores de
los objetos del
santuario, y (los hijos
de Guereshón y Merarí)
armaban el Tabernáculo
antes de que ellos (los
kehatitas), llegaran. |
|
|
Y partió el estandarte del
campamento de los hijos
de Efraín, según sus
huestes, y sobre su
ejército estaba
Elishamá, hijo de
Ammihud. |
|
|
Y sobre el ejército de la tribu
de los hijos de Manasé
estaba Gamliel, hijo de
Pedahtzur. |
|
|
Y sobre el ejército de la tribu
de los hijos de Benjamín
estaba Avidan, hijo de
Guidoni. |
|
|
Y partió el estandarte del
campamento de los hijos
de Dan, que era la
retaguardia de todos los
campamentos, según sus
huestes; y sobre su
ejército estaba Ajiézer,
hijo de Ammishadday. |
|
|
Y sobre el ejército de la tribu
de Asher estaba Paguiel,
hijo de Ojrán. |
|
|
Y sobre el ejército de la tribu
de los hijos de Naftalí
estaba Ajirá, hijo de
Enán. |
|
|
Esta es la partida de los hijos
de Israel, por sus
ejércitos; así
emprendieron la marcha. |
|
|
Y dijo Moisés a Jovav, hijo de Reuel el midianita, suegro de Moisés: Vamos de partida hacia el lugar del
cual el Eterno dijo: Yo
os lo daré. Ven con
nosotros y te haremos
bien, porque el Eterno
ha prometido que traería
el bien sobre Israel. |
|
|
Y él le respondió: No iré;
solamente a mi tierra y
al lugar de mi
nacimiento volveré. |
|
|
Y dijo (Moisés): Te ruego que no
nos dejes, porque tú
conoces los sitios en
donde podemos acampar en
el desierto, y podrás
servirnos de ojos
(guía). |
|
|
Y si tú vinieres con nosotros,
nosotros haremos contigo
el mismo bien que el
Eterno hiciere con
nosotros, y te
beneficiaremos. |
|
|
Y partieron del monte del Eterno
y prosiguieron una
jornada de tres días, y
el arca del pacto del
Eterno iba delante de
ellos durante el camino
de tres días, para
descubrirles un lugar de
descanso. |
|
|
Y la nube del Eterno permanecía
sobre ellos de día,
desde que partieron del
campamento. |
|
|
|
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|
|
SEXTA ALIÁ |
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|
|
|
Y cuando ella se posaba, decía:
Reposa, oh Eterno, en
medio de las decenas de miles de millares (familias) de Israel. |
|
|
Y sucedió que el pueblo empezó a
quejarse de su mala
suerte a los oídos del
Eterno; y oyó el Eterno
y se encendió su ira, de
modo que ardió en medio
de ellos el fuego del
Eterno, y quemó a parte
de los indignos que
había en el campamento. |
|
|
Y clamó el pueblo a Moisés, y
Moisés oró al Eterno, y
el fuego se soterró. |
|
|
Y se le dio a aquel lugar el
nombre de Taverá, porque
había ardido entre ellos
el fuego del Eterno. |
|
|
Y la mezcla de gente que estaba
en medio de ellos fue
poseída por un fuerte
antojo, y regresaron y
lloraron con los hijos
de Israel, y dijeron:
¿quién nos dará a comer
carne? |
|
|
Nos acordamos del pescado que en
Egipto comíamos de
balde, de los pepinos y
de los melones, y de los
puerros y de las
cebollas y de los ajos. |
|
|
Mas ahora nuestra alma se seca;
no hay nada, no tenemos
ante nuestra vista sino
este maná. |
|
|
Y el maná era como la semilla de
cilantro, y su
apariencia era semejante
a la del cristal. |
|
|
El pueblo se esparcía y lo
recogía, y lo molían en
el molino o lo
machacaban en el
mortero, y lo cocían en
olla y hacían de él
tortas, y era su sabor
como la humedad del
aceite. |
|
|
Y de noche, cuando descendía el
rocío sobre el
campamento, descendía el
maná sobre él. |
|
|
Y oyó Moisés al pueblo llorando
por familias, cada cual
a la entrada de su
tienda; y se encendió la
ira del Eterno en gran
manera; y también a
Moisés le pareció mal. |
|
|
Y dijo Moisés al Eterno: ¿Por qué
has tratado mal a tu
siervo? Y ¿por qué no he
hallado gracia a tus
ojos, pues pusiste la
carga de todo este
pueblo sobre mí? |
|
|
¿Acaso he concebido yo a todo
este pueblo, y le he
parido para que Tú me
digas: "llévalo en tu
seno", como suele llevar
el ayo al niño de pecho,
a la tierra que juraste
dar a sus padres? |
|
|
¿De dónde conseguiré carne para
dar a toda esta gente
que está llorando sobre
mí, diciendo: "danos
carne que comamos"? |
|
|
No puedo yo solo llevar a todo
este pueblo, porque es
demasiado pesada la
carga para mí. |
|
|
Y si Tú haces así conmigo mátame,
te lo ruego, si he
hallado gracia a tus
ojos, para que yo no vea
mi desdicha. |
|
|
Y dijo el Eterno a Moisés:
Reúneme setenta hombres de los ancianos de Israel, de los que tú sabes que son ancianos
del pueblo y guardias
suyos, y los traerás a
la tienda de asignación,
y ellos estarán en pie
allí contigo. |
|
|
Y Yo descenderé y hablaré contigo
allí, y les ennobleceré
quitando una parte del
espíritu que está sobre
ti y poniéndolo en
ellos, para que ellos
lleven Juntamente
contigo la carga del
pueblo, y no la lleves
tú solo. |
|
|
Y dirás al pueblo: Preparaos para
el día de mañana y
comeréis carne; porque
habéis llorado a oídos
del Eterno diciendo:
"¿Quién nos dará a comer
carne? ¡Cuánto mejor era
para nosotros Egipto! "
Y os dará el Eterno
carne para que comáis. |
|
|
No por un día la comeréis, ni por
dos días, ni por cinco,
ni por diez días, ni por
veinte días; |
|
|
sino por todo un mes, hasta que
os fastidiéis de ella y
la rechacéis, porque
habéis tratado con
desprecio al Eterno que
está en medio de
vosotros, y habéis
llorado delante de El,
diciendo: "¿Para qué
salimos de Egipto?" |
|
|
Y dijo Moisés: Seiscientos mil
hombres de a pie es este
pueblo en medio del cual
estoy, y Tú dices: "Yo
les daré carne para que
coman por todo un mes". |
|
|
¿Acaso se degollarán para ellos
ovejas y vacas que les
basten? O ese juntarán
para ellos todos los
peces del mar y que les
basten? |
|
|
Y dijo el Eterno a Moisés: ¿Será
que el poder del Eterno
es limitado? Ahora mismo
verás si mi palabra se
te cumplirá o no. |
|
|
salió Moisés y refirió al pueblo
las palabras del Eterno,
y reunió setenta hombres
de los ancianos del
pueblo, y los hizo estar
en pie alrededor de la
tienda. |
|
|
Y apareció el Eterno en la nube y
habló con él; y tomó del
espíritu que estaba en
él y lo puso en los
setenta ancianos, y fue
así como posó sobre
ellos el espíritu, y
profetizaron aquel día y
después nunca más. |
|
|
Pero se habían quedado dos de
aquellos hombres en el
campamento, siendo el
nombre de uno Eldad, y
el nombre del segundo
Medad; y posó sobre
ellos el espíritu, pues
fueron contados entre
los inscritos pero no
habían ido a la tienda,
y ellos profetizaron
en el campameno. |
|
|
Y corrió el mozo, y lo anunció a Moisés y dijo: "Eldad y Medad están profetizando en el
campamento". |
|
|
Y respondió Josué, hijo de Nun,
ayudante de Moisés, uno
de sus mancebos
escogidos, y dijo: Señor
mío Moisés, encarcélalos. |
|
|
Y le respondió Moisés: ¿Estás
celoso por mi causa?
¡Ojalá que todo el
pueblo del Eterno fuese
profeta, poniendo el
Eterno su espíritu sobre
ellos! |
|
|
|
|
|
|
SÉPTIMA ALIÁ |
|
|
|
|
|
|
|
Y un viento partió del Eterno e
hizo volar codornices
desde el mar, y las
esparció sobre el
campamento, como espacio
de un día de camino por
una parte y como espacio
de un día de camino por
otra parte, alrededor
del campamento, y
(volaban) como a dos
codo |
|
|
Y el pueblo anduvo levantado todo
aquel día y toda aquella
noche y todo el día
siguiente, y recogieron
codornices, el que menos
recogió juntó diez
montones, y las
tendieron a secar, cada
cual para sí, en los
alrededores del
campamento. |
|
|
Y la carne estaba todavía entre
sus dientes, aún no
habían acabado de
digerirla, cuando se
encendió la ira del
Eterno contra el pueblo,
y el Eterno hirió al
pueblo con una plaga muy
grande. |
|
|
Y fue llamado aquel lugar
Kivrot-Hataavá (tumbas
de los antojadizos),
porque allí enterraron
al pueblo deseoso. |
|
|
Y de Kivrot-Hataava partió el
pueblo hacia Jatzerot, y
se quedaron en Jatzerot. |
|
|
Y hablaron Miriam y Aarón contra
Moisés, por causa de la mujer kushita que él tomó; porque mujer kushita había
tomado. |
|
|
Y dijeron: ¿Acaso tan sólo con
Moisés ha hablado el
Eterno? ¿No ha hablado
también con nosotros? Y oyó el
Eterno. |
|
|
Y aquel varón Moisés era muy
modesto, más que todos
los hombres que había
sobre la faz de la
tierra. |
|
|
Y habló súbitamente el Eterno a
Moisés y a Aarón y a
Miriam, diciendo: Salid
vosotros tres hacia la
tienda de asignación. Y salieron los tres. |
|
|
Y descendió el Eterno en una
columna de nube, y se
puso a la entrada de la
tienda, y llamó a Aarón
y a Miriam, y ellos dos
salieron. |
|
|
Y dijo: Escuchad, os ruego, mis
palabras. Si hubiese
profeta entre vosotros,
Yo, el Eterno, me daría
a conocer a él en
visión, o en sueños le
hablaría. |
|
|
¡No es así con mi siervo Moisés!
En toda mi casa, fiel es
él. |
|
|
Boca a boca (claramente) hablo
con él, y con palabras
claras y no con enigmas;
y la gloria del Eterno
contempla. ¿Por qué pues
no temisteis hablar
contra mi siervo Moisés? |
|
|
Y se encendió la ira del Eterno
contra ellos, y El se
retiró. |
|
|
Y la nube se apartó de sobre la
tienda; y he aquí que
Miriam estaba leprosa
(blanca) como la nieve.
Y Aarón se volvió hacia
Miriam, y he aquí que
estaba leprosa. |
|
|
Y dijo Aarón a Moisés: Te ruego,
señor mío, por favor no pongas sobre nosotros este pecado; porque hemos procedido insensatamente y
hemos pecado contra ti. |
|
|
Te ruego no sea ella como el que
sale muerto del seno de
su madre, que tiene ya
consumida la mitad de su carne . |
|
|
Y clamó Moisés al Eterno,
diciendo: ¡Dios, te
ruego, cúrala! |
|
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|
|
ULTIMA ALIA |
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|
Y fue encerrada fuera del
campamento por siete
días, y el pueblo no
siguió la marcha hasta
que fue recogida Miriam. |
|
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Y después de esto partió el
pueblo desde Jatzerot y
acamparon en el desierto
de Parán. |
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NOTAS EXPLICATORIAS:
Cuando encendieres las lámparas
Dios, que no precisa de luz, ordenó al hermano de Moisés encender
las lámparas del candelabro,
pues El quiere, según el
Midrash, que los israelitas
consideren la luz que brilla en
el Santuario como símbolo de la
antorcha de la verdad y de la
justicia que debe iluminar al
mundo.La paz y la tranquilidad
reinan en el universo cuando los
corazones están iluminados. La
Torah hace del día el símbolo de
la lucidez del espíritu y de la
serenidad de la conciencia
humana; y de la noche, las
tinieblas del espíritu y la
perturbación del corazón. Las
siete lámparas del candelabro
representan entre otras cosas,
los siete días de la semana, y
Aarón debía encenderlas todas,
pues no hay un día que no
necesite de luz, a fin de que
reine continuamente la victoria
moral sobre el oscurantismo.
Hacia la lámpara central del candelabro
Los siete brazos del
candelabro sirven de símbolo,
desde el año 1843, a los nobles
ideales de una de las
beneméritas instituciones
israelitas. Estos principios
son: luz, justicia, paz, verdad,
benevolencia, fraternidad y
armonía.
La Pascua en su tiempo señalado
Dios ordenó que el pueblo de Israel
celebrase en el desierto la
primera conmemoración de su
libertad: la fiesta de Pésaj,
conforme al ritual indicado en
el libro de Éxodo, capítulo 12.
Esta fue la primera y última
fiesta de Pésaj celebrada
durante su estadía en el
desierto, debido al hecho de que
los hijos de los que salieron de
Egipto no fueron circuncidados
hasta después de cuarenta años,
cuando lo hicieron por orden de
Dios a Josué, antes de entrar a
la tierra de Canaán. Aquí
celebraron la segunda fiesta de
Pésaj según el ritual (Josué,
capítulo 5, 2-12).Desde entonces
continuamos año tras año
celebrando la fiesta de Pésaj,
como aniversario de la
liberación del yugo de la
esclavitud física, lo cual nos
conduce al mismo tiempo a la
liberación de la esclavitud
espiritual, hacia la fe, la
virtud y una vida noble y
sagrada.
Celebraron la
Pascua en el mes primero
Después de esta
celebración no hubo otra pascua
hasta los tiempos de Josué, que
la celebró tras haber
circuncidado a los hijos de
Israel nacidos en el desierto,
puesto que según la Ley ningún
incircunciso podía celebrar la
pascua (ver Éxodo, 12, 49).
Impuro a causa
de cadáver
El ritual
del sacrificio de Pésaj tenía
que hacerse estando la persona
en estado talador (puro). Los
que no lo estaban o los que por
razones de fuerza mayor no
podían celebrarlo a su debido
tiempo (día 14 del mes de
Nisán), lo hacían un mes
después, esto es, el día catorce
del mes hebreo lyar. Pero esta
fecha no se considera día
festivo; tampoco es necesario
suprimir el fermento que se
encuentra en casa, como acontece
en la fiesta de Pésaj. Para
conmemorar este "segundo Pésaj"
(Pésaj shení), acostumbramos
actualmente comer en este día
platos hechos con matzá (pan
ázimo); tampoco se rezan en el
oficio religioso de este día los
tajanunim (ruegos especiales
para los días no festivos).
Algún peregrino
Se trata del prosélito, quien
tome sobre sí la obligación de
cumplir con todos los preceptos
de la Torah. Este trozo está
ligado a lo que fue escrito en
el libro de Exodo, 11, 34-38.
Dos trompetas de plata
Estas trompetas, llamadas en hebreo
jatzotzerot eran de plata y a
veces de cobre. Tenían un codo
de largo y eran estrechas por la
boquilla, ampliándose
gradualmente hacia el otro
extremo. Se usaban de acuerdo
con lo que dice este capítulo:
para reunir a la congregación y
a los príncipes; como señal de
partida para los campamentos;
como señal de guerra; en las
fiestas y durante el
ofrecimiento de los sacrificios
públicos. Según el Midrash
(Tanjumá), el uso de las
jatzotzerot sólo estuvo en vigor
durante la época de Moisés, pues
Josué, su sucesor, no las usó,
utilizando en cambio el shofar
durante la toma de Jericó (Josué
6, 5): "Y cuando tocaren
prolongadamente el cuerno de
carnero, así que oiréis el
sonido del shofar, todo el
pueblo gritará a gran voz y el
muro de la ciudad caerá debajo
de sí".
Jovav, hijo de Reuel, el midianita, suegro de Moisés
El suegro de Moisés tenía siete nombres:
Reuel, Yéter, Yitró, Jovav, Kení
y Putiel, pero su nombre
original era Yéter. Fue después
de que se convirtió al judaísmo
cuando se llamó Yitró. Los demás
nombres son calificativos que se
le dieron por sus cualidades,
como por ejemplo: Reuel, porque
se tornó amigo de Dios; Jovav,
porque amó a la Torah, etc.
Elazar, hijo de Aarón, había
tomardo a una de las hijas de
Yitró por mujer (Éxodo 6, 25).
En esta perashá la Toráh le
llama Jovav hijo de Reuel, a
causa de que el padre de Yitró
se llamaba también Reuel. Yitró,
después de aprender la ley de
Moisés, pidió que éste le dejase
ir al país de su nacimiento,
pero Moisés insistió en que
acompañase al pueblo de Israel,
prometiéndole parte de la
herencia que Dios daría a este
pueblo.
Cuando partía
el Arca
El
lector notará que en el texto
hebreo, antes de comenzar el
versículo 35, hay una nun
inversa, y al final del
versículo 36, otra igual. Según
el Talmud (Shabbat 116)
estos signos muestran que la
parte escrita entre las dos
nunin no está en su lugar, y
tendría que escribirse después
del versículo 17 del capítulo 2
de Números, pues aquí es donde
Moisés pronunció estas palabras.
Fueron puestas en el lugar
arriba mencionado, dice el
Talmud, para no escribir dos
acontecimientos tristes,
seguidos. El primero, o sea el
anterior a la primera nun, es el
de que los israelitas se
separaron del Eterno (verso 33),
como el niño que huye de la
escuela; y el segundo, después
de la segunda nun, es la queja
del pueblo por haber andado
durante tres días sin descansar,
no comprendiendo que Dios había
hecho esto a propósito, a fin de
hacerlos entrar inmediatamente a
la tierra de Israel; pero el
pueblo no mereció este favor.
Decenas de miles de millares
La palabra hebrea alfé
traducida generalmente por
"millares", significa aquí
"familias".
Setenta hombres de los Ancianos de Israel
Moisés escogió por orden de Dios a los
setenta hombres que habían sido
nombrados guardias de los
esclavos israelitas en Egipto,
porque tuvieron piedad de sus
correligionarios, sufriendo en
aquel tiempo el castigo que
correspondía a éstos (Exodo 5,
14). A propósito del número
setenta, el Midrash hace notar
que el número siete y sus
múltiplos fueron empleados
muchas veces en la Torah para
varios asuntos: siete días de la
semana; siete brazos del
candelabro sagrado; siete
semanas contadas a partir de la
ofrenda del ómer (gavilla de la
nueva cosecha de cebada), etc.;
y ahora setenta hombres de los
ancianos de Israel. Según el
Baal Haturim, estos setenta
hombres simbolizaban las setenta
almas que emigraron a Egipto
(Exodo 46, 27); las setenta
naciones que hay en la tierra;
los setenta calificativos del
Eterno; los setenta nombres por
los cuales fue llamado el pueblo
de Israel; y los setenta nombres
que tiene la ciudad de
Jerusalem.
Corrió el mozo
Según Rashí, se trata de
Guershom, hijo de Moisés.
Encarcélalos
Estos dos hombres que
profetizaban en el campamento,
eran candidatos a los setenta
ancianos que Moisés debía
escoger de entre las doce tribus
en partes iguales. Pero como
esto no era posible, a causa de
que la cifra 70 no es divisible
por 12, él escogió siete
ancianos de cada tribu, sumando
un total de setenta y dos. Luego
puso 72 votos en una urna:
setenta llevaban la palabra
zakén (anciano) y dos estaban en
blanco. Cuando cada uno de los
72 delegados probaron su suerte,
Eldad y Medad sacaron los dos
votos en blanco, por lo que no
resultaron elegidos; aun así, el
espíritu de la profecía se posó
también sobre ellos, y
profetizaron en el campamento.
Fue entonces cuando Josué, el
ayudante. de Moisés, le dijo:
"Señor mío Moisés, encarcélalos,
pues ellos profetizan diciendo:
Moisés va a morir y Josué, hijo
de Nun, es quien le sucederá". A
lo que el sabio legislador
respondió: "¡Ojalá que todo el
pueblo del Eterno fuese profeta,
poniendo el Eterno su espíritu
sobre ellos! " (Así la humanidad
podría perfeccionarse).
Por causa de la mujer kushita
Según el exegeta Rashí, se
trata de Seforá, cuya belleza
era reconocida por todos del
mismo modo que contrasta la
negrura de una etíope.
No pongas sobre nosotros este pecado
Según el Midrash, Miriam y Aarón hablaron
contra Moisés al tomar
conocimiento de que éste había
dejado de tener relaciones
conyugales con su esposa Seforá.
Supieron esto porque Seforá,
comentando la revelación del
espíritu de Dios sobre los
ancianos, dijo: "Las esposas de
éstos deberían llorar en lugar
de alegrarse, pues Moisés, mi
esposo, desde que recibió el
espíritu de Dios no se aproxima
más a mí". Fue al oír estas
palabras cuando Miriam y Aarón
dijeron: "¿Por ventura solamente
con Moisés habló el Eterno?
Ciertamente también con nosotros
habló", y con todo no dejamos de
cumplir nuestra obligación de
marido y esposa. Aarón y Miriam
fueron castigados con la pena
que merecen los calumniadores:
la lepra. Aarón fue, según el
Midrash, curado
instantáneamente, pero Miriam,
la principal culpable, sufrió
esta enfermedad durante siete
días. En lo que se refiere a
Moisés, él fue también en esta
circunstancia, noble y
benevolente, perdonando a su
hermano y rogando en favor de su
hermana, que fue curada con esta
breve y expresiva oración de
cinco palabras: El na refá na lá
-te ruego, oh Dios,
cúrala-(verso 13).
La mitad de su carne
El significado de este
versículo es el siguiente: "no
sea ella igual a un muerto, pues
dado que ella salió del vientre
de nuestra madre, esto sería
como si fuese consumida la mitad
de nuestra carne".
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