Lectura Mediante Robot - Devarim 14:22 al 16:17 y 1 Melajim 8:54 al 9:1
Por Eliyahu BaYonah Ben Yossef, Director
Shalom Haverim Org.
New York
Aliyot es el plural hebreo de Aliá o
Aliyá que significa "subir". Cada vez
que una persona - Olé- sube a la Bimá
debe recitar la Braja -Bendicion- antes
de comenzar el Baal Koréh -בעל
קורא
- la Lectura y al cerrar la misma. Esto
se hace cada vez que el Baal Koréh lee
la Porción -Parashá- correspondiente.
El Maftir es la última persona que se
llama a la Bimá y es invitada a leer la
porción de la Haftará -Profetas-
al kis'o lo yeshev zar, velo yinjalu od
ajerim et kevodo, ki veshem
kodsheja nishbata lo, shelo
yicbej nero le'olam va'ed.
Baruj atáh Adonay, magén David.
EN ESPAÑOL
Devarim 14:22 al 16:17 y Números 29: 35 al 30:1
¡Bendecid al Eterno, el Bendito!
Bendito es el Eterno, el Bendito
para siempre.
Bendito seas Tu, oh Eterno
nuestro Dios, Rey del universo
que nos elegiste entre todos los
pueblos y nos diste Tu Toráh,
Bendito seas, oh Eterno, que nos
concediste la Toráh.
Bendito seas, oh Eterno, que nos
concediste la Toráh.
AMEN
Ciertamente separarás el diezmo de
todo el producto de tus
simientes que el campo produce
año por año,
y lo comerás delante del Eterno, tu Dios,
en el lugar que El escogiere
para hacer habitar allí su
nombre; el diezmo de tu cereal,
de tu mosto y de tu aceite, y
los primogénitos de tu ganado mayor y menor, a fin de que aprendas a temer al Eterno,
*
Mas si el camino fuere demasiado largo
para ti, de manera que no
pudieres llevarlo por estar
demasiado lejos de ti el lugar
que escogiere el Eterno, tu
Dios, para poner allí su nombre,
pues te ha de bendecir el
Eterno, tu Dios, y tendrás
producción abundante
entonces lo convertirás en dinero, y
atarás el dinero en tu mano e
irás al lugar que escogiere el
Eterno, tu Dios,
y gastarás el dinero en todo lo que
descare tu alma, en ganado mayor
o menor o en vino añejo, o en
cualquier cosa que te pidiere tu
alma; y comerás allí delante del
Eterno tu Dios, y te
regocijarás, tú y tu casa;
y al levita que habitare dentro de tus
ciudades, no le abandonarás (no
dándole el primer diezmo),
porque no tiene parte ni
herencia contigo.
Al fin de cada tercer año, sacarás todo el diezmo de tus productos de aquel
año, y lo depositarás en tus
ciudades, *
y vendrá el levita, que no tiene parte ni herencia contigo, y el peregrino, y el huérfano, y la viuda que habitan en tus ciudades, y comerán y
se saciarán, para que te bendiga
el Eterno, tu Dios, en toda obra
de tu mano que hicieres. **
Y ésta será la manera del año sabático:
todo acreedor que prestó a su
compañero, lo dejará; no lo
exigirá de su compañero o de su
hermano, por haber llegado el
año sabático para el Eterno.
Con todo, no habrá en medio de ti menesteroso, porque el Eterno te bendecirá
abundantemente en la tierra que
el Eterno, tu Dios, te da en
herencia. para que la poseas,
*
con tal de que oigas atentamente la voz
del Eterno, tu Dios, para
guardar y cumplir todo este
mandamiento que yo te prescribo
hoy.
Porque el Eterno, tu Dios, te ha
bendecido como te tiene hablado,
y tú podrás prestar a muchas
naciones, mas no tendrás que
pedir prestado; y tendrás
dominio sobre muchas naciones,
mas ellas no tendrán dominio
sobre ti.
Cuando hubiere en medio de ti un
menesteroso entre tus hermanos,
en alguna de tus ciudades, en la
tierra que el Eterno tu Dios te
da, no endurecerás tu corazón ni
cerrarás tu mano a tu hermano
menesteroso;
sino que ciertamente le abrirás tu mano,
y sin falta le prestarás lo
suficiente para lo que le
faltare.
Guárdate de que no haya en tu corazón
cosa perversa, ni digas: "se va
acercando el año séptimo, el año
sabático", de modo que tu ojo
sea malo para con tu hermano
menesteroso y no le des nada, y
él clame contra ti al Eterno, y
haya en ti pecado.
Aunque sea muchas veces le darás, y que
tu corazón no se malee cuando le
dieres, porque a causa de esto
te bendecirá el Eterno, tu Dios,
en toda tu obra y en todo
aquello en que pusieres tu mano.
Porque nunca dejará de haber menesterosos
en medio de la tierra; por
tanto, yo te ordeno diciendo:
Ampliamente has de abrir tu mano
a tu hermano, o sea a tu pobre y
a tu menesteroso en tu tierra.
Si fuere vendido a ti tu hermano el
hebreo o hebrea, te servirá seis
años, y en el séptimo lo dejarás
ir libre de ti.
Y cuando le dejares ir libre de ti, no le
enviaras con las manos vacías,
sino que le cargarás proveyéndole de tu
rebaño y de tu era y de tu
bodega; de aquello en que te
haya bendecido el Eterno, tu
Dios, le darás.
Y recordarás que tú fuiste siervo en la
tierra de Egipto, y que el
Eterno, tu Dios, te redimió; por
tanto yo te ordeno esto hoy.
Y si él te dijere: "no saldré de tu
servicio", porque te ama a ti y
a tu casa, porque le va bien
contigo
entonces tomarás una lezna y le horadarás
su oreja (derecha junto a la
puerta, y él será tu siervo para
siempre (hasta el año del
jubileo). Y también
con tu sierva harás del mismo
modo. *
No será a tus ojos cosa dura cuando le
enviares de ti libre, puesto que
durante seis años te sirvió el
doble de lo que corresponde al
salario de un jornalero; y así
te bendecirá el Eterno, tu Dios,
en todo lo que hicieres.
Todo primogénito, siendo macho, que
naciere en tu ganado mayor o
menor, lo consagrarás al Eterno,
tu Dios; no harás ningún
servicio con el primogénito de
tu toro vaca), ni esquilarás al
primogénito de tus ovejas;
delante del Eterno, tu Dios, los comerás,
tu sacerdote y los de tu casa,
de preferencia antes de que
tengan un año, en el lugar que
escogiere el Eterno.
Mas si hubiere en él algún defecto, ya
fuere cojo o ciego, o con
cualquier otro defecto grave, no
lo sacrificarás al Eterno, tu
Dios;
dentro de tus ciudades lo comerás; el
impuro del mismo modo que el
puro lo podrán comer juntamente,
así como se come el corzo y el
ciervo.
Solamente su sangre no comerás; sobre la
tierra la derramarás como agua.
Estate alerta desde antes que llegue,
para observar el mes de Aviv
(primavera), y celebrarás la pascua. en honor del Eterno, tu Dios, porque en el mes de
Aviv, de noche, te sacó el
Eterno, tu Dios, de Egipto,
*
y sacrificarás la pascua al Eterno, tu
Dios, de las ovejas y de las
vacas, en el lugar que el Eterno
escogiere para hacer habitar
allí su nombre.
No comerás con ella leudo; siete días
comerás con ella panes ázimos,
pan de aflicción, porque aprisa
salista de tierra de Egipto,
para que te acuerdes del día en
que saliste de la tierra de
Egipto, todos los días de tu
vida.
Y no será vista contigo levadura en todo
tu territorio, por siete días; y
no quedará de la carne del
cordero pascual que sacrificares
en la. tarde del primer día,
nada hasta la mañana.
No podrás sacrificar el cordero de la
pascua en cualquiera de tus
ciudades que el Eterno, tu Dios,
te da,
sino que en el lugar que escogiere el
Eterno, tu Dios, para hacer
habitar allí su nombre, has de
sacrificar el cordero de la
pascua por la tarde; al ponerse
el sol lo comerás, al mismo
tiempo en que saliste de Egipto;
y lo asarás y lo comerás en el lugar que
escogiere el Eterno, tu Dios; y
regresarás por la mañana del
segundo día, y volverás a tu
morada.
Seis días comerás panes ázimos, y en el
día séptimo habrá asamblea
solemne en honor del Eterno, tu
Dios; ningún trabajo harás.
Siete semanas contarás para ti; desde que
la hoz corte el ómer,
principiarás a contar siete
semanas.
Y celebrarás la fiesta de las semanas al
Eterno, tu Dios; con lo que
pudieres dar de tu mano darás,
de acuerdo con lo que te haya
bendecido el Eterno tu Dios.
Y deberas alegrarte ante el Eterno, tu
Dios, en el lugar que el Eterno
elija parqa hacer reposar alli
Su Nombre, tú y tu hijo, y tu
hija, y tu siervo, y tu sierva,
y el levita que reside dentro de
tus ciudades, juntamente con el
prosélito y el huérfano y la
viuda que habitan en medio de
ti.
Y acuérdate de que tú fuiste siervo en
Egipto; por tanto guardarás y
cumplirás estos estatutos.
La fiesta de las cabañas celebrarás
por siete días, cuando hayas
recogido el producto de tu era y
de tu vendimia.
Y te regocijarás en tu fiesta, tú y tu
hijo, y tu hija, y tu siervo, y
tu sierva, y el levita, y el prosélito, y el huérfano, y la viuda, que habitan dentro de tus ciudades. *
Siete días celebrarás fiesta solemne al
Eterno, tu Dios, en el lugar que
escogiere el Eterno; porque el
Eterno, tu Dios, te bendecirá en
todos tus productos y en toda la
obra de tus manos; por tanto
estarás ciertamente alegre.
Tres veces en el año se presentarán todos
tus varones delante del Eterno,
tu Dios, en el lugar que El
escogiere; en la fiesta de los
ázimos, y en la fiesta de las
semanas, y en la fiesta de las
cabañas; y no se aparecerán
delante del Eterno con las manos
vacias.
cada uno (hará ofrendas) según sus
posibilidades, conforme a la
bendición que el Eterno, tu
Dios, te haya dado.
Y presentaréis en holocausto, como ofrenda de fuego
para ser aceptada con agrado por
el Eterno, un novillo, un
carnero, siete corderos de un
año, sin defecto;
su ofrenda vegetal y sus libaciones serán
correspondientes al novillo, al
carnero y a los corderos, según
el número de ellos, conforme al
reglamento;
y un cabrito como ofrenda por el pecado, además del
holocausto continuo, y su
ofrenda vegetal y su libación.
Estos (sacrificios) ofreceréis al Eterno en vuestras
fiestas solemnes, además de
vuestras (ofrendas) de votos,
ofrendas voluntarias para
vuestros holocaustos, vuestras
ofrendas vegetales y vuestras
libaciones, y de vuestros
sacrificios de paces.
Y dijo Moisés a los hijos de Israel, conforme a todo
lo que el Eterno había ordenado
a Moisés.
Bendito seas Tu oh Eterno
nuestro Dios, Rey del Universo
que nos diste (Tu Torah), la
Toráh de la Verdad, e
implantaste en nosotros la Vida
Eterna.
Bendito seas, oh Eterno, que nos
concediste la Toráh.
(TODOS DICEN AMEN)
LECTURA DE LA HAFTARÁ /span>
1 Reyes 8:54 -
8:66; 9:1
&
Bendito seas Tú, Eterno Dios nuestro y
Rey del Universo, que escogiste
buenos profetas y te complaciste
en sus palabras, que fueron
enunciadas con verdad.
Bendito seas Tú, Eterno, que escogiste la
Torah, a Moisés Tu siervo, a Tu
pueblo Israel y a profetas de la
verdad y y de la rectitud.
Y ocurrió que al concluir Salomón de orar
ante El Eterno toda la oración y
la plegaria esta; se levantó de
ante el Altar de El Eterno, de
arrodillarse, y las palmas de
sus manos estaban extendidas
hacia el cielo.
Se puso de pie y bendijo a toda la
congregación de Israel en voz
alta diciendo:
Bendito sea El Eterno que concedió reposo
a Su pueblo Israel según todo lo
que había hablado; no ha fallado
ni una palabra -de toda Su
Palabra buena- que había hablado
por medio de Moisés, Su
servidor.
Que esté El Eterno nuestro Dios con
nosotros, como ha estado con
nuestros padres, que no nos
abandone ni nos desampare.
Para hacer inclinar nuestro corazón hacia
El, para caminar por todas Sus
sendas, para observar Sus
mandamientos; Sus fueros y Sus
leyes, lo que ha ordenado a
nuestros padres.
Y que sean mis palabras estas -lo que he
suplicado ante El Eterno-
cercanas a El Eterno nuestro
Dios de día y de noche, para
vindicar la causa de Su servidor
y la causa de Su pueblo Israel,
lo necesario día a día.
Para que hayan de saber todos los pueblos
de la tierra que El Eterno es
Dios, no hay más.
Habrá de estar vuestro corazón en paz con
El Eterno nuestro Dios. para
caminar en Sus fueros y para
observar Sus mandamientos como
el día este.
Y el rey y todo Israel con él,
sacrificaban sacrificio ante El
Eterno.
Sacrificó Sacrificó el sacrificio
shelamím -que había ofrecido
ante El Eterno-, vacunos:
veintidos mil, y ovinos ciento
veinte mil. Inauguraron la Casa
de Dios, el rey y todos los
hijos de Israel.
En el día aquel, consagró el rey la
superficie del Atrio -que está
delante de la Casa de El Eterno-
pues había ofrecido allá el
holocausto y la oblación, y los
sebos de shelamím; ya que el
Altar de cobre que estaba ante
El Eterno era pequeño para
contener el holocausto y la
oblación y los sebos de
shelamím.
Y celebró Salomón en aquel tiempo la
Festividad, y todo Israel con
él, una gran congregación, desde
el acceso de Hamat hasta el
arroyo de Egipto, -ante Dios,
nuestro Dios.- siete días y
siete días: catorce días.
En el día octavo envió al pueblo, ellos
bendijeron al rey; se marcharon
a sus tiendas, gozosos y con
regocijo de corazón, por toda la
bondad que había hecho El Eterno
a David, Su servidor, y a
Israel, Su pueblo.
Y aconteció que cuando Salomón hubo
acabado de edificar la casa del
Señor, y la casa del rey, y
cuando se hubo cumplido todo
aquello Salomón deseaba hacer,
Bendito seas Tú,
Eterno, Dios nuestro y Rey del
Universo, fuerte de todos los
mundos, justo en todas las
generaciones; Dios fiel, que
dice y obra, que promete y
cumple, cuyas palabras son
verdad y justicia.
Fiel eres Tú,
Eterno, Dios nuestro, y tus
promesas son merecedoras de fe;
ninguna de Tus palabras dejará
de cumplirse, porque Tú eres
Dios y Rey fiel (y piadoso).
Bendito seas Tú,
Eterno, Dios fiel en todas tus
palabras. -Amen
Ten piedad de Sión,
pues es el hogar de nuestra
vida, y salva a esa ciudad
afligida de espíritu, pronto y
en nuestros días.
Bendito seas Tú,
Eterno, que alegras a Sión en
sus hijos.
Alégranos, oh
Eterno, Dios nuestro, con la
llegada de Elías, tu profeta y
servidor, y con el reinado de
David tu ungido.
Llegue pronto su advenimiento y
haga regocijar nuestros
corazones.
No permitas que
extraños se sienten en su trono,
ni que otros hereden de su
gloria, pues por tu santo nombre
le juraste que su luz jamás se
extinguirá.
Cada tercer año
Si no separó los diezmos del primer y
del segundo año de la shemitá en su
tiempo, debía hacerlo en el tercer año.
*
El
levita
Para recibir el primer diezmo que le
pertenecía por ley, según Números 18,
21. *
El peregrino, y el
huerfano y la viuda
Con el fin de recibir el diezmo del
pobre, que debía ser suficiente para sus
necesidades alimenticias. Sólo haciendo
partícipes a los otros de sus bienes, es
como puede merecer la persona la
bendición de Dios en toda obra de sus
manos.*
El año Sabático
Todo año séptimo desde la fecha de la
creación del mundo, es un año sabático (shemitá).
En él estaba prohibido todo trabajo del
campo, como arar, sembrar, etc. para que
la tierra descansase según el
mandamiento de la Torah. En el primer y
segundo año de la shemitá, el israelita
debía separar, de lo que producía la
tierra, el primer diezmo (maaser
rishón), destinado al levita, y
el segundo (maaser shení)
para sí mismo, comiéndolo en Jerusalem.
Así hacía también en el cuarto y quinto
año. Pero en el tercero y en el sexto
año de la shemitá separaba el primer
diezmo y el diezmo del pobre (maaser
aní) destinado a los
desposeídos, peregrinos, huérfanos y
viudas. *
En poder de tu
hermano lo dejarás El
año sabático anulaba las deudas
contraídas verbalmente o por escrito.
Aquellas para las que se entregaba
alguna prenda o algún terreno como
garantía, no quedaba anuladas. En
opinión de la mayoría de nuestros
rabinos, esta ley debe seguir y sigue
aún hoy en vigor, y los israelitas
ortodoxos practican los préstamos por
medio del prozbol,
instituído por el sabio Hilel a fin de
poder cobrarlos aunque pasen el año
sabático. De acuerdo con el prozbol, se
procede así: el acreedor va ante tres
entendidos de la Ley de Moisés,
constituidos en tribunal religioso, y
les dice: "Declaro ante vosotros que el
préstamo que hice a Fulano podrá
cobrarlo cuando quiera" (aún después del
año sabático). Y ellos escriben lo
siguiente: "En presencia de nosotros
tres, constituidos en tribunal
religioso, declaramos unánimemente que
vino Fulano como acreedor y nos hizo la
declaración escrita arriba". Firman
entonces como jueces y como testigos.
Hay opiniones de que el prozbol puede
hacerse también verbalmente ante tres
testigos. *
Con tu sierva
harás del mismo modo
Se refiere a lo que está escrito en el
versículo 14, puesto que no se
agujereaba la oveja de la sierva.
*
Celebrarás la
Pascua
Además del cordero pascual, que podía
ser igualmente un cabrito, se hacían
otros sacrificios de ganado como
ofrendas festivas, llamadas Korbán
Jaguigá. Desde el comienzo del
capítulo 16 hasta el versículo 17, la
Toráh trata de las tres fiestas
denominadas shalosh regalim
(las tres fiestas de peregrinaje).
Cuando existía el Templo en Jerusalem,
todo varón debía acudir durante estas
tres fiestas a él, para agradecer a Dios
los frutos que había recogido; no debía
ir con las manos vacías (ver versículos
16-17). Aunque el significado de Pésaj,
Shavuot y Sucot tenían relación con la
tierra, estas fiestas se convertían
respectivamente en fiesta de la
libertad, fiesta de la promulgación de
la Ley y fiesta de la travesía del
desierto. Cada una tiene relación
directa con las otras dos. Pésaj es la
salida de Egipto, la liberación;
Shavuot, es la constitución moral y
espiritual de Israel; y Sucot, su
constitución civil y territorial. Las
tres son fiestas de alegría y épocas de
regocijo (moadim lesimjá),
porque nos sitúan en presencia de Dios,
de la naturaleza y de nuestra milagrosa
historia. *
El proselito,
el huerfano y la viuda
La Parashá de Reé habla varias veces
(ver capítulo 15, 7-11) de uno de los
más sagrados deberes sociales: el de
socorrer al necesitado. Esto se
considera como una de las primordiales
virtudes humanas; es un mandamiento
positivo del judaísmo. Todo hombre, aún
aquél que se mantiene de limosna, tiene
obligación de practicar la caridad. Se
socorre a todo el que extiende la mano,
aún a los idólatras. Las mujeres son más
tímidas y débiles que los hombres, por
lo que hay que ayudarlas primero. Los
parientes pobres tienen prioridad sobre
los extraños. Según el Talmud, tanto la
riqueza como la pobreza vienen de Dios,
a fin de probar a las personas; al rico,
para que emplee dignamente su dinero, y
al pobre para que siga el camino recto a
pesar de las tentaciones. El rey Salomón
dijo: "No me des pobreza ni riqueza;
dame el pan que me sea necesario, no sea
que me harte y te niegue y diga: ¿quién
es el Eterno? O no sea que siendo pobre,
hurte y blasfeme el nombre de Dios"
(Proverbios 30, 8-9). *
Ningún
trabajo servil haréis Según el Midrash (Bamidbar 21),
durante los siete días de Sucot se
ofrecían setenta holocaustos por la paz
y el bienestar de las setenta naciones
existentes en el mundo. Pero los
sacrificios del octavo día de esta
fiesta se dedicaban solamente al pueblo
de Israel. Es por ello por lo que el
versículo 35 dice lajem (para vosotros).
Comentarios a la Haftará
Lectura de la Torá.- La porción de la Tora
para la Fiesta de Shemini Atseret
(Deuteronomio 14:22 al 16:17) es la
misma que se lee para los últimos días
de Pesaj y Shavuot, pero con la
diferencia que si los días de Pesaj y
Shavuot caen en miércoles, entonces la
lectura comienza desde el verso 15:9,
donde se menciona a cada primogénito.
Solamente en Shabat, cuando se llaman a
la Torá a siete personas en vez de cinco
como ahora y se necesitan mas versos,
entonces se comienza como la lectura
actual desde, "Cada año deberás quitar
el diezmo de todo el producto de tu
cosecha..."
En Shemini Atseret, de la misma manera se
lee desde el anterior verso porque esta
es la temporada cuando la gente disfruta
entregando sus diezmos a los pobres y
los necesitados. De la misma manera que
las cosechas son recoilectadas en esta
temporada, en Shemini Atseret es el
tiempo cuando es especialmente
importante para todos los judíos
compartir su prosperidad con los mas
necesitados.
Lectura de la Haftará.- La lectura de la
Haftará del Segundo Día de Sukot se
refiere al comienzo de la Dedicacion del
Templo de Salomón. La Haftará de hoy es
la conclusión sobre el mismo
particular. Como se establece en la
lectura, la celebración por la
Dedicación del nuevo Templo se extendió
durante todos los Siete días de la
Fiesta de Sukot. Hoy encontramos en la
Haftará que el rey Salomón da la
bendición a todo el pueblo y finalmente,
en el Octavo Día -Shemini Atseret- él le
dice al pueblo que ya quedan en libertad
de partir a sus regiones y posesiones.
De acuerdo a Rabí Yehuda, el rey Salomón
santificó el piso de piedra del Patio
del Templo, así las ofrendas podian ser
quemadas allí, ya que el Altar no era
demasiado grande para la enorme cantidad
de ofrendas que fueron traídas durante
la Dedicación. Rabí Yose no está de
acuerdo con esta opinión y dice que el
Altar del Templo era tan suficientemente
grande que podía quemar todas las
ofrendas que trajeron.
El Altar original construido por Moisés era
de Cobre, mientras que el construido por
Salomón era de piedra, pero se le
llamaba el Altar de Cobre ya que era el
nombre que se había venido usando por
cientos de años.
Agradecimientos a la Org. Or Somayach.
Escrito y Recopilado por: Rabino Yaakov Asher Sinclair. A Metzorá Publicaciones. Editado por
Eliyahu BaYona.