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BEMIDBAR - NÚMEROS

CAPÍTULO 32

 

 

Este Capítulo de la Torá está dedicado a la Memoria de:

José -Yosef- BaYona Vila, Z''TL (Zejer Tzadik Livrajá)

 

 

 32:1    Y mucho ganado tenían los hijos de Rubén y los hijos de Gad, y era en gran cantidad; y vieron la tierra de Yaser y la tierra de Guilad, y he aquí que el sitio era lugar para ganado.

Umikneh rav hayah liveney Re'uven velivney-Gad atsum me'od vayir'u et-erets Yazer ve'et-erets Gil'ad vehineh hamakom mekom mikneh.

32:2     Y fueron los hijos de Gad y los hijos de Rubén y hablaron a Moisés y al sacerdote Elazar y a los príncipes de la congregación, diciendo:

Vayavo'u vney-Gad uvney Re'uven vayomru el-Moshe ve'el-El'azar hakohen ve'el-nesi'ey ha'edah lemor.

32:3     Atarot y Divón, y Yazer y Nimrá y Jeshbón y Elalé, y Sevam y Nevó, y Beón,

Atarot veDivon veYazer veNimrah veJeshbon ve'El'aleh uSvam uNevo uVe'on.

32:4     la tierra que hirió el Eterno delante de la congregación de Israel, es tierra propia para ganado, y tus siervos tienen ganado.

Ha'arets asher hikah Adonay lifney adat Yisra'el erets mikneh hi vela'avadeyja mikneh.

32:5     Y dijeron: Si hemos hallado gracia a tus ojos, dése esta tierra a tus siervos por posesión, y no nos hagas pasar el Jordán. (1)

Vayomru im-matsanu jen be'eyneyja yutan et-ha'arets hazot la'avadeyja la'ajuzah al-ta'avirenu et-haYarden.

32:6     Y dijo Moisés a los hijos de Gad y a los hijos de Rubén: ¿Por ventura vuestros hermanos irán a la guerra y vosotros os quedaréis aquí?

Vayomer Moshe livney-Gad velivney Re'uven ha'ajeyjem yavo'u lamiljamah ve'atem teshvu foh.

32:7     Y ¿por qué queréis desanimar el corazón de los hijos de Israel para que no pasen a la tierra que les ha dado el Eterno?

Velamah teni'un et-lev bney Yisra'el me'avor el-ha'arets asher-natan lahem Adonay.

32:8     Así hicieron vuestros padres cuando los envié desde Cadesh Barnea para ver la tierra;

Koh asu avoteyjem besholji otam miKadesh Barnea lir'ot et-ha'arets.

32:9     pues subieron hasta el torrente (valle) de Eshkol y vieron la tierra, y desanimaron el corazón de los hijos de Israel para que no entrasen a la tierra que les había dado el Eterno;

Vaya'alu ad-najal Eshkol vayir'u et-ha'arets vayani'u et-lev bney Yisra'el levilti vo el-ha'arets asher-natan lahem Adonay.

32:10   y se encendió la ira del Eterno en aquel día, y juró diciendo:

Vayijar-af Adonay bayom hahu vayishava lemor.

32:11   Ciertamente no verán aquellos hombres que subieron de Egipto de edad de veinte años para arriba, la tierra que prometí con juramento a Abraham, a Isaac y a Jacob, porque no perseveraron en seguirme,

Im-yir'u ha'anashim ha'olim miMitsrayim miben esrim shanah vamalah et ha'adamah asher nishbati le-Avraham le-Yitsjak ule-Ya'akov ki lo-mil'u ajaray.

32:12   salvo Kalev, hijo de Yefunné el kenizzita, y Josué, hijo de Nun, porque ellos perseveraron en seguir al Eterno.

Bilti Kalev ben-Yefuneh haKnizi viYehoshua bin-Nun ki mil'u ajarey Adonay.

32:13   Por tanto, se encendió la ira del Eterno contra Israel, de modo que los hizo andar errantes por el desierto cuarenta años, hasta que se acabó toda aquella generación que había procedido mal a los ojos del Eterno.

Vayijar-af Adonay beYisra'el vayeni'em bamidbar arba'im shanah ad-tom kol-hador ha'oseh hara be'eyney Adonay.

32:14   Y ahora, he aquí que vosotros os habéis levantado en lugar de vuestros padres, como discípulos de hombres pecadores, para aumentar todavía más el ardor de la ira del Eterno contra Israel.

Vehineh kamtem tajat avoteyjem tarbut anashim jata'im lispot od al jaron af-Adonay el-Yisra'el.

32:15   Porque si dejáreis de seguirlo, también El volverá a dejaros en el desierto, y vosotros arruinaréis a todo este pueblo.

Ki teshuvun me'ajarav veyasaf od lehanijo bamidbar veshijatem lejol-ha'am hazeh.

32:16   Entonces ellos se acercaron a él y le dijeron: Edificaremos aquí corrales para nuestro ganado y ciudades para nuestros hijos,

Vayigshu elav vayomeru gidrot tson nivneh lemiknenu poh ve'arim letapenu.

32:17   y nosotros nos armaremos rápidamente para marchar al frente de los hijos de Israel, hasta que los hayamos introducido en su lugar; entre tanto, habitarán nuestras familias en las ciudades fortificadas, a causa de los moradores del país.

Va'anajnu nejalets jushim lifney bney Yisra'el ad asher im-havi'onum el-mekomam veyashav tapenu be'arey hamivtsar mipney yoshvey ha'arets.

32:18   No nos volveremos a nuestras casas hasta que los demás hijos de Israel tengan en posesión cada uno su propia herencia.

Lo nashuv el-bateynu ad hitnajel bney Yisra'el ish najalato.

32:19   Porque nosotros no tendremos herencia con ellos de la otra parte del Jordán y mas allá, porque recibimos nuestra herencia de esta parte del Jordán, hacia donde nace el sol.

Ki lo ninjal itam me'ever la-Yarden vahal'ah ki va'ah najalatenu eleynu me'ever haYarden mizrajah.

32:20   Y les dijo Moisés: Si hiciereis esto, si os armáreis para marchar delante del Eterno a la guerra,

Vayomer aleyhem Moshe im-ta'asun et-hadavar hazeh im-tejaltsu lifney Adonay lamiljamah.

32:21   y cada uno de vosotros, armado, pasare el Jordán ante el Eterno hasta que El haya expulsado a sus enemigos delante de Sí

Ve'avar lajem kol-jaluts et-haYarden lifney Adonay ad horisho et-oyevav mipanav.

32:22   y la tierra esté sojuzgada delante del Eterno, y después de esto volviereis, entonces estaréis desobligados para con el Eterno y para con Israel, y será esta tierra posesión vuestra ante el Eterno.

Venijbeshah ha'arets lifney Adonay ve'ajar tashuvu viheyitem neki'im me'Adonay umiYisra'el vehayetah ha'arets hazot lajem la'ajuzah lifney Adonay.

32:23   Y si no lo hiciereis así, he aquí que habréis pecado contra el Eterno, y sabed que vuestro pecado os alcanzara.

Ve'im-lo ta'asun ken hineh jatatem l'Adonay ude'u jatatjem asher timtsa etjem.

32:24   Edificaos pues ciudades para vuestras familias (2) y corrales para vuestros rebaños, y haced lo que habéis prometido.

Bnu-lajem arim letapjem ugderot letsona'ajem vehayotse mipijem ta'asu.

32:25   Y respondieron (a una voz) los hijos de Gad y los hijos de Rubén a Moisés, diciendo: Tus siervos harán como ordena mi señor (Moisés).

Vayomer bney-Gad uvney Re'uven el-Moshe lemor avadeyja ya'asu ka'asher adoni metsaveh.

32:26   Nuestros niños, nuestras mujeres, nuestro ganado y todas nuestras bestias, se quedarán ahí en las ciudades de Guilad,

Tapenu nasheynu miknenu vejol-behemtenu yihyu-sham be'arey haGil'ad.

32:27   mas tus siervos, todos armados para el ejército, pasarán ante el Eterno a la guerra, conforme a lo que dice mi señor.

Va'avadeyja ya'avru kol-jaluts tsava lifney Adonay lamiljamah ka'asher adoni dover.

32:28   Y dio orden Moisés, acerca de ellos, a Elazar el sacerdote y a Josué, hijo de Nun, y a los cabezas de las casas paternas de las tribus de los hijos de Israel,

Vayetsav lahem Moshe et El'azar hakohen ve'et Yehoshua bin-Nun ve'et-rashey avot hamatot livney Yisra'el.

32:29   y les dijo Moisés: Si los hijos de Gad y los hijos de Rubén (3) pasaren con vosotros el Jordán, todos armados para fa guerra ante el Eterno, hasta que esté sojuzgada la tierra delante de vosotros, les daréis la tierra de Guilad en posesión.

Vayomer Moshe alehem im-ya'avru vney-Gad uvney-Re'uven itjem et-haYarden kol-jaluts lamiljamah lifney Adonay venijbeshah ha'arets lifneyjem unetatem lahem et-erets haGil'ad la'ajuzah.

32:30   Pero si no pasaren armados con vosotros, habrán de tomar posesión en medio de vosotros en la tierra de Canaán.

Ve'im-lo ya'avru jalutsim itjem venojazu vetojejem be'erets Kena'an.

32:31   Y respondieron los hijos de Gad y los hijos de Rubén, diciendo: Según lo que ha dicho el Eterno respecto de tus siervos, así mismo haremos.

Vaya'anu vney-Gad uvney Re'uven lemor et asher diber Adonay el-avadeyja ken na'aseh.

32:32   Nosotros pasaremos armados ante el Eterno a la tierra de Canaán, y quedará para nosotros la posesión de nuestra herencia de este lado del Jordán.

Najnu na'avor jalutsim lifney Adonay erets Kena'an ve'itanu ajuzat najalatenu me'ever la-Yarden.

32:33   Y les dio Moisés a los hijos de Gad y a los hijos de Rubén y a la media tribu de Manasé, (4) hijo de José, el reino de Sijón, rey de los emoreos, y el reino de Og, rey de Bashán; la tierra con las ciudades de ella y sus distritos, las ciudades de la tierra circundante.

Vayiten lahem Moshe livney-Gad velivney Re'uven velajatsi shevet Menasheh ven-Yosef et-mamlejet Sijon melej ha'Emori ve'et-mamlejet Og melej haBashan ha'arets le'areyha bigvulot arey ha'arets saviv.

32:34   Y edificaron los hijos de Gad a Divón y a Atarot y a Aroer,

Vayivnu vney-Gad et-Divon ve'et-Atarot ve'et Aro'er.

32:35   y a Atrot Shofár y a Yazer y a Yogbehá,

Ve'et-Atrot Shofan ve'et-Yazer veYogbehah.

32:36   y a Bet Nimrá y a Bet Harán; (a todas convirtieron en) ciudades fortificadas, (e hicieron) corrales para los rebaños.

Ve'et-beyt Nimrah ve'et-beyt Haran arey mivtsar vegidrot tson.

32:37   Y los hijos de Rubén edificaron a Jeshbón y a Elalé y a Kiryatáyim.

Uvney Re'uven banu et-Jeshbon ve'et-El'ale ve'et Kiryatayim.

32:38   y a Nevó, y a Baal Meón, mudándoles los nombres, y a Sivma; y pusieron (nuevos) nombres a las ciudades que reedificaron.

Ve'et-Nevo ve'et-Ba'al Me'on musabot shem ve'et-Sivmah vayikre'u veshemot et-shmot he'arim asher banu.

32:39   Y fueron los hijos de Majir, hijo de Manasé, a (la tierra de) Guilad, y la tomaron y expulsaron a los emoreos que habitaban en ella.

Vayeleju beney Majir ben-Menasheh Gil'adah vayilkeduha vayoresh et-ha'Emori asher-bah.

32:40   Y Moisés dio Guilad a Majir, hijo de Manasé, el cual habitó en ella.

Vayiten Moshe et-haGil'ad le-Majir ben-Menasheh vayeshev bah.

32:41   Y Yair, hijo de Manasé, fue y tomó sus aldeas y las llamó Aldeas de Yair.

VeYa'ir ben-Menashe halaj vayilkod et-javoteyhem vayikra ethen Javot Ya'ir.

32:42   Y Nóvaj fue y tomó a Kehat y a sus aldeas, y la llamó Nóvaj según su propio nombre.

VeNovaj halaj vayilkod et-Kenat ve'et-benoteyha vayikra lah Novaj bishemo.

 

 

 

 

Comentario:

 

1

Nuestros rabinos condenan la conducta de los hijos de Rubén y de Gad por pedirle a Moisés y a los jefes de la congregación, antes de conquistar la tierra de Canaán, los territorios del reino de Sijón, rey del emoreo, y de Og, rey de Bashán, en la Transjordania. Los culpan por su impaciencia para tomar posesión de la tierra, olvidando su obligación paterna, pues mencionaron al ganado antes que asus hijos, diciendo: "Edificaremos aquí corrales para nuestro ganado y ciudades para nuestros niños" (cap. XXXII, 16). En el libro de los proverbios (cap. XX, 21) se lee: "La herencia adquirida de prisa al principio, no será bendita al final". Esto aconteció con los hijos de Rubén y de Gad. Por haber amado mucho la riqueza fueron los primeros en ser exiliados de sus tierras, según leemos en la Biblia (Crónicas I, V, 26) : "El Dios de Israel excitó el espíritu de Pul, rey de Asiria, y el espíritu de Tilgat Piléser, rey de Asiria, que llevaron (primero Pul y más tarde Tilgat Piléser) cautivos a los rubenitas, a los gaditas y a la media tribu de Menashé".

 

2

Cuando los rubenitas y los gaditas se llegaron a Moisés y dijeron "edificaremos aquí corrales para nuestro ganado y ciudades para nuestros hijos" (vers. 16), Moisés les respondió: "Edificaos ciudades para vuestros hijos y corrales para vuestro ganado". Estos dos versículos encierran diferentes principios. Los rubenitas y gaditas pensaban que primero tenían que asegurar la firmeza y estabilidad económica de su comunidad; querían organizarse pecuniariamente, dejando en segundo lugar lo que atañe a sus hijos. Esto mismo ocurrió con muchas de las comunidades judaicas en la diáspora, las cuales se ocupaban en primer término de su bienestar material, olvidando la parte espiritual. Construyeron primero, al igual que los rubenitas y los gaditas, corrales para sus rebaños, pensando en sus bienes materiales y descuidando la educación espiritual de sus hijos. Pero de la respuesta de Moisés (vers. 24) inferimos que su doctrina se opone a la manera de pensar de aquéllos. No debemos ni siquiera por un momento desatender la educación religiosa de la nueva generación.

 

3

El Midrash nos da una imagen negativa de las tribus de Rubén y de Gad por su falta de amor a Eretz Yisrael, y nos dice que muchos renunciaron a causa de sus riquezas a establecerse allí, quedando en la diáspora, con lo que sus destinos fueron semejantes a los de estas dos tribus'.

 

4

El exegeta Rambán explica de qué modo la media (una gran parte de la) tribu de Manasé entró en esta repartición junto a los rubenitas y gaditas. Esta tribu no había pedido nada, ni tomó compromiso de combatir hasta el establecimiento de las demás tribus en la tierra de Canaán. Lo que aconteció fue, nos dice Rambán, que cuando Moisés repartía las tierras de Sijón y Og entre los rubenitas y gaditas en proporción a la población de cada una de estas tribus, vio que aún sobraba gran parte de las tierras disponibles, y propuso darlas a la mitad de la tribu de Manasé, la cual poseía también mucho ganado. Fue así cómo ésta aceptó dichas tierras y asumió los mismos compromisos que los rubenitas y gaditas.

 

 

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