Aliyot Tazría Metzorá
Para Leer en Shabat
Levíticos 12:1 al 15:33 y 2 Reyes 7:
3-20
Por Eliyahu BaYona Ben Yosef, Director
Shalom Haverim Org. New York
Aliyot es el plural hebreo de Aliá o
Aliyá que significa "subir". Cada vez
que una persona - Olé- sube a la Bimá
debe recitar la Brajá -Bendición- antes
de comenzar el Baal Koréh -בעל
קורא -
la Lectura y al cerrar la misma. Esto se
hace cada vez que el Baal Koréh lee la
Porción -Parashá- correspondiente.
El Maftir es la última persona que se
llama a la Bimá y es invitada a leer la
porción de la Haftará -Profetas-
Esta es la Brajá de la Lectura de
la Torá:
Barejú et Adonai hamevoraj. |
¡Bendecid al Eterno,
el Bendito! |
Baruj Adonay
hamevoraj le'olam va'ed. |
Bendito es el Eterno,
el Bendito para siempre. |
Baruj atáh Adonay
Eloheynu melej ha'olam, asher
bajar banu mikol-ha'amim,
venatan lanu et-torato. |
Bendito seas Tu, oh
Eterno nuestro Dios, Rey del
universo que nos elegiste entre
todos los pueblos y nos diste Tu
Torá, Bendito seas, oh Eterno,
que nos concediste la Torá. |
|
Bendito seas, oh
Eterno, que nos concediste la
Torá. AMEN |
Al terminar la Porción debe leer esta
Brajá:
|
Bendito seas Tu oh
Eterno nuestro Dios, Rey del
Universo que nos diste (Tu
Torá), la Torá de la Verdad, e
implantaste en nosotros la Vida
Eterna. |
|
Bendito seas, oh
Eterno, que nos concediste la
Torá. (TODOS DICEN AMEN) |
|
|
|
|
|
Habla a los hijos de
Israel y diles: La mujer, cuando
hubiere concebido y dado a luz
un hijo varón, quedará impura
siete días; igual que los días
en que está separada (del
esposo) por su enfermedad
mensual, quedará impura. . |
|
|
Y al octavo día será
circuncidado (el niño) en la
carne de su prepucio; |
|
|
y ella permanecerá
treinta y tres días
purificándose de sus sangres.
Ninguna cosa santa debe ella
tocar, ni ha de entrar al
santuario hasta cumplirse los
días de su purificación. |
|
|
Y si hubiere dado a
luz niña, quedará impura por dos
semanas, igual que cuando está
con su enfermedad mensual, y
permanecerá sesenta y seis días
purificándose de sus sangres. |
|
|
Y al cumplirse los días de su purificación, por hijo o por hija, traerá un cordero de un año para
holocausto, y un palomino o una
tórtola para ofrenda por el
pecado, a la entrada de la
tienda de asignación, al
sacerdote; . |
|
|
el cual lo presentará
delante del Eterno haciendo
expiación por ella, y ella
quedará pura del flujo de su
sangre. Esta es la ley con
respecto a la que hubiere dado a
luz varón o hembra. |
|
|
Mas si sus recursos
no alcanzaren lo suficiente para
traer un cordero, tome dos
tórtolas o dos palominos, el uno
para holocausto y el otro para
ofrenda por el pecado ; y el
sacerdote hará expiación por
ella, y así quedará pura. |
|
|
Y habló el Eterno a
Moisés y a Aarón, diciendo: |
|
|
Cuando algún hombre
tuviere en la piel de su carne
hinchazón, pústula o mancha
lustrosa, que hubiere venido a
ser llaga de lepra en la piel de
su carne, será llevado a Aarón
el (sumo) sacerdote, o a uno de
sus hijos los sacerdotes. |
|
|
Y el sacerdote mirará
la llaga en la piel de su carne,
y si el pelo en la llaga se
hubiere vuelto blanco, y
pareciere la llaga estar mas
hundida que la piel de su carne,
llaga de lepra es; y cuando lo
mirare el sacerdote, le
declarará impuro. |
|
|
Mas si la mancha
lustrosa fuere blanca en la piel
de su carne, y no pareciere más
hundida que la piel, ni su pelo
se hubiere vuelto blanco, el
sacerdote hará encerrar al
llagado por siete días. |
|
|
Y le mirará el
sacerdote el día séptimo, y si
la llaga conserva el mismo
aspecto y no se ha extendido la
llaga en la piel, el sacerdote
le hará encerrar siete días por
segunda vez. |
|
|
|
|
|
Mas si la pústula se
hubiere extendido en la piel
después que fue mostrada al
sacerdote para su purificación,
será mostrada por segunda vez al
sacerdote; |
|
|
y he aquí que si se
ha extendido la pústula en la
piel, lo declarará impuro el
sacerdote ; es lepra. |
|
|
Cuando hubiere llaga
de lepra eh algún hombre, éste
será llevado al sacerdote; |
|
|
y el sacerdote le
mirará, y si viere que hay
hinchazón blanca en la piel, la
cual ha mudado en blanco el
color del pelo, o que hay
apariencia de carne viva en la
hinchazón, |
|
|
es lepra inveterada
en la piel de su carne, y el
sacerdote lo declarara impuro;
no le hará encerrar porque él es
impuro. |
|
|
Y si se hubiere
extendido la lepra en la piel,
de modo que la lepra cubriese
toda la piel llagada, desde su
cabeza hasta sus pies, en todo
lo que alcanzaren a ver los ojos
del sacerdote, |
|
|
lo verá el sacerdote, y si viere que la lepra ha
cubierto toda su carne,
declarará puro al que tiene la
llaga; cuando toda ella Se
tornare blanca, puro es él; (no
es lepra). |
|
|
Mas en cualquier día
que se viere en ella carne viva,
será impuro, |
|
|
y cuando viere el
sacerdote la carne viva, lo
declarará impuro; la carne viva
es impura; lepra es. |
|
|
O si mudare la carne
viva y se volviere blanca, él se
llegará al sacerdote; |
|
|
y si al mirarle el
sacerdote viere que se había
vuelto blanca la llaga, e)
sacerdote declarará puro a quien
tiene la llaga; puro es él. |
|
|
|
|
|
y si apareciere en el
lugar de la sarna una hinchazón
blanca o una mancha blanca
rojiza, entonces ésta será
mostrada el sacerdote. |
|
|
Y si viere el
sacerdote que parece estar más
hundida que la piel, y que su
pelo se ha vuelto blanco,
entonces el sacerdote lo
declarará impuro; llaga de lepra
es, que brotó en la sarna. |
|
|
Y si el sacerdote
viese que no hay en ella pelo
blanco ni está más hundida que
la piel, mas estuviere oscura,
el sacerdote encerrará al que
tiene la llaga por siete días. |
|
|
Y si se extendiere
mucho en la piel, el sacerdote
lo declarará impuro; llaga es. |
|
|
Y si la mancha
lustrosa se detuviere en su
lugar y no se extendiere, es
cicatriz de la sarna; y el
sacerdote lo declarará puro. |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
la verá el sacerdote;
y si viere que el pelo se ha
vuelto blanco en la mancha
lustrosa y ella parece estar más
hundida que la piel, es lepra
que ha brotado de la quemadura;
el sacerdote lo declarará
impuro; llaga de lepra es. |
|
|
Pero si al mirarla el
sacerdote, viese que no hay en
la mancha lustrosa pelo blanco,
ni está más hundida que la piel,
y ha oscurecido, el sacerdote le
hará encerrar por siete días. |
|
|
Y lo verá el
sacerdote en el séptimo día, y
si la mancha se hubiese
extendido en la piel, el
sacerdote lo declarará impuro;
llaga de lepra es. |
|
|
Pero si la mancha
lustrosa se detuviere en su
lugar y no se hubiese extendido
en la piel, mas hubiere
oscurecido, la hinchazón de la
quemadura es, y el sacerdote lo
declarará puro; porque es la
cicatriz de la quemadura. |
|
|
|
|
|
el sacerdote mirará
la llaga, y si viere que
aparenta estar más hundida que
la piel y que hay en ella pelo
amarillo delgado, el sacerdote
lo declarará impuro; es tiña; lepra de la cabeza o de la barba es. |
|
|
Mas si viese el
sacerdote la llaga de la tiña y
viere que por su apariencia no
está más hundida que la piel, ni
hay en ella pelo negro, el
sacerdote hará encerrar al
llagado de la tiña siete días. |
|
|
Mas si viese el
sacerdote la llaga de la tiña y
viere que por su apariencia no
está más hundida que la piel, ni
hay en ella pelo negro, el
sacerdote hará encerrar al
llagado de la tiña siete días. |
|
|
Y verá el sacerdote
la llaga en el séptimo día; y si
viese que no se ha extendido la
tiña ni hay en ella pelo
amarillo, ni parece la tiña
estar más hundida que la piel, |
|
|
rasurará (alrededor),
mas el lugar de la tiña no
rasurará; y el sacerdote hará
encerrar al que tiene tiña otros
siete días por segunda vez. |
|
|
Y verá el sacerdote
la tiña en el séptimo día; y si
viere que no se ha extendido la
tiña en la piel, ni parece estar
más hundida que la piel, el
sacerdote lo declarará puro;
lavará pues sus vestidos y
quedará puro. |
|
|
Y si la tiña se
extendiese mucho en la piel
después de la purificación (del
llagado), |
|
|
le mirará el
sacerdote; y si viese que se ha
extendido la tiña en la piel, el
sacerdote no buscará el pelo
amarillo; aquella persona es
impura. |
|
|
Y si en su opinión la
tiña se ha detenido y hubiese
crecido en ella pelo negro, ha
sanado la tiña; es puro, y el
sacerdote lo declarará puro. |
|
|
Y cuando algún hombre
o mujer tuviese en la piel de su
carne manchas, manchas blancas, |
|
|
le vera el sacerdote;
y si viese que las manchas en la
piel de su carne son de color
blanco mas oscuro, exantema
(benigno) es que ha brotado en
la piel; el hombre es puro. |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Y si en la parte
delantera de la cabeza se le
cayere el cabello, es calvo por
delante; puro es. |
|
|
Mas cuando en la
calva, por detrás o por delante,
hubiere llaga blanca rojiza, es
lepra que va brotando en la
calva o en su media calva. |
|
|
Y le verá el
sacerdote, y si viere que la
hinchazón de la llaga es blanca
rojiza en la parte calva o en la
media calva, como la apariencia
de lepra en la piel de su carne, |
|
|
el hombre es leproso;
impuro es: el sacerdote
ciertamente le declarará impuro,
en su cabeza está la llaga. |
|
|
Y en cuanto al hombre
leproso que tuviere la llaga,
sus vestidos han de estar
rasgados, y su cabello no será
cortado, y con su bigote se
cubrirá la boca, y clamará de
continuo: "¡Impuro! ¡Impuro!
" |
|
|
Todo el tiempo que
estuviere la llaga en él,
quedará impuro; impuro es. Habitará solo; fuera del campamento será su morada. |
|
|
Y la ropa en la que
hubiere llaga de lepra, sea ropa
de lana o ropa de lino, |
|
|
ya esté en la
urdimbre, ya en la trama de lino
o de lana, o en piel cruda, o en
cualquier obra de cuero; |
|
|
y si la llaga es
verdosa o rojiza en la ropa o en
la piel, ya esté en la urdimbre,
ya en la trama, o en cualquier
objeto de cuero, llaga de lepra
es, y será mostrada al
sacerdote. |
|
|
Y verá el sacerdote
la llaga, y hará encerrar la
cosa con llaga por siete días, |
|
|
y en el séptimo día
verá la llaga; y si se extendió
la llaga en la ropa, ya sea en
la urdimbre, ya en la trama, o
en la piel, o en cualquier obra
que se hace de cuero, lepra
maligna es la tal llaga; el
objeto es impuro. |
|
|
Y quemará la ropa, o
la urdimbre, o la trama de lana
o de lino, o cualquier objeto de
piel en que estuviere la llaga,
porque lepra maligna es; será
quemado a fuego. |
|
|
Y si al mirarla el
sacerdote viese que no se ha
extendido la llaga en la ropa,
ni en la urdimbre ni en la
trama, o en cualquier objeto de
cuero, |
|
|
entonces ordenará el
sacerdote lavar aquello en que
estuviere la llaga, y lo hará
encerrar siete días por segunda
vez. |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Y si al verla el
sacerdote viese que ha
oscurecido la parte llagada,
después de ser lavada, entonces
la cortará de la ropa, o de la
piel, o de la urdimbre o de la
trama. |
|
|
|
|
|
Mas el vestido o la
urdimbre o la trama o cualquier
objeto de cuero que lavares y se
le quitare la llaga, se lavará
por segunda vez y quedará puro. |
|
|
Esta es la ley de la
llaga de lepra en la ropa de
lana o de lino, de la urdimbre o
de la trama, o de cualquier
objeto de cuero; para declararlo
puro o para declararlo impuro. |
|
|
|
|
Esta será la ley
tocante al leproso, en el día de su purificación,cuando será llevado
al sacerdote; |
|
|
y saldrá el sacerdote
fuera del campamento, y verá el
sacerdote, y he aquí que está
curada la llaga de la lepra del
leproso; |
|
|
Y ordenará el
sacerdote que se tomen para aquél que se va a purificar dos pajaritos puros,
sanos, y madera de cedro y lana
carmesí e hisopo. |
|
|
Y ordenará el
sacerdote degollar a uno de los
pajaritos en una vasija de barro
con agua de manantial. |
|
|
En cuanto al pajarito
vivo, lo tomará juntamente con
la madera de cedro y la lana
carmesí y el hisopo, y
mojándolos juntamente con el
pajarito vivo en la sangre del
pajarito degollado, sobre el
agua del manantial, |
|
|
asperjará sobre aquél
que se va a purificar de la
lepra, siete veces,
purificándole así; y soltará el
pajarito vivo sobre la faz del
campo. |
|
|
Y aquél que se
purifica lavará sus vestidos y
rasurará todo su pelo y se
bañará en agua, y quedará puro ;
y después de esto podrá entrar
en el campamento, y habitará fuera de su tienda siete días. |
|
|
Y al séptimo día se
rasurará todo su pelo, así de su
cabeza como de su barba, y las
cejas de sus ojos, y todo su
pelo que está a la vista
rasurará; y lavará sus vestidos
y bañará su cuerpo en el agua, y
quedará puro. |
|
|
Y el día octavo
tomará dos corderos sin defecto
y una cordera de una año sin
defecto, y una ofrenda vegetal
de tres décimas de una efá de
flor de harina de trigo mezclada
con aceite, y un log de aceite. |
|
|
Y el sacerdote que lo
purifica hará que el hombre que
se está purificando se presente,
juntamente con aquellas cosas,
delante del Eterno, a la entrada
de la tienda de asignación. |
|
|
Y tomará el sacerdote
uno de los corderos y los
presentará como ofrenda por la
culpa, juntamente con el log de
aceite; y hará con ellos el rito
de la tenufá ante el Eterno. |
|
Veshajat et-hakeves bimkom asher yishjat et-hajatat
ve'et-ha'olah bimkom hakodesh ki
kajatat ha'asham hu lakohen
kodesh kodashim hu. |
|
|
|
Y el sacerdote tomará
de la sangre de la ofrenda por
la culpa, y la pondrá el
sacerdote sobre el lóbulo de la
oreja derecha de aquél que se
purifica, y sobre el dedo pulgar
de su mano derecha, y sobre el
dedo pulgar de su pie derecho. |
|
|
Y tomará el sacerdote
parte del log de aceite y lo
derramará sobre su propia palma
izquierda; |
|
|
y mojará el sacerdote
el dedo índice derecho en el
aceite que tiene en su palma
izquierda, y con su dedo
asperjará del aceite siete veces
ante el Eterno. |
|
|
Y de lo que sobrare
del aceite que tiene en su
palma, pondrá el sacerdote sobre
el lóbulo de la oreja derecha
del que se purifica, y sobre el
dedo pulgar de su mano derecha,
y sobre el dedo pulgar de su pie
derecho, encima de la sangre de
la ofrenda por la culpa. |
|
|
Y lo que quedare del
aceite que tiene en su palma,
pondrá sobre la cabeza de aquél
que se purifica; y el sacerdote
hará expiación por él ante el
Eterno. |
|
|
Y lo que quedare del
aceite que tiene en su palma,
pondrá sobre la cabeza de aquél
que se purifica; y el sacerdote
hará expiación por él ante el
Eterno. |
|
|
Y el sacerdote
ofrecerá el sacrificio por el
pecado, y hará expiación por
aquél que se purifica de su
impureza; y después degollará el
holocausto. |
|
|
Y el sacerdote
ofrecerá el holocausto y la
ofrenda vegetal sobre el altar;
así el sacerdote hará expiación
por él y quedará puro. |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
y dos tórtolas o dos
palominos, conforme a sus
recursos; y servirá el uno para
ofrenda por el pecado y el otro
para holocausto; |
|
|
los llevará el
sacerdote, al octavo día de su
purificación, a la entrada de la
tienda de asignación, ante el
Eterno. |
|
|
Y tomará el sacerdote
el cordero de la ofrenda por la
culpa y el log de aceite, y el
sacerdote hará con ellos el rito
de la tenufá ante el Eterno. |
|
|
Y degollará el
cordero de la ofrenda por la
culpa, y tomará el sacerdote de
la sangre de la ofrenda por la
culpa y la pondrá sobre el
lóbulo de la oreja derecha de
aquél que se purifica, y sobre
el dedo pulgar de su mano
derecha, y sobre el dedo pulgar
de |
|
|
Y el sacerdote
derramará parte del aceite sobre
la palma de su mano izquierda; |
|
|
y con su dedo índice
derecho el sacerdote asperjará
del aceite que tiene en su palma
izquierda siete veces delante
del Eterno. |
|
|
Y el sacerdote pondrá
del aceite que tiene en su palma
sobre el lóbulo de la oreja
derecha de aquél que se
purifica, y sobre el dedo pulgar
de su mano derecha, y sobre el
dedo pulgar de su pie derecho,
encima del lugar donde se puso
la sangre de la ofrenda por la
culpa. |
|
|
Y lo restante del
aceite que hubiere en la palma
del sacerdote, lo pondrá sobre
la cabeza de aquél que se
purifica, haciendo así expiación
por él ante el Eterno. |
|
|
Y ofrecerá una de las
dos tórtolas o de los palominos,
conforme le permitieren sus
recursos; |
|
|
así como lo
permitieren sus recursos,
ofrecerá el uno para la ofrenda
por el pecado y el otro para
holocausto, además de la ofrenda
vegetal. Y el sacerdote hará
expiación, por aquél que se
purifica, ante el Eterno. |
|
|
Esta es la ley
referente al que tiene llaga de
lepra, cuyos recursos no le
permiten traer más para su
purificación. |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Cuando hubiereis
entrado en la tierra de Canaán
que os daré en posesión, pondré
llaga de lepra en (algunas) casas de la tierra de vuestra posesión; |
|
|
y vendrá aquél de
quien fuere la casa y dará aviso
al sacerdote, diciendo: Me
parece que hay como llaga de
lepra en mi casa. |
|
|
Y ordenará el
sacerdote que desocupen la casa
antes de que el sacerdote entre
a examinar la llaga, para que no
quede impuro todo lo que hubiere en la casa; y después de esto
entrará el sacerdote a ver la
casa. |
|
|
Y mirará la llaga; y
si viere que la llaga está en
las paredes de la casa en forma
de depresiones verdosas o
rojizas, que parecen estar más
hundidas que la pared, |
|
|
el sacerdote saldrá
fuera de la casa hasta la
entrada de ella, y hará cerrar
la casa por siete días. |
|
|
Y volverá el
sacerdote al día séptimo; y si
viere que se ha extendido la
llaga en las paredes de la casa, |
|
|
el sacerdote mandará
arrancar las piedras en que
estuviere la llaga y arrojarlas
fuera de la ciudad en lugar
impuro. |
|
|
Y hará raspar la casa
por dentro todo alrededor (de la
llaga), y el polvo que hubieren
quitado raspando, lo echarán
fuera de la ciudad en lugar
impuro. |
|
|
Y tomarán otras
piedras y las pondrán en lugar
de aquellas piedras, y tomarán
otra mezcla y revocarán la casa. |
|
|
Mas si volviere la
llaga a brotar en la casa
después de arrancadas las
piedras y tras de haber raspado
la casa, y después de haberla
revocado, |
|
|
entonces entrara el
sacerdote, y si viere que la
llaga se ha extendido en la
casa, lepra maligna es ella en
la casa; ésta es impura. |
|
|
Y derribarán la casa:
sus piedras, sus maderas y todo
el escombro de la casa, y lo
sacarán fuera de la ciudad, a
lugar impuro. |
|
|
Y cualquiera que
entrare en aquella casa en los
días que estuviere cerrada,
quedará impuro hasta la tarde. |
|
|
Y aquél que se
acostare en aquella casa, lavará
sus vestidos, y el que comiere
en aquella casa, lavara sus
vestidos. |
|
|
Pero si al entrar el
sacerdote viese que no se ha
extendido la llaga en la casa
después de ser revocada,
purificará el sacerdote la casa
porque ya sanó la llaga. |
|
|
Y para purificar la
llaga, tomará dos pajaritos, y
madera de cedro, y lana carmesí
e hisopo; |
|
|
y degollará a uno de
los pajaritos en una vasija de
barro con agua de manantial. |
|
|
Y tomara la madera de
cedro y el hisopo y la lana
carmesí, juntamente con el
pajarito vivo, y los mojará en
la sangre del pajarito degollado
y en el agua de manantial, y
asperjará la casa siete veces. |
|
|
Y purificará la casa
con la sangre del pajarito y con
el agua de manantial, y con el
pajarito vivo y con la madera de
cedro y con el hisopo y con la
lana carmesí. |
|
|
Y soltará al pajarito
vivo fuera de la ciudad, sobre
la faz del campo. Así hará
expiación por la casa, la cual
quedará pura. |
|
Zot hatorah lejol nega hatsara'at velanatek. |
Esta es la ley sobre
toda clase de llaga de lepra, y
de la tiña, |
|
Ultsara'at habeged velabayit. |
y de la lepra del
vestido y de la casa, |
|
Velas'et velasapajat velabeharet. |
y de la hinchazón, y
ríe la pústula, y de la mancha
lustrosa, |
|
Lehorot beyom hatame uveyom hatahor zot torat hatsara'at. |
para indicar cuando
es impuro y cuando es puro. Esta
es la ley respecto a la lepra. |
|
Vayedaber Adonay
el-Moshe ve'el-Aharon lemor. |
Y habló el Eterno a
Moisés y a Aarón, diciendo: |
|
Daberu el-beney Yisra'el va'amartem alehem ish ish ki
yihyeh zav mibesaro zovo tame
hu. |
Hablad a los hijos de
Israel y decidles: Cualquier
hombre que manare flujo de su
carne, su flujo será impuro. |
|
Vezot tihyeh tum'ato
bezovo rar besaro et-zovo
o-hejtim besaro mizovo tum'ato
hi. |
Y esta es su impureza
a causa de su flujo: ya sea que
su carne mane su flujo, ya sea
que esté obstruida su carne a
causa de su flujo; esta es su
impureza. |
|
Kol-hamishkav asher yishkav alav hazav yitma vejol-hakeli
asher yeshev alav yitma. |
Todo lecho sobre el
cual se acostare el que padece
flujo, quedará impuro; y cada
objeto sobre el cual se sentare,
será impuro. |
|
Ve'ish asher yiga bemishkavo yejabes begadav verajats
bamayim vetame ad-ha'arev. |
Y cualquier persona
que tocare su lecho, lavará sus
vestidos y se bañará en agua, y
quedará impura hasta la tarde. |
|
Vehayoshev al-hakli asher-yeshev alav hazav yejabes
begadav verajats bamayim vetame
ad-ha'arev. |
Y el que se sentare
sobre el objeto en que se haya
sentado el que padece flujo,
lavará sus vestidos y se bañará
en agua, y quedará impuro hasta
la tarde. |
|
Vehanogea bivesar hazav yejabes begadav verajats bamayim
vetame ad-ha'arev. |
Y el que tocare
cualquier parte del cuerpo de
aquél que padece flujo, lavará
sus vestidos y se bañará en
agua, y quedará impuro hasta la
tarde. |
|
Veji-yarok hazav batahor vejibes begadav verajats bamayim
vetame ad-ha'arev. |
Y si el que tiene
flujo escupiere en persona pura,
ésta lavará sus vestidos y se
bañará en agua, y quedará impura
hasta la tarde. |
|
Vejol-hamerkav asher yirkav alav hazav yitma. |
Y cualquier montura
en que cabalgare el que padece
flujo, quedará impura. |
|
Vejol-hanogea bejol asher yihyeh tajtav yitma ad-ha'arev
vehanose otam yejabes begadav
verajats bamayim vetame
ad-ha'arev. |
Y toda persona que
tocare cualquier cosa que
hubiere estado debajo de él,
quedará impura hasta la tarde. Y
el que llevare aquellas cosas,
lavará sus vestidos y se bañará
en agua, y quedará impuro hasta
la tarde. |
|
Vejol-asher yiga bo hazav veyadav lo-shataf bamayim
vejibes begadav verajats bamayim
vetame ad-ha'arev. |
Y todo aquel a quien
tocare el que padece flujo,
antes de haberse restregado las manos con agua, lavará sus vestidos y
se bañará en agua, y quedará
impuro hasta la tarde. |
|
Ujli-jeres asher-yiga-bo hazav yishaver vejol-keli-ets
yishatef bamayim. |
Y la vasija de barro
que hubiere tocado el que padece
flujo, será quebrada, y todo
utensilio de madera será
refregado con agua. |
|
Veji yithar hazav mizovo vesafar lo shiv'at yamim
letahorato vejibes begadav
verajats besaro bemayim jayim
vetaher. |
Y cuando el que
padece flujo sanare de su flujo,
ha de contar siete días para su
purificación; y lavará sus
vestidos y bañará su cuerpo en
agua de manantial, y quedará
puro. |
|
Uvayom hashmini yikaj lo shtey torim o sheney beney yonah
uva lifney Adonay el-petaj
ohel-mo'ed unetanam el-hakohen. |
Y al octavo día
tomará para sí dos tórtolas o
dos palominos, y se presentará
ante el Eterno a la entrada de
la tienda de asignación, y los
dará al sacerdote; |
|
Ve'asah otam hakohen ejad jatat veha'ejad olah vejiper
alav hakohen lifney Adonay
mizovo. |
y el sacerdote los
ofrecerá, el uno para ofrenda por el pecado y el otro para
holocausto; y el sacerdote hará
expiación por él ante el Eterno,
a causa de su flujo. |
|
|
|
|
|
|
SEPTIMA ALIÁ |
|
|
|
Ve'ish ki-tetse mimenu shijvat-zara verajats bamayim
et-kol-besaro vetame ad-ha'arev. |
Y el hombre, siempre
que tuviere polución, bañará en
agua todo su cuerpo y quedará
impuro hasta la tarde. |
|
Vejol-beged vejol-or asher-yihyeh alav shijvat-zara
vejubas bamayim vetame
ad-ha'arev. |
Y toda ropa y toda
piel sobre la cual hubiere
semen, será lavada con agua y
quedará impura hasta la tarde. |
|
Ve'ishah asher yishkav ish otah shijvat-zara verajatsu
vamayim vetam'u ad-ha'arev. |
Y la mujer con quien
se acostare el hombre que
tuviere la polución, ella y él
se bañaran en agua y quedarán
impuros hasta la tarde. |
|
Ve'ishah ki-tiheyeh zavah dam yihyeh zovah bivsarah
shiv'at yamim tihyeh venidatah
vejol-hanogea bah yitma
ad-ha'arev. |
Y cuando la mujer
tuviere flujo, siendo de sangre
el flujo de su carne, por
espacio de siete días quedará
separada en su impureza, y todo
aquél que la tocare quedará
impuro hasta la tarde. |
|
Vejol asher tishkav alav benidatah yitma vejol
asher-teshev alav yitma. |
También aquello en
que ella se acostare durante su
impureza, quedará impuro; y todo
aquello en que se sentare
quedará impuro. |
|
Vejol-hanogea bemishkavah yejabes begadav verajats
bamayim vetame ad-ha'arev. |
Y todo aquél que
tocare su lecho, lavará sus
vestidos y se bañará en agua, y
quedará impuro hasta la tarde. |
|
Vejol-hanogea bejol-kli asher-teshev alav yejabes begadav
verajats bamayim vetame
ad-ha'arev. |
Y todo aquél que
tocare cualquier objeto en que
ella se haya sentado, lavará sus
vestidos y se bañará en agua, y quedará impuro hasta la tarde. |
|
Ve'im al-hamishkav hu o al-hakli asher hi yoshevet-alav
benog'o-vo yitma ad-ha'arev. |
Y aquél que tocare su
cama o el mueble donde ella se
haya sentado, en tocándolos
quedará impuro hasta la tarde. |
|
Ve'im shajov yishkav ish otah utehi nidatah alav vetame
shiv'at yamim vejol-hamishkav
asher-yishkav alav yitma. |
Y si se acostare
varón con ella, su impureza
pasará a él y quedará impuro por
siete días; y todo lecho en que
él se acostare quedará impuro. |
|
Ve'ishah ki yazuv zov damah yamim rabim belo et-nidatah o
ji-tazuv al-nidatah kol-yemey
zov tum'atah kimey nidatah
tihyeh tme'ah hi. |
Y cuando una mujer
padeciere flujo de su sangre por
muchos días, fuera del tiempo de
su menstruación, o cuando
tuviere flujo más allá del
tiempo del flujo de su
menstruación, todos los días del
flujo de su impureza serán como
los del flujo mensual. |
|
Kol-hamishkav asher-tishkav alav kol-yemey zovah
kemishkav nidatah yiheyeh-lah
vejol-hakli asher teshev alav
tame yiheyeh ketum'at nidatah. |
Cualquier lecho en
que se acostare todo el tiempo
de su fluido, le será como el
lecho de su menstruación; y todo
objeto en que se sentare quedará
impuro, lo mismo que en la
impureza de su menstruación. |
|
Vejol-hanogea bam yitma vejibes begadav verajats bamayim
vetame ad-ha'arev. |
Y todo el que tocare
aquellas cosas quedará impuro, y
lavará sus vestidos y se bañará
en agua, y quedará impuro hasta
la tarde. |
|
Ve'im-taharah mizovah vesafrah lah shiv'at yamim ve'ajar
tithar. |
Y cuando ella sanare
de su flujo, contará para sí
siete días, y después quedará
pura. |
|
Uvayom hashmini tikaj-lah shtey torim o shney beney yonah
vehevi'ah otam el-hakohen
el-petaj Ohel Mo'ed. |
Y al octavo día
tomará para sí dos tórtolas o
dos palominos y los traerá al
sacerdote, a la entrada de la
tienda de asignación. |
|
Ve'asah hakohen et-ha'ejad jatat ve'et-ha'ejad olah
vejiper aleyha hakohen lifney
Adonay mizov tum'atah. |
Y el sacerdote
ofrecerá el uno para ofrenda por
el pecado y el otro para
holocausto; y el sacerdote hará
expiación por ella ante el
Eterno, a causa del flujo de su
impureza. |
|
Vehizartem et-beney-Yisra'el mitum'atam velo yamutu
betum'atam betam'am et-Mishkani
asher betojam. |
Y separaréis a los
hijos de Israel de su impureza,
para que no mueran por su
impureza cuando contaminen mi
Tabernáculo que está en medio de
ellos. |
|
Zot torat hazav va'asher tetse mimenu shijvat-zera
letom'ah-vah. |
Esta es la ley
respecto del que padece flujo, y
de aquél de quien sale polución,
de tal modo que no se contamine
con ella; |
|
Vehadavah benidatah vehazav et-zovo lazajar velanekevah
ule'ish asher yishkav
im-teme'ah. |
y de aquélla que está
indispuesta por su menstruación,
y de aquél que tenga flujo, sea
varón o hembra, y de aquél que
se acueste con mujer impura. |
|
|
|
NOTAS EXPLICATORIAS:
Separada del esposo por su enfermedad mensual
Esta impureza de la mujer, por la cual se aparta del marido por
siete días durante la menstruación, se
llama en hebreo nidá, lo que significa
"separación", y en ella le está
prohibida toda intimidad con su esposo.
Las leyes de nidá se basan en lo que
está escrito en el Levítico 15, 19 - 24.
Además existe un tratado completo en el
Talmud con el mismo nombre, dedicado a
la ampliación de estas leyes. Los
científicos se maravillan ante el hecho
de que los antiguos hebreos practicaran
el más alto estándar de higiene sexual
reconocida en los tiempos actuales. Se
ha demostrado también la existencia de
una sustancia tóxica en el suero de la
sangre, saliva, transpiración, orina,
etc., durante el período de la
menstruación.
Los días de purificación por hijo o por hija
La mujer que dé a luz a un niño,
permanecerá en estado de impureza
absoluta durante siete días, como en el
caso de nidá (mujer en período de
menstruación) (ver leyes en el capítulo
15, 19 - 28). Después de estos siete
días observará treinta y tres días más
de impureza, menos rigurosa (verso. 4).
Este lapso de tiempo se llama
demé tahorá (período de
purificación).A los cuarenta días (y si
dio a luz a una niña, a los ochenta), la
parturienta hará la
tevilá, inmersión ritual en agua. Al día siguiente debía
ofrecer (cuando existía el Tabernáculo o
el Templo de Jerusalem) un cordero de un
año como holocausto, y un palomo o una
tórtola como sacrificio por el pecado,
llamado jatat. Si era pobre, ofrecía dos
palomos o dos tórtolas, uno como
holocausto y otro como jatat. La misma
ley de impureza se aplica para la mujer
que aborta (Nidá 27:), y no en caso de
cesárea (Nidá 40). (Ver más detalles en
el Shulján Aruj Y. D. párrafo 194).
Lo verá el sacerdote
Una de las misiones de los cohanim (sacerdotes) era la de separar
lo puro de lo impuro (Levíticos 10, 10).
El cohén tenía además la competencia de
diagnosticar indicios de lepra,
hinchazones, pústulas o manchas
aparentemente de lepra en las personas,
y también en las ropas, en las paredes
de las casas, etc. La plaga de la lepra
se consideraba como un castigo celeste,
puesto que existía la creencia de que el
mal físico provenía casi siempre del mal
moral. El relato del castigo de Miriam
por haber hablado mal de su hermano
Moisés (ver Números 12, 1 - 15) y la
lepra del rey Uziyá (2 Crónicas 26, 19),
considerada como un castigo por el
sacrilegio de ofrecer, a pesar de la
advertencia de los cohanim, el incienso
sobre el altar, sirven de ejemplos para
esta creencia.
Es tiña, lepra de la cabeza o de la barba
El Midrash (Yalcut, párrafos 556-59) explica que la persona es
atacada por la lepra por haber
practicado la calumnia y la
maledicencia. Deduce esto transformando
la palabra metzorá (leproso) por
motzí-rá (que hace salir de su boca el mal). El leproso debía
morar fuera del campamento, tal como el
calumniador, que debe ser aislado de la
sociedad por causa de su
lashón hará (mala lengua)."El
calumniador es más culpable que el
asesino, pues éste mata a una sola
persona, y el calumniador mata a tres (a
él mismo, a quien oye la calumnia y al
calumniado)". "Aun cuando no se dé fe al
calumniador por lo que dijo, alguna cosa
queda en la memoria en contra del
calumniado". "La mala lengua fue
comparada a una flecha y no a una
espada, pues mata aún de lejos; estando
el calumniador en Roma puede matar en
Siria, y estando en Siria puede matar en
Roma". "Cuatro categorías de personas no
gozarán del esplendor divino: los
burlones los hipócritas, los mentirosos
y los que hablan mal de prójimo"
(Midrash).
En el día de su purificación
Esta Parashá trata de la reintegración
de la persona atacada de lepra. Esta
debía morar fuera de los tres
campamentos del pueblo: (Cohen, Leví e
Israel). En el caso de que se curara, el
cohen procedía al ritual de su
purificación y reintegración de la
siguiente manera: Se traían dos
pajaritos vivos, de los declarados por
la Torá como puros; palo de cedro, lana
carmesí e hisopo. El cedro servía para
sacar del leproso el defecto moral de la
vanidad, y el hisopo simbolizaba la
modestia. El ritual de los dos pajaritos
(ver versos 4 - 7) tenía por objeto la
identificación del leproso con el pájaro
degollado y después con el pájaro vivo,
bañado en la sangre del primero, de la
siguiente manera: el alma del leproso
era simbólicamente derramada por medio
de la sangre del pájaro sacrificado (ver
Levíticos 17, 14). El pájaro vivo y
bañado en esta sangre, se impregnaba de
aquel alma, y una vez puesto en
libertad, llevaba consigo los elementos
malos del leproso. Librado así de la
impureza, este lavaba sus vestidos,
cortaba todo su cabello y pelo que
estaba a la vista. Después de todo esto,
se le consideraba puro para entrar en el
campamento; pero ésta era la primera
etapa de su purificación.
Aquel que se va a purificar
El leproso curado y purificado según el ritual (ver comentario
anterior) era considerado como un
aspirante a la iniciación. Con este
ritual ya le habían quitado el alma
impura, y ahora le debían introducir una
pura. Esta es la base de todas las
purificaciones, según lo muestra el
salmo 51, versos 9 - 12: "Expúrgame con
hisopo y quedaré puro, lávame y quedaré
más blanco que la nieve. Hazme oír gozo
y alegría, para que se regocijen los
huesos que abatiste. Esconde de mis
pecados tu rostro y apaga todas mis
iniquidades; crea en mí, oh Dios, un
corazón puro, y renueva dentro de mí un
espíritu recto."
Habitará fuera de su tienda siete días
Después de entrar en el campamento, el
leproso no podía aproximarse a su esposa
durante siete días (Jolín 141). En el
séptimo, se cortaba el pelo que estaba a
la vista (cabello, bigote, barba,
cejas), lavaba sus vestidos y se bañaba
conforme al ritual. Sólo después de todo
esto, se consideraba curado al leproso y
podía reintegrarse a su grupo.
Un Log de aceite
Un log equivale a 506 cm³.
Mas si fuera pobre
La ceremonia de reintegración del leproso curado consistía en esto:
En el octavo día, el antiguo leproso
traía su sacrificio, que eran dos
corderos sin defecto, una oveja de un
año, sin defecto, tres décimas partes de
una efá de flor de harina de trigo
mezclada con aceite, con o ofrenda
vegetal, y un log de aceite. Y si era
pobre, traía un solo cordero y dos
tórtolas o dos palomos, realizando con
esto la ceremonia de reintegración. La
purificación del leproso simbolizaba el
hecho de quitar de él su antigua
costumbre de vida pecaminosa, e
inculcarle en su lugar una vida nueva y
pura. Esto equivalía a una muerte
seguida de resurrección, según lo
comparó Yehoram, rey de Israel: "¿Acaso
soy yo Dios, con poder de matar y dar la
vida, para que éste me envíe un hombre a
fin de que yo le cure de su lepra? " (2
Reyes 5, 7).
En algunas casas de la Tierra de tu posesión
"Cuando hubieres entrado en la tierra de Canaán, pondré llaga de
lepra en algunas) casas de la tierra de
vuestra posesión" (verso 34). El Midrash
(Vayikrá Rabá) afirma que esto
constituía una buena noticia para los
israelitas' pues los emoreos solían
esconder sus tesoros en las paredes de
sus casas, y estas eran atacadas por
manchas que denunciaban los lugares de
los tesoros escondidos. Cuando aparecían
indicios de lepra en una casa, el Kohén
ordenaba que la desocupasen de todo lo
que había en ella antes de entrar, a fin
de examinar bien la llaga. Desde el
momento en que el Kohén declaraba la
casa impura, todo lo que había en ella:
muebles, ropas, etc. se consideraba
impuro. Si después de haber revocado la
casa, el cohen veía que no aparecían
manchas nuevamente, la purificaba como
se hacía para la purificación del
leproso, tomando dos pajaritos, madera
de cedro, etc. (versos 49 - 53).
Todo lo que hubiere en casa
"Cuando hubieres entrado en la tierra
de Canaán, pondré llaga de lepra en
(algunas) casas de la tierra de vuestra
posesión" (verso 34). El Midrash
(Vayikrá Rabá) afirma que esto
constituía una buena noticia para los
israelitas pues los emoreos solían
esconder sus tesoros en las paredes de
sus casas, y estas eran atacadas por
manchas que denunciaban los lugares de
los tesoros escondidos. Cuando aparecían
indicios de lepra en una casa, el cohen
ordenaba que la desocupasen de todo lo
que había en ella antes de entrar, a fin
de examinar bien la llaga. Desde el
momento en que el Kohén declaraba la
casa impura, todo lo que había en ella:
muebles, ropas, etc. se consideraba
impuro. Si después de haber revocado la
casa, el cohen veía que no aparecían
manchas nuevamente, la purificaba como
se hacía para la purificación del
leproso, tomando dos pajaritos, madera
de cedro, etc. (versos 49 - 53).
Antes de haberse restregado las manos con agua
Esto quiere decir "sin haber hecho antes la inmersión de su cuerpo
en agua", lo que se llama tevilá.
Uno para ofrenda por el pecado
La Torá habla en este capítulo de dos
clases de flujos genitales: uno que
proviene de enfermedades, y otro del
funcionamiento normal del organismo. En
los dos casos, la Torá exige medidas de
higiene y, sobre todo, de purificación
moral. En el primer caso, resultado por
lo general de una conducta desarreglada
y viciosa, exigía además de la
purificación, hacer el sacrificio de dos
tórtolas o dos palominos: uno como
ofrenda por el pecado y otro como
holocausto. En el segundo caso, que
proviene de los contactos sexuales
normales, la Torá exige sólo
purificación, pues la función de estos
órganos que constituyen frecuentemente
la causa de tanta corrupción e
inmoralidad, deben ser tratados con
mucha precaución y pureza, cosas que no
fueran recomendadas en las otras
funciones fisiológicas de nuestro
organismo.
Quedará impuro hasta la tarde
Los términos tahor
(puro) y
tamé (impuro), no
corresponden al significado que se les
atribuye, esto es, de limpio y sucio o
inmundo. Para pasar del estado tamé al
de tahor, se necesita generalmente hacer
una inmersión en agua (tevilá)
no con la simple intención de limpiar la
suciedad o inmundicia, pues aun en los
casos sencillos de impureza se exige,
además de la inmersión, un tiempo fijado
como necesario para purificarse. De
igual modo, el agua de la tevilá, además
de ser limpia, debe provenir de una
fuente o manantial de aguas corrientes,
llamadas en hebreo
mayim jayim (aguas vivas).