Aliyot Vayikrá Tazria Metzorá
Lectura Mediante Robot
y
2 Reyes 7: 3 - 20
Por Eliyahu BaYona Ben Yosef,
Director Shalom Haverim Org.
New York
Aliyot es el plural hebreo de
Aliá o Aliyá que significa
"subir". Cada vez que una
persona - Olé- sube a la Bimá
debe recitar la Brajá -Bendición- antes
de comenzar el Baal Koréh -בעל קורא - la Lectura y al
cerrar la misma. Esto se hace
cada vez que el Baal Koréh lee
la Porción -Parashá-
correspondiente.
El Maftir es la última persona
que se llama a la Bimá y es
invitada a leer la porción de la
Haftará -Lectura de los
Profetas-
Esta es la Brajá de
la Lectura de la Torá:
Barejú et Adonai
hamevoraj. |
Baruj Adonay hamevoraj
le'olam va'ed. |
Baruj atáh Adonay
Eloheynu melej ha'olam,
asher bajar banu
mikol-ha'amim, venatán
lanu et-torató. |
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Veshajat et-hakeves
bimkom asher yishjat
et-hajatat ve'et-ha'olah
bimkom hakodesh ki
kajatat ha'asham hu
lakohen kodesh kodashim
hu. |
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Zot hatorah lejol nega
hatsara'at velanatek. |
Ultsara'at habeged
velabayit. |
Velas'et velasapajat
velabeharet. |
Lehorot beyom hatame
uveyom hatahor zot torat
hatsara'at. |
Vayedaber Adonay el-Moshe ve'el-Aharon
lemor. |
Daberu el-beney Yisra'el va'amartem
alehem ish ish ki yihyeh
zav mibesaro zovo tame
hu. |
Vezot tihyeh tum'ato bezovo rar besaro
et-zovo o-hejtim besaro
mizovo tum'ato hi. |
Kol-hamishkav asher yishkav alav hazav
yitma vejol-hakeli asher
yeshev alav yitma. |
Ve'ish asher yiga
bemishkavo yejabes
begadav verajats bamayim
vetame ad-ha'arev. |
Vehayoshev al-hakli
asher-yeshev alav hazav
yejabes begadav verajats
bamayim vetame
ad-ha'arev. |
Vehanogea bivesar hazav
yejabes begadav verajats
bamayim vetame
ad-ha'arev. |
Veji-yarok hazav batahor
vejibes begadav verajats
bamayim vetame
ad-ha'arev. |
Vejol-hamerkav asher
yirkav alav hazav yitma. |
Vejol-hanogea bejol
asher yihyeh tajtav
yitma ad-ha'arev
vehanose otam yejabes
begadav verajats bamayim
vetame ad-ha'arev. |
Vejol-asher yiga bo
hazav veyadav lo-shataf
bamayim vejibes begadav
verajats bamayim vetame
ad-ha'arev. |
Ujli-jeres asher-yiga-bo
hazav yishaver
vejol-keli-ets yishatef
bamayim. |
Veji yithar hazav mizovo
vesafar lo shiv'at yamim
letahorato vejibes
begadav verajats besaro
bemayim jayim vetaher. |
Uvayom hashmini yikaj lo
shtey torim o sheney
beney yonah uva lifney
Adonay el-petaj
ohel-mo'ed unetanam
el-hakohen. |
Ve'asah otam hakohen
ejad jatat veha'ejad
olah vejiper alav
hakohen lifney Adonay
mizovo. |
Ve'ish ki-tetse mimenu
shijvat-zara verajats
bamayim et-kol-besaro
vetame ad-ha'arev. |
Vejol-beged vejol-or
asher-yihyeh alav
shijvat-zara vejubas
bamayim vetame
ad-ha'arev. |
Ve'ishah asher yishkav
ish otah shijvat-zara
verajatsu vamayim
vetam'u ad-ha'arev. |
Ve'ishah ki-tiheyeh
zavah dam yihyeh zovah
bivsarah shiv'at yamim
tihyeh venidatah
vejol-hanogea bah yitma
ad-ha'arev. |
Vejol asher tishkav alav
benidatah yitma vejol
asher-teshev alav yitma. |
Vejol-hanogea
bemishkavah yejabes
begadav verajats bamayim
vetame ad-ha'arev. |
Vejol-hanogea bejol-kli
asher-teshev alav
yejabes begadav verajats
bamayim vetame
ad-ha'arev. |
Ve'im al-hamishkav hu o
al-hakli asher hi
yoshevet-alav benog'o-vo
yitma ad-ha'arev. |
Ve'im shajov yishkav ish
otah utehi nidatah alav
vetame shiv'at yamim
vejol-hamishkav
asher-yishkav alav
yitma. |
Ve'ishah ki yazuv zov
damah yamim rabim belo
et-nidatah o ji-tazuv
al-nidatah kol-yemey zov
tum'atah kimey nidatah
tihyeh tme'ah hi. |
Kol-hamishkav
asher-tishkav alav
kol-yemey zovah
kemishkav nidatah
yiheyeh-lah vejol-hakli
asher teshev alav tame
yiheyeh ketum'at
nidatah. |
Vejol-hanogea bam yitma
vejibes begadav verajats
bamayim vetame
ad-ha'arev. |
Ve'im-taharah mizovah
vesafrah lah shiv'at
yamim ve'ajar tithar. |
Uvayom hashmini
tikaj-lah shtey torim o
shney beney yonah
vehevi'ah otam
el-hakohen el-petaj Ohel
Mo'ed. |
Ve'asah hakohen
et-ha'ejad jatat
ve'et-ha'ejad olah
vejiper aleyha hakohen
lifney Adonay mizov
tum'atah. |
Vehizartem
et-beney-Yisra'el
mitum'atam velo yamutu
betum'atam betam'am
et-Mishkani asher
betojam. |
Zot torat hazav va'asher
tetse mimenu
shijvat-zera
letom'ah-vah. |
Vehadavah benidatah
vehazav et-zovo lazajar
velanekevah ule'ish
asher yishkav
im-teme'ah. |
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LECTURA DE LA HAFTARÁ -
2 Reyes 7:3 - 20
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Baruj atáh Adonay
jabóker baTorá uveMoshé
avdó uveYisra'el amó
uvinvi'ey ja'emet
vatsédek. |
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Ne'eman, atah ju Adonay Eloheynu,
vene'emanim devareyja,
vedavar ejad midvareyja
ajor lo-yashuv reykam,
ki El melej ne'eman
verajaman atah. |
Baruj atáh Adonay, ha'El jane'eman
bekol-devarav. -Amen |
Rajem al-Tsiyon, ki ji
beyt jayeynu, vel'aluvat
nefesh toshia bimjeraj
veyameynu. |
Baruj atáh Adonay,
mesame'aj Tsiyon
bevaneyj. |
Samejenu, Adonay
Eloheynu, be'Eliyahu
janavi avdeja, uvmaljut
beyt David meshijeja.
Bimjeraj yavo veyagel
libenu, |
al kis'o lo yeshev zar,
velo yinjalu od ajerim
et kevodo, ki veshem
kodsheja nishbata lo,
shelo yicbej nero
le'olam va'ed. |
Baruj atáh Adonay, magén David. |
EN ESPAÑOL
Leviticos - 12:1
al 13:59
¡Bendecid al Eterno, el Bendito! |
Bendito es el Eterno, el Bendito para
siempre. |
Bendito seas Tu, oh Eterno nuestro
Dios, Rey del universo
que nos elegiste entre
todos los pueblos y nos
diste Tu Torá, Bendito
seas, oh Eterno, que nos
concediste la Torá. |
Bendito seas, oh Eterno, que nos
concediste la
Torá. AMEN |
|
Habla a los hijos de Israel y diles: La
mujer, cuando hubiere
concebido y dado a luz
un hijo varón, quedará
impura siete días; igual
que los días en que
está separada (del esposo) por su
enfermedad mensual,
quedará impura. . |
Y al octavo día será circuncidado (el
niño) en la carne de su
prepucio; |
y ella permanecerá treinta y tres días
purificándose de sus
sangres. Ninguna cosa
santa debe ella tocar,
ni ha de entrar al
santuario hasta
cumplirse los días de su
purificación. |
Y si hubiere dado a luz niña, quedará
impura por dos semanas,
igual que cuando está
con su enfermedad
mensual, y permanecerá
sesenta y seis días
purificándose de sus
sangres. |
Y al cumplirse los días de su purificación, por hijo o por hija, traerá un cordero de un año para holocausto, y un
palomino o una tórtola
para ofrenda por el
pecado, a la entrada de
la tienda de asignación,
al sacerdote; |
el cual lo presentará delante del
Eterno haciendo
expiación por ella, y
ella quedará pura del
flujo de su sangre. Esta
es la ley con respecto a
la que hubiere dado a
luz varón o hembra. |
Mas si sus recursos no alcanzaren lo
suficiente para traer un
cordero, tome dos
tórtolas o dos
palominos, el uno para
holocausto y el otro
para ofrenda por el
pecado; y el sacerdote
hará expiación por ella,
y así quedará pura. |
Y habló el Eterno a Moisés y a Aarón,
diciendo: |
Cuando algún hombre tuviere en la piel
de su carne hinchazón,
pústula o mancha
lustrosa, que hubiere
venido a ser llaga de
lepra en la piel de su
carne, será llevado a
Aarón el (sumo)
sacerdote, o a uno de
sus hijos los
sacerdotes. |
Y el sacerdote mirará la llaga en la
piel de su carne, y si
el pelo en la llaga se
hubiere vuelto blanco, y
pareciere la llaga estar
mas hundida que la piel
de su carne, llaga de
lepra es; y cuando lo
mirare el sacerdote, le
declarará impuro. |
Mas si la mancha lustrosa fuere blanca
en la piel de su carne,
y no pareciere más
hundida que la piel, ni
su pelo se hubiere
vuelto blanco, el
sacerdote hará encerrar
al llagado por siete
días. |
Y le mirará el sacerdote el día
séptimo, y si la llaga
conserva el mismo
aspecto y no se ha
extendido la llaga en la
piel, el sacerdote le
hará encerrar siete días
por segunda vez. |
|
Mas si la pústula se hubiere extendido
en la piel después que
fue mostrada al
sacerdote para su
purificación, será
mostrada por segunda vez
al sacerdote; |
y he aquí que si se ha extendido la
pústula en la piel, lo
declarará impuro el
sacerdote ; es lepra. |
Cuando hubiere llaga de lepra eh algún
hombre, éste será
llevado al sacerdote; |
y el sacerdote le mirará, y si viere
que hay hinchazón blanca
en la piel, la cual ha
mudado en blanco el
color del pelo, o que
hay apariencia de carne
viva en la hinchazón, |
es lepra inveterada en la piel de su
carne, y el sacerdote lo
declarara impuro; no le
hará encerrar porque él
es impuro. |
Y si se hubiere extendido la lepra en
la piel, de modo que la
lepra cubriese toda la
piel llagada, desde su
cabeza hasta sus pies,
en todo lo que
alcanzaren a ver los
ojos del sacerdote, |
lo verá el sacerdote,(3) y si viere que la lepra ha cubierto toda su carne,
declarará puro al que
tiene la llaga; cuando
toda ella Se tornare
blanca, puro es él; (no
es lepra). @ |
Mas en cualquier día que se viere en
ella carne viva, será
impuro, |
y cuando viere el sacerdote la carne
viva, lo declarará
impuro; la carne viva es
impura; lepra es. |
O si mudare la carne viva y se volviere
blanca, él se llegará al
sacerdote; |
y si al mirarle el sacerdote viere que
se había vuelto blanca
la llaga, e) sacerdote
declarará puro a quien
tiene la llaga; puro es
él. |
|
y si apareciere en el lugar de la sarna
una hinchazón blanca o
una mancha blanca
rojiza, entonces ésta
será mostrada el
sacerdote. |
Y si viere el sacerdote que parece
estar más hundida que la
piel, y que su pelo se
ha vuelto blanco,
entonces el sacerdote lo
declarará impuro; llaga
de lepra es, que brotó
en la sarna. |
Y si el sacerdote viese que no hay en
ella pelo blanco ni está
más hundida que la piel,
mas estuviere oscura, el
sacerdote encerrará al
que tiene la llaga por
siete días. |
Y si se extendiere mucho en la piel, el
sacerdote lo declarará
impuro; llaga es. |
Y si la mancha lustrosa se detuviere en
su lugar y no se
extendiere, es cicatriz
de la sarna; y el
sacerdote lo declarará
puro. |
|
la verá el sacerdote; y si viere que el
pelo se ha vuelto blanco
en la mancha lustrosa y
ella parece estar más
hundida que la piel, es
lepra que ha brotado de
la quemadura; el
sacerdote lo declarará
impuro; llaga de lepra
es. |
Pero si al mirarla el sacerdote, viese
que no hay en la mancha
lustrosa pelo blanco, ni
está más hundida que la
piel, y ha oscurecido,
el sacerdote le hará
encerrar por siete días. |
Y lo verá el sacerdote en el séptimo
día, y si la mancha se
hubiese extendido en la
piel, el sacerdote lo
declarará impuro; llaga
de lepra es. |
Pero si la mancha lustrosa se detuviere
en su lugar y no se
hubiese extendido en la
piel, mas hubiere
oscurecido, la hinchazón
de la quemadura es, y el
sacerdote lo declarará
puro; porque es la
cicatriz de la
quemadura. |
|
el sacerdote mirará la llaga, y si
viere que aparenta estar
más hundida que la piel
y que hay en ella pelo
amarillo delgado, el
sacerdote lo declarará
impuro; es tiña; lepra(4) de la cabeza o de la barba es. @ |
Mas si viese el sacerdote la llaga de
la tiña y viere que por
su apariencia no está
más hundida que la piel,
ni hay en ella pelo
negro, el sacerdote hará
encerrar al llagado de
la tiña siete días. |
Mas si viese el sacerdote la llaga de
la tiña y viere que por
su apariencia no está
más hundida que la piel,
ni hay en ella pelo
negro, el sacerdote hará
encerrar al llagado de
la tiña siete días. |
Y verá el sacerdote la llaga en el
séptimo día; y si viese
que no se ha extendido
la tiña ni hay en ella
pelo amarillo, ni parece
la tiña estar más
hundida que la piel, |
rasurará (alrededor), mas el lugar de
la tiña no rasurará; y
el sacerdote hará
encerrar al que tiene
tiña otros siete días
por segunda vez. |
Y verá el sacerdote la tiña en el
séptimo día; y si viere
que no se ha extendido
la tiña en la piel, ni
parece estar más hundida
que la piel, el
sacerdote lo declarará
puro; lavará pues sus
vestidos y quedará puro. |
Y si la tiña se extendiese mucho en la
piel después de la
purificación (del
llagado), |
le mirará el sacerdote; y si viese que
se ha extendido la tiña
en la piel, el sacerdote
no buscará el pelo
amarillo; aquella
persona es impura. |
Y si en su opinión la tiña se ha
detenido y hubiese
crecido en ella pelo
negro, ha sanado la
tiña; es puro, y el
sacerdote lo declarará
puro. |
Y cuando algún hombre o mujer tuviese
en la piel de su carne
manchas, manchas
blancas, |
le vera el sacerdote; y si viese que
las manchas en la piel
de su carne son de color
blanco mas oscuro,
exantema (benigno) es
que ha brotado en la
piel; el hombre es puro. |
|
Y si en la parte delantera de la cabeza
se le cayere el cabello,
es calvo por delante;
puro es. |
Mas cuando en la calva, por detrás o
por delante, hubiere
llaga blanca rojiza, es
lepra que va brotando en
la calva o en su media
calva. |
Y le verá el sacerdote, y si viere que
la hinchazón de la llaga
es blanca rojiza en la
parte calva o en la
media calva, como la
apariencia de lepra en
la piel de su carne, |
el hombre es leproso; impuro es: el
sacerdote ciertamente le
declarará impuro, en su
cabeza está la llaga. |
Y en cuanto al hombre leproso que
tuviere la llaga, sus
vestidos han de estar
rasgados, y su cabello
no será cortado, y con
su bigote se cubrirá la
boca, y clamará de
continuo: "¡Impuro! ¡Impuro! " |
Todo el tiempo que estuviere la llaga
en él, quedará impuro;
impuro es. Habitará solo;
fuera del campamento
será su morada. |
Y la ropa en la que hubiere llaga de
lepra, sea ropa de lana
o ropa de lino, |
ya esté en la urdimbre, ya en la trama
de lino o de lana, o en
piel cruda, o en
cualquier obra de cuero; |
y si la llaga es verdosa o rojiza en la
ropa o en la piel, ya
esté en la urdimbre, ya
en la trama, o en
cualquier objeto de
cuero, llaga de lepra
es, y será mostrada al
sacerdote. |
Y verá el sacerdote la llaga, y hará
encerrar la cosa con
llaga por siete días, |
y en el séptimo día verá la llaga; y si
se extendió la llaga en
la ropa, ya sea en la
urdimbre, ya en la
trama, o en la piel, o
en cualquier obra que se
hace de cuero, lepra
maligna es la tal llaga;
el objeto es impuro. |
Y quemará la ropa, o la urdimbre, o la
trama de lana o de lino,
o cualquier objeto de
piel en que estuviere la
llaga, porque lepra
maligna es; será quemado
a fuego. |
Y si al mirarla el sacerdote viese que
no se ha extendido la
llaga en la ropa, ni en
la urdimbre ni en la
trama, o en cualquier
objeto de cuero, |
entonces ordenará el sacerdote lavar
aquello en que estuviere
la llaga, y lo hará
encerrar siete días por
segunda vez. |
|
Y si al verla el sacerdote viese que ha
oscurecido la parte
llagada, después de ser
lavada, entonces la
cortará de la ropa, o de
la piel, o de la
urdimbre o de la trama. |
|
Mas el vestido o la urdimbre o la trama
o cualquier objeto de
cuero que lavares y se
le quitare la llaga, se
lavará por segunda vez y
quedará puro. |
Esta es la ley de la llaga de lepra en
la ropa de lana o de
lino, de la urdimbre o
de la trama, o de
cualquier objeto de
cuero; para declararlo
puro o para declararlo
impuro. |
|
|
Esta será la ley tocante al leproso, en
el día de su purificación, cuando será llevado al sacerdote; |
y saldrá el sacerdote fuera del
campamento, y verá el
sacerdote, y he aquí que
está curada la llaga de
la lepra del leproso; |
Y ordenará el sacerdote que se tomen
para aquél que se va a purificar dos pajaritos puros, sanos, y madera de cedro y
lana carmesí e hisopo. |
Y ordenará el sacerdote degollar a uno
de los pajaritos en una
vasija de barro con agua
de manantial. |
En cuanto al pajarito vivo, lo tomará
juntamente con la madera
de cedro y la lana
carmesí y el hisopo, y
mojándolos juntamente
con el pajarito vivo en
la sangre del pajarito
degollado, sobre el agua
del manantial, |
asperjará sobre aquél que se va a
purificar de la lepra,
siete veces,
purificándole así; y
soltará el pajarito vivo
sobre la faz del campo. |
Y aquél que se purifica lavará sus
vestidos y rasurará todo
su pelo y se bañará en
agua, y quedará puro ; y
después de esto podrá
entrar en el campamento,
y habitará fuera de su tienda siete días. |
Y al séptimo día se rasurará todo su
pelo, así de su cabeza
como de su barba, y las
cejas de sus ojos, y
todo su pelo que está a
la vista rasurará; y
lavará sus vestidos y
bañará su cuerpo en el
agua, y quedará puro. |
Y el día octavo tomará dos corderos sin
defecto y una cordera de
una año sin defecto, y
una ofrenda vegetal de
tres décimas de una efá
de flor de harina de
trigo mezclada con
aceite, y un log de aceite. |
Y el sacerdote que lo purifica hará que
el hombre que se está
purificando se presente,
juntamente con aquellas
cosas, delante del
Eterno, a la entrada de
la tienda de asignación. |
Y tomará el sacerdote uno de los
corderos y los
presentará como ofrenda
por la culpa, juntamente
con el log de aceite; y
hará con ellos el rito
de la tenufá ante el
Eterno. |
|
Y el sacerdote tomará de la sangre de
la ofrenda por la culpa,
y la pondrá el sacerdote
sobre el lóbulo de la
oreja derecha de aquél
que se purifica, y sobre
el dedo pulgar de su
mano derecha, y sobre el
dedo pulgar de su pie
derecho. |
Y tomará el sacerdote parte del log de
aceite y lo derramará
sobre su propia palma
izquierda; |
y mojará el sacerdote el dedo índice
derecho en el aceite que
tiene en su palma
izquierda, y con su dedo
asperjará del aceite
siete veces ante el
Eterno. |
Y de lo que sobrare del aceite que
tiene en su palma,
pondrá el sacerdote
sobre el lóbulo de la
oreja derecha del que se
purifica, y sobre el
dedo pulgar de su mano
derecha, y sobre el dedo
pulgar de su pie
derecho, encima de la
sangre de la ofrenda por
la culpa. |
Y lo que quedare del aceite que tiene
en su palma, pondrá
sobre la cabeza de aquél
que se purifica; y el
sacerdote hará expiación
por él ante el Eterno. |
Y lo que quedare del aceite que tiene
en su palma, pondrá
sobre la cabeza de aquél
que se purifica; y el
sacerdote hará expiación
por él ante el Eterno. |
Y el sacerdote ofrecerá el sacrificio
por el pecado, y hará
expiación por aquél que
se purifica de su
impureza; y después
degollará el holocausto. |
Y el sacerdote ofrecerá el holocausto y
la ofrenda vegetal sobre
el altar; así el
sacerdote hará expiación
por él y quedará puro. |
|
y dos tórtolas o dos palominos,
conforme a sus recursos;
y servirá el uno para
ofrenda por el pecado y
el otro para holocausto; |
los llevará el sacerdote, al octavo día
de su purificación, a la
entrada de la tienda de
asignación, ante el
Eterno. |
Y tomará el sacerdote el cordero de la
ofrenda por la culpa y
el log de aceite, y el
sacerdote hará con ellos
el rito de la tenufá
ante el Eterno. |
Y degollará el cordero de la ofrenda
por la culpa, y tomará
el sacerdote de la
sangre de la ofrenda por
la culpa y la pondrá
sobre el lóbulo de la
oreja derecha de aquél
que se purifica, y sobre
el dedo pulgar de su
mano derecha, y sobre el
dedo pulgar de |
Y el sacerdote derramará parte del
aceite sobre la palma de
su mano izquierda; |
y con su dedo índice derecho el
sacerdote asperjará del
aceite que tiene en su
palma izquierda siete
veces delante del
Eterno. |
Y el sacerdote pondrá del aceite que
tiene en su palma sobre
el lóbulo de la oreja
derecha de aquél que se
purifica, y sobre el
dedo pulgar de su mano
derecha, y sobre el dedo
pulgar de su pie
derecho, encima del
lugar donde se puso la
sangre de la ofrenda por
la culpa. |
Y lo restante del aceite que hubiere en
la palma del sacerdote,
lo pondrá sobre la
cabeza de aquél que se
purifica, haciendo así
expiación por él ante el
Eterno. |
Y ofrecerá una de las dos tórtolas o de
los palominos, conforme
le permitieren sus
recursos; |
así como lo permitieren sus recursos,
ofrecerá el uno para la
ofrenda por el pecado y
el otro para holocausto,
además de la ofrenda
vegetal. Y el sacerdote
hará expiación, por
aquél que se purifica,
ante el Eterno. |
Esta es la ley referente al que tiene
llaga de lepra, cuyos
recursos no le permiten
traer más para su
purificación. |
|
Cuando hubiereis entrado en la tierra
de Canaán que os daré en
posesión, pondré llaga
de lepra en (algunas) casas de la tierra de vuestra posesión; |
y vendrá aquél de quien fuere la casa y
dará aviso al sacerdote,
diciendo: Me parece que
hay como llaga de lepra
en mi casa. |
Y ordenará el sacerdote que desocupen
la casa antes de que el
sacerdote entre a
examinar la llaga, para
que no quede impuro todo lo que hubiere en la casa; y después de esto entrará el sacerdote a ver la
casa. |
Y mirará la llaga; y si viere que la
llaga está en las
paredes de la casa en
forma de depresiones
verdosas o rojizas, que
parecen estar más
hundidas que la pared, |
el sacerdote saldrá fuera de la casa
hasta la entrada de
ella, y hará cerrar la
casa por siete días. |
Y volverá el sacerdote al día séptimo;
y si viere que se ha
extendido la llaga en
las paredes de la casa, |
el sacerdote mandará arrancar las
piedras en que estuviere
la llaga y arrojarlas
fuera de la ciudad en
lugar impuro. |
Y hará raspar la casa por dentro todo
alrededor (de la llaga),
y el polvo que hubieren
quitado raspando, lo
echarán fuera de la
ciudad en lugar impuro. |
Y tomarán otras piedras y las pondrán
en lugar de aquellas
piedras, y tomarán otra
mezcla y revocarán la
casa. |
Mas si volviere la llaga a brotar en la
casa después de
arrancadas las piedras y
tras de haber raspado la
casa, y después de
haberla revocado, |
entonces entrara el sacerdote, y si
viere que la llaga se ha
extendido en la casa,
lepra maligna es ella en
la casa; ésta es impura. |
Y derribarán la casa: sus piedras, sus
maderas y todo el
escombro de la casa, y
lo sacarán fuera de la
ciudad, a lugar impuro. |
Y cualquiera que entrare en aquella
casa en los días que
estuviere cerrada,
quedará impuro hasta la
tarde. |
Y aquél que se acostare en aquella
casa, lavará sus
vestidos, y el que
comiere en aquella casa,
lavara sus vestidos. |
Pero si al entrar el sacerdote viese
que no se ha extendido
la llaga en la casa
después de ser revocada,
purificará el sacerdote
la casa porque ya sanó
la llaga. |
Y para purificar la llaga, tomará dos
pajaritos, y madera de
cedro, y lana carmesí e
hisopo; |
y degollará a uno de los pajaritos en
una vasija de barro con
agua de manantial. |
Y tomara la madera de cedro y el hisopo
y la lana carmesí,
juntamente con el
pajarito vivo, y los
mojará en la sangre del
pajarito degollado y en
el agua de manantial, y
asperjará la casa siete
veces. |
Y purificará la casa con la sangre del
pajarito y con el agua
de manantial, y con el
pajarito vivo y con la
madera de cedro y con el
hisopo y con la lana
carmesí. |
Y soltará al pajarito vivo fuera de la
ciudad, sobre la faz del
campo. Así hará
expiación por la casa,
la cual quedará pura. |
Esta es la ley sobre toda clase de
llaga de lepra, y de la
tiña, |
y de la lepra del vestido y de la casa, |
y de la hinchazón, y ríe la pústula, y
de la mancha lustrosa, |
para indicar cuando es impuro y cuando
es puro. Esta es la ley
respecto a la lepra. |
Y habló el Eterno a Moisés y a Aarón,
diciendo: |
Hablad a los hijos de Israel y
decidles: Cualquier
hombre que manare flujo
de su carne, su flujo
será impuro. |
Y esta es su impureza a causa de su
flujo: ya sea que su
carne mane su flujo, ya
sea que esté obstruida
su carne a causa de su
flujo; esta es su
impureza. |
Todo lecho sobre el cual se acostare el
que padece flujo,
quedará impuro; y cada
objeto sobre el cual se
sentare, será impuro. |
Y cualquier persona que tocare su
lecho, lavará sus
vestidos y se bañará en
agua, y quedará impura
hasta la tarde. |
Y el que se sentare sobre el objeto en
que se haya sentado el
que padece flujo, lavará
sus vestidos y se bañará
en agua, y quedará
impuro hasta la tarde. |
Y el que tocare cualquier parte del
cuerpo de aquél que
padece flujo, lavará sus
vestidos y se bañará en
agua, y quedará impuro
hasta la tarde. |
Y si el que tiene flujo escupiere en
persona pura, ésta
lavará sus vestidos y se
bañará en agua, y
quedará impura hasta la
tarde. |
Y cualquier montura en que cabalgare el
que padece flujo,
quedará impura. |
Y toda persona que tocare cualquier
cosa que hubiere estado
debajo de él, quedará
impura hasta la tarde. Y
el que llevare aquellas
cosas, lavará sus
vestidos y se bañará en
agua, y quedará impuro
hasta la tarde. |
Y todo aquel a quien tocare el que
padece flujo, antes de haberse restregado las manos con agua, lavará sus vestidos y se bañará en
agua, y quedará impuro
hasta la tarde. |
Y la vasija de barro que hubiere tocado
el que padece flujo,
será quebrada, y todo
utensilio de madera será
refregado con agua. |
Y cuando el que padece flujo sanare de
su flujo, ha de contar
siete días para su
purificación; y lavará
sus vestidos y bañará su
cuerpo en agua de
manantial, y quedará
puro. |
Y al octavo día tomará para sí dos
tórtolas o dos
palominos, y se
presentará ante el
Eterno a la entrada de
la tienda de asignación,
y los dará al sacerdote; |
y el sacerdote los ofrecerá, el uno para ofrenda por el pecado y el otro para holocausto; y el sacerdote hará
expiación por él ante el
Eterno, a causa de su
flujo. |
Y el hombre, siempre que tuviere
polución, bañará en agua
todo su cuerpo y quedará
impuro hasta la tarde. |
Y toda ropa y toda piel sobre la cual
hubiere semen, será
lavada con agua y
quedará impura hasta la
tarde. |
Y la mujer con quien se acostare el
hombre que tuviere la
polución, ella y él se
bañaran en agua y
quedarán impuros hasta
la tarde. |
Y cuando la mujer tuviere flujo, siendo
de sangre el flujo de su
carne, por espacio de
siete días quedará
separada en su impureza,
y todo aquél que la
tocare quedará impuro
hasta la tarde. |
También aquello en que ella se acostare
durante su impureza,
quedará impuro; y todo
aquello en que se
sentare quedará impuro. |
Y todo aquél que tocare su lecho,
lavará sus vestidos y se
bañará en agua, y
quedará impuro hasta la
tarde. |
Y todo aquél que tocare cualquier
objeto en que ella se
haya sentado, lavará sus
vestidos y se bañará en
agua, y quedará impuro hasta la tarde. |
Y aquél que tocare su cama o el mueble
donde ella se haya
sentado, en tocándolos
quedará impuro hasta la
tarde. |
Y si se acostare varón con ella, su
impureza pasará a él y
quedará impuro por siete
días; y todo lecho en
que él se acostare
quedará impuro. |
Y cuando una mujer padeciere flujo de
su sangre por muchos
días, fuera del tiempo
de su menstruación, o
cuando tuviere flujo más
allá del tiempo del
flujo de su
menstruación, todos los
días del flujo de su
impureza serán como los
del flujo mensual. |
Cualquier lecho en que se acostare todo
el tiempo de su fluido,
le será como el lecho de
su menstruación; y todo
objeto en que se sentare
quedará impuro, lo mismo
que en la impureza de su
menstruación. |
Y todo el que tocare aquellas cosas
quedará impuro, y lavará
sus vestidos y se bañará
en agua, y quedará
impuro hasta la tarde. |
Y cuando ella sanare de su flujo,
contará para sí siete
días, y después quedará
pura. |
Y al octavo día tomará para sí dos
tórtolas o dos palominos
y los traerá al
sacerdote, a la entrada
de la tienda de
asignación. |
Y el sacerdote ofrecerá el uno para
ofrenda por el pecado y
el otro para holocausto;
y el sacerdote hará
expiación por ella ante
el Eterno, a causa del
flujo de su impureza. |
Y separaréis a los hijos de Israel de
su impureza, para que no
mueran por su impureza
cuando contaminen mi
Tabernáculo que está en
medio de ellos. |
Esta es la ley respecto del que padece
flujo, y de aquél de
quien sale polución, de
tal modo que no se
contamine con ella; |
y de aquélla que está indispuesta por
su menstruación, y de
aquél que tenga flujo,
sea varón o hembra, y de
aquél que se acueste con
mujer impura. |
|
Bendito seas Tu oh Eterno nuestro Dios,
Rey del Universo que nos
diste (Tu Torah), la
Torá de la Verdad, e
implantaste en nosotros
la Vida Eterna. |
Bendito seas, oh Eterno, que nos
concediste la
Torá. (TODOS DICEN AMEN) |
LECTURA DE LA HAFTARÁ Reyes
2 7:3 - 7:20
Bendito seas Tú, Eterno Dios nuestro y
Rey del Universo, que
escogiste buenos
profetas y te
complaciste en sus
palabras, que fueron
enunciadas con verdad. |
Bendito seas Tú, Eterno, que escogiste
la Torah, a Moisés Tu
siervo, a Tu pueblo
Israel y a profetas de
la verdad y y de la
rectitud. |
|
|
Y había cuatro hombres leprosos
(Guejazí y sus hijos) a
la entrada de la puerta
de la ciudad, los cuales
se dijeron unos a otros:
¿Por qué nos quedamos
sentados aquí hasta que
muramos? |
Si dijésemos: "entremos a la ciudad",
el hambre está dentro de
la ciudad y moriremos
allí; y si nos
quedáramos aquí
sentados, moriremos
también. Ahora pues,
pasémonos al campamento
de Aram; si ellos nos
concedieren la vida,
viviremos, y si nos
hicieren morir,
moriremos. |
Levantáronse pues al anochecer para
irse al campamento de
Aram, y al llegar a un
extremo del campamento
de Aram, he aquí que no
había allí nadie; |
porque el Eterno había hecho que el
ejército de Aram oyese
estruendo de carros y
estruendo de caballos,
estruendo de un gran
ejército, de modo que se
decían el uno al otro :
"he aquí que el rey de
Israel ha tomado a
sueldo contra nosotros a
los reyes de los hiteos
y a los reyes de Egipto,
para que vengan contra
nosotros", |
por lo cual se habían levantado y huido
al anochecer,
abandonando sus tiendas
y sus caballos y sus
asnos, en fin, el
campamento tal cual
estaba, y habían
escapado para salvar sus
vidas. |
Llegaron pues aquellos leprosos al
extremo del campamento,
y entraron en una tienda
y comieron y bebieron; y
se llevaron de allí
plata y oro y vestidos,
y se fueron y lo
escondieron. En seguida
tornaron, y entrando en
otra tienda se llevaron
de allí (objetos)
también, y se fueron y
los escondieron. |
Entonces se dijeron el uno al otro: No
es bueno lo que hacemos.
Este es un día de buenas
nuevas; si, guardamos
silencio y esperamos
hasta la luz de la
mañana, entonces la
iniquidad nos
alcanzará. Venid pues y anunciémoslo a la casa del rey. |
Y fueron y llamaron al guardia de la
puerta de la ciudad, y
le avisaron diciendo:
Acabamos de ir al
campamento de Aram, y he
aquí que no había allí
nadie, ni voz de persona
alguna, sino los
caballos atados y los
asnos atados, y las
tiendas lo mismo que
estaban antes. |
Y dio voces el guarda a los guardas de
la casa del rey, y éstos
hicieron llegar la nueva
al interior de la casa
del rey. |
Y el rey se levantó de noche y dijo a
sus siervos: Yo os diré
lo que nos han hecho los
de Aram. Ellos saben que
estamos hambrientos, por
lo cual han salido del
campamento para
esconderse en el campo,
diciendo : Cuando salgan
de la ciudad, los
prenderemos vivos y
entraremos en la
ciudad". |
Y respondió uno de los siervos,
diciendo: "Tómense, si
bien te parece, cinco de
los caballos que aún
restan (con los jinetes)
que han quedado en la
ciudad; pues toda la
multitud de Israel que
quedó aquí restante,
tendrá la misma muerte
de la multitud de Israel
que ya pereció; y
enviémoslos y veamos. |
Y tomaron dos jinetes con caballos y
los envió el rey en
seguimiento del ejército
de Aram, diciendo: Id y
ved. |
Le siguieron pues hasta el Jordán, y he
aquí que todo el camino
estaba lleno de vestidos
y de enseres que los de
Aram habían desechado en
su prisa. Y volvieron
los enviados y se lo
avisaron al rey. |
Y salió el pueblo y saqueó el
campamento de Aram; y
así fue que en efecto se
vendió una seá de flor
de harina por un siclo,
y dos seás de cebada por
un siclo, conforme a la
palabra del Eterno. |
Y el rey dio la guarda de la puerta a
aquel capitán en cuyo
brazo él se apoyaba; y
le atropelló el pueblo
en la puerta, de modo
que murió, conforme
había dicho el varón de
Dios cuando bajó el rey
a él. |
Porque cuando el varón de Dios había
dicho al rey: "mañana a
estas horas se darán en
la puerta de Samaria por
un siclo dos seás de
cebada, y por medio
siclo una seá de flor de
harina", |
aquel capitán respondió al varón de
Dios, diciendo: He aquí
que aun cuando el Eterno
hiciese ventanas en el
cielo ¿podría suceder
esto? Y él (el varón de
Dios) le respondió: He
aquí que tú lo verás con
tus ojos, mas de ello no
comerás. |
Y así mismo le acaeció, porque el
pueblo le atropelló en
la puerta, de manera que
murió. |
Bendito seas Tú, Eterno, Dios nuestro y
Rey del Universo, fuerte
de todos los mundos,
justo en todas las
generaciones; Dios fiel,
que dice y obra, que
promete y cumple, cuyas
palabras son verdad y
justicia. |
Fiel eres Tú, Eterno, Dios nuestro, y
tus promesas son
merecedoras de fe;
ninguna de Tus palabras
dejará de cumplirse,
porque Tú eres Dios y
Rey fiel (y piadoso). |
Bendito seas Tú, Eterno, Dios fiel en
todas tus palabras.
-Amen |
Ten piedad de Sión, pues es el hogar de
nuestra vida, y salva a
esa ciudad afligida de
espíritu, pronto y en
nuestros días. |
Bendito seas Tú, Eterno, que alegras a
Sión en sus hijos. |
Alégranos, oh Eterno, Dios nuestro, con
la llegada de Elías, tu
profeta y servidor, y
con el reinado de David
tu ungido. Llegue pronto su advenimiento y haga regocijar nuestros
corazones. |
No permitas que extraños se sienten en
su trono, ni que otros
hereden de su gloria,
pues por tu santo nombre
le juraste que su luz
jamás se extinguirá. |
Bendito seas Tú, Eterno, Escudo de
David. |
NOTAS EXPLICATORIAS:
Resúmem de la Parashá
Parashat Tazría
La Torá ordena que las mujeres
ofrezcan un korbán tras el
nacimiento de un niño. Los hijos
varones deben circuncidarse al
octavo día de vida. La Torá
introduce el fenómeno de tzaraat
(usualmente mal traducido como
"lepra"), enfermedad milagrosa
que ataca a las personas, las
vestimentas y las casas, con el
fin de que el individuo
reaccione frente a sus faltas
espirituales. A fin de
determinar si una mancha en
particular es o no es tzaraat,
se debe consultar al kohen. El
kohen aisla a la persona durante
una semana. Si la enfermedad no
sufre cambios, el confinamiento
continúa una semana más, luego
de la cual el kohen decidirá la
situación del individuo. La Torá
describe las distintas formas de
tzaraat. La persona acerca de la
cual queda confirmado que sufre
de tzaraat lleva ropa
desgarrada, no se corta el pelo,
y debe alertar a los demás que
tiene una impureza ritual. Le
está prohibido mantener contacto
normal con las demás personas.
Por fin, se describe en detalle
el fenómeno de tzaraat en las
vestiduras.
Parashat Metzora
La Torá describe el
procedimiento para un metzora
(persona afligida por tzara'at)
luego de concluir con su período
de aislamiento. Este proceso se
extiende por una semana e
involucra korbanot e inmersiones
en la mikve. Luego el kohen debe
declarar al metzora puro. Un
metzora de escasos recursos
puede sustituir las ofredas de
animales, que son caras, por
otras que son mas económicas.
Antes de que el kohen
diagnostique que una casa tiene
tzara'at, los artículos de la
casa se retiran para evitar que
ellas también sean declaradas
ritualmente impuras. El tzara'at
se elimina demoliendo y
reconstruyendo esa sección de la
casa; si vuelve a aparecer, la
edificación entera debe ser
arrazada. La Torá detalla las
secreciones corporales que hacen
a una persona ritualmente
impura, provocando que no pueda
entrar en contacto con artículos
sagrados, y de qué modo uno
recupera un estado de pureza
ritual.
"Cuando una mujer concibe..."
(12:2)
Si el Hombre es digno, si hace
que su alma sea la esencia de su
ser, entonces antecede a toda la
creación. Porque fue el espíritu
del Hombre el que flotó sobre
las profundidades inclusive
antes de la creación de la luz.
Pero si no es digno, si se
vanagloria de su dimensión
física, entonces en términos de
precedencia física de la
Creación, hasta el mosquito
viene antes que él...
Por ese motivo, la Torá trata
las leyes de pureza del Hombre
después de las leyes de pureza
de los animales: así como la
creación física del Hombre viene
después de la de los animales,
sus leyes se explican después de
las leyes de los animales. Esto
se aplica únicamente cuando el
hombre se comporta como un mero
animal sofisticado. Pero si el
hombre deja a un lado su lado
físico, dándole preponderancia
al alma; si cumple con el
propósito de la Creación,
reconociendo y sirviendo a su
Creador, entonces él precede a
toda la Creación.
Basado en el Midrash y Rashi
"Y al octavo día, se circundará
la carne del prepucio" (12:3)
La grandeza del Shabat se
advierte en el hecho de que el
niño no recibe el Brit Milá
hasta que cumple ocho días de
vida, vale decir, hasta que
vivió un Shabat. En otras
palabras, la razón por la cual
el Brit Milá se realiza al
octavo día después del
nacimiento es para que el niño
pueda experimentar toda la
santidad del Shabat antes del
Brit Milá. Sólo así podrá
alcanzar un nivel tal que lo
hará apto para ingresar en la
santidad del pueblo judío a
través del Brit Milá.
Yalkut Yehuda
"Y al octavo día, se
circuncidará la carne del
prepucio" (12:3)
En el Brit se acostumbra
decirles a los padres "Que así
como fue traído al Pacto (Brit),
que también sea traído a la
Torá, al matrimonio y a los
buenos actos". Así como fue
traído al Brit, que ahora forma
parte inseparable de él, es
nuestro deseo que también todas
las otras mitzvot de la Torá
sean parte inseparable de él.
Iturei Torá
"Esta es la ley del Metzorá"
(14:2)
Metzorá: motzí, sacar
(shem) ra, mal (nombre)
(Hablar mal de alguien).
Había una vez un mercachifle que
iba de pueblo en pueblo,
anunciando: "¡Quién quiere
comprar el exilir de la vida!
¡Quién quiere comprar el elixir
de la vida!" Rabí Yanai lo oyó y
quiso comprar un poco de su
brebaje. "Usted no necesita
brebaje, ni usted ni ninguno
como usted", le respondió el
vendedor. Pero Rabí Yanai
insistió. Por fin, el
mercachifle sacó un Sefer
Tehilim (Libro de los Salmos) y
se lo leyó a Rabí Yanai. "'Quién
quiere la vida...' ¿cuál es el
versículo siguiente?" preguntó
el hombre. Rabí Yanai le
respondió: "'Cuida tu lengua del
mal...' ¡toda mi vida leí este
versículo y no supe su
significado hasta que me lo
enseñó este mercachifle!"
"Y será traído al Kohen" (14:3)
Cuando una persona habla lashón
hara (malas lenguas), demuestra
que no tiene idea del poder del
habla. Demuestra que para él las
palabras son insignificantes en
comparación con los actos. Al
hablar las malas lenguas, se
despierta a un acusador en el
Cielo, no solamente contra el
objetivo de su lashón hará, sino
también contra sí mismo. Un
ángel, provisto de un "grabador
stereo" se para al lado de cada
uno de nosotros y graba cada una
de las palabras que
pronunciamos. Y para enseñarles
a los que hablan lashón hará el
poder que tiene hasta una sola
palabra, la Torá ordena que el
transgresor sea traído al Kohen.
Pero, inclusive cuando va a ver
al Kohen, con todo el cuerpo
lleno de tzaraat, para que todos
lo vean, y hasta que el Kohen
pronuncie la palabra "Impuro",
se lo sigue considerando
totalmente puro.. Del mismo
modo, no puede retornar a su
antigua situación, a pesar de
que la enfermedad se haya curado
por completo, hasta que el Kohen
pronuncie la palabra "Puro".
Así, el transgresor aprende el
poder que tiene hasta una sola
palabra. Porque con una sola
palabra, se lo segrega, y con
una sola palabra, se lo redime.
Basado en Ohel Yaakov
NOTAS EXPLICATORIAS:
12:2 |
|
Habla a los hijos de Israel y diles: La
mujer, cuando hubiere
concebido y dado a luz
un hijo varón, quedará
impura siete días; igual
que los días en que
está separada (del esposo) por su
enfermedad mensual,
quedará impura. . |
Separada del esposo por su
enfermedad mensual
Esta impureza de la mujer, por la cual se aparta del marido por
siete días durante la
menstruación, se llama en hebreo
niddá, lo que significa
"separación", y en ella le está
prohibida toda intimidad con su
esposo. Las leyes de niddá se
basan en lo que está escrito en
el Levítico 15, 19 - 24. Además
existe un tratado completo en el
Talmud con el mismo nombre,
dedicado a la ampliación de
estas leyes. Los científicos se
maravillan ante el hecho de que
los antiguos hebreos practicaran
el más alto standard de higiene
sexual reconocida en los tiempos
actuales. Se ha demostrado
también la existencia de una
sustancia tóxica en el suero de
la sangre, saliva,
transpiración, orina, etc.,
durante el período de la
menstruación.
12:6 |
|
Y al cumplirse los días de su purificación, por hijo o por hija, traerá un cordero de un año para holocausto, y un
palomino o una tórtola
para ofrenda por el
pecado, a la entrada de
la tienda de asignación,
al sacerdote; . |
Los días de purificación por
hijo o por hija
La mujer que dé a luz a un
niño, permanecerá en estado de
impureza absoluta durante siete
días, como en el caso de niddá
(mujer en período de
menstruación) (ver leyes en el
capítulo 15, 19 - 28). Después
de estos siete días observará
treinta y tres días más de
impureza, menos rigurosa (verso
4). Este lapso de tiempo se
llama demé tahorá (período de
purificación).A los cuarenta
días (y si dio a luz a una niña,
a los ochenta), la parturienta
hará la tevilá, inmersión ritual
en agua. Al día siguiente debía
ofrecer (cuando existía el
Tabernáculo o el Templo de
Jerusalem) un cordero de un año
como holocausto, y un palomo o
una tórtola como sacrificio por
el pecado, llamado jattat. Si
era pobre, ofrecía dos palomos o
dos tórtolas, uno como
holocausto y otro como jattat.
La misma ley de impureza se
aplica para la mujer que aborta
(Niddá 27:), y no en caso de
cesárea (Niddá 40). (Ver más
detalles en el Shulján Aruj Y.
D. párrafo 194).
13:13 |
|
lo verá el sacerdote, y si viere que la
lepra ha cubierto toda
su carne, declarará puro
al que tiene la llaga;
cuando toda ella Se
tornare blanca, puro es
él; (no es lepra). |
Lo verá el sacerdote
Una de las misiones de los cohanim (sacerdotes) era la de separar
lo puro de lo impuro (Levíticos
10, 10). El cohén tenía además
la competencia de diagnosticar
indicios de lepra, hinchazones,
pústulas o manchas aparentemente
de lepra en las personas, y
también en las ropas, en las
paredes de las casas, etc. La
plaga de la lepra se consideraba
como un castigo celeste, puesto
que existía la creencia de que
el mal físico provenía casi
siempre del mal moral. El relato
del castigo de Miriam por haber
hablado mal de su hermano Moisés
(ver Números 12, 1 - 15) y la
lepra del rey Uziyá (2 Crónicas
26, 19), considerada como un
castigo por el sacrilegio de
ofrecer, a pesar de la
advertencia de los cohanim, el
incienso sobre el altar, sirven
de ejemplos para esta creencia.
13:30 |
|
el sacerdote mirará la llaga, y si
viere que aparenta estar
más hundida que la piel
y que hay en ella pelo
amarillo delgado, el
sacerdote lo declarará
impuro; es tiña; lepra
de la cabeza o de la
barba es. |
Es tiña, lepra de la cabeza o
de la barba
El Midrash (Yalcut, párrafos 556-59) explica que la persona es
atacada por la lepra por haber
practicado la calumnia y la
maledicencia. Deduce esto
transformando la palabra metzorá
(leproso) por motzí-rá (que hace
salir de su boca el mal). El
leproso debía morar fuera del
campamento, tal como el
calumniador, que debe ser
aislado de la sociedad por causa
de su lashon hará (mala
lengua)."El calumniador es más
culpable que el asesino, pues
éste mata a una sola persona, y
el calumniador mata a tres (a él
mismo, a quien oye la calumnia y
al calumniado)". "Aun cuando no
se dé fe al calumniador por lo
que dijo, alguna cosa queda en
la memoria en contra del
calumniado". "La mala lengua fue
comparada a una flecha y no a
una espada, pues mata aún de
lejos; estando el calumniador en
Roma puede matar en Siria, y
estando en Siria puede matar en
Roma". "Cuatro categorías de
personas no gozarán del
esplendor divino: losburlones
los hipócritas, los mentirosos y
los que hablan mal de prójimo"
(Midrash).
14:2 |
|
Esta será la ley tocante al leproso, en
el día de su purificación, cuando será llevado al sacerdote; |
En
el día de su purificación
Esta Parashá trata de la
reintegración de la persona
atacada de lepra. Esta debía
morar fuera de los tres
campamentos del pueblo: (Cohen,
Leví e Israel). En el caso de
que se curara, el cohen procedía
al ritual de su purificación y
reintegración de la siguiente
manera: Se traían dos pajaritos
vivos, de los declarados por la
Torá como puros; palo de cedro,
lana carmesí e hisopo. El cedro
servía para sacar del leproso el
defecto moral de la vanidad, y
el hisopo simbolizaba la
modestia. El ritual de los dos
pajaritos (ver versos 4 - 7)
tenía por objeto la
identificación del leproso con
el pájaro degollado y después
con el pájaro vivo, bañado en la
sangre del primero, de la
siguiente manera: el alma del
leproso era simbólicamente
derramada por medio de la sangre
del pájaro sacrificado (ver
Levíticos 17, 14). El pájaro
vivo y bañado en esta sangre, se
impregnaba de aquel alma, y una
vez puesto en libertad, llevaba
consigo los elementos malos del
leproso. Librado así de la
impureza, este lavaba sus
vestidos, cortaba todo su
cabello y pelo que estaba a la
vista. Después de todo esto, se
le consideraba puro para entrar
en el campamento; pero ésta era
la primera etapa de su
purificación.
14:4 |
|
Y ordenará el sacerdote que se tomen
para aquél que se va a purificar dos pajaritos puros, sanos, y madera de cedro y
lana carmesí e hisopo. |
Aquel que se va a purificar
El leproso curado y purificado según el ritual (ver comentario
anterior) era considerado como
un aspirante a la iniciación.
Con este ritual ya le habían
quitado el alma impura, y ahora
le debían introducir una pura.
Esta es la base de todas las
purificaciones, según lo muestra
el salmo 51, versos 9 - 12:
"Expúrgame con hisopo y quedaré
puro, lávame y quedaré más
blanco que la nieve. Hazme oír
gozo y alegría, para que se
regocijen los huesos que
abatiste. Esconde de mis pecados
tu rostro y apaga todas mis
iniquidades; crea en mí, oh
Dios, un corazón puro, y renueva
dentro de mí un espíritu recto."
14:8 |
|
Y aquél que se purifica lavará sus
vestidos y rasurará todo
su pelo y se bañará en
agua, y quedará puro ; y
después de esto podrá
entrar en el campamento,
y habitará fuera de su tienda siete días. |
Habitará fuera de su tienda
siete días
Después de entrar en el
campamento, el leproso no podía
aproximarse a su esposa durante
siete días (Jolín 141). En el
séptimo, se cortaba el pelo que
estaba a la vista (cabello,
bigote, barba, cejas), lavaba
sus vestidos y se bañaba
conforme al ritual. Sólo después
de todo esto, se consideraba
curado al leproso y podía
reintegrarse a su grupo.
14:10 |
|
Y el día octavo tomará dos corderos sin
defecto y una cordera de
una año sin defecto, y
una ofrenda vegetal de
tres décimas de una efá
de flor de harina de
trigo mezclada con
aceite, y un log de aceite. |
Un Log de aceite
Un log equivale a 506 cm³.
14:21 |
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Mas si fuera pobre
La ceremonia de reintegración del leproso curado consistía en esto:
En el octavo día, el antiguo
leproso traía su sacrificio, que
eran dos corderos sin defecto,
una oveja de un año, sin
defecto, tres décimas partes de
una efá de flor de harina de
trigo mezclada con aceite, con o
ofrenda vegetal, y un log de
aceite. Y si era pobre, traía un
solo cordero y dos tórtolas o
dos palomos, realizando con esto
la ceremonia de reintegración.
La purificación del leproso
simbolizaba el hecho de quitar
de él su antigua costumbre de
vida pecaminosa, e inculcarle en
su lugar una vida nueva y pura.
Esto equivalía a una muerte
seguida de resurrección, según
lo comparó Yehoram, rey de
Israel: "¿Acaso soy yo Dios, con
poder de matar y dar la vida,
para que éste me envíe un hombre
a fin de que yo le cure de su
lepra? "
(2 Reyes 5, 7).
14:34 |
|
Cuando hubiereis entrado en la tierra
de Canaán que os daré en
posesión, pondré llaga
de lepra en (algunas) casas de la tierra de vuestra posesión; |
En algunas casas de la Tierra de
tu posesión
"Cuando hubieres entrado en la tierra de Canaán, pondré llaga de
lepra en algunas) casas de la
tierra de vuestra posesión"
(verso 34). El Midrash (Vayikrá
Rabá) afirma que esto constituía
una buena noticia para los
israelitas' pues los emoreos
solían esconder sus tesoros en
las paredes de sus casas, y
estas eran atacadas por manchas
que denunciaban los lugares de
los tesoros escondidos. Cuando
aparecían indicios de lepra en
una casa, el Kohén ordenaba que
la desocupasen de todo lo que
había en ella antes de entrar, a
fin de examinar bien la llaga.
Desde el momento en que el Kohén
declaraba la casa impura, todo
lo que había en ella: muebles,
ropas, etc. se consideraba
impuro. Si después de haber
revocado la casa, el cohen veía
que no aparecían manchas
nuevamente, la purificaba como
se hacía para la purificación
del leproso, tomando dos
pajaritos, madera de cedro,
etc. (versos
49 - 53).
14:36 |
|
Y ordenará el sacerdote que desocupen
la casa antes de que el
sacerdote entre a
examinar la llaga, para
que no quede impuro todo lo que hubiere en la casa; y después de esto entrará el sacerdote a ver la
casa. |
Todo lo que hubiere en casa
"Cuando hubieres entrado en la
tierra de Canaán, pondré llaga
de lepra en (algunas) casas de
la tierra de vuestra posesión"
(verso 34). El Midrash (Vayikrá
Rabá) afirma que esto constituía
una buena noticia para los
israelitas pues los emoreos
solían esconder sus tesoros en
las paredes de sus casas, y
estas eran atacadas por manchas
que denunciaban los lugares de
los tesoros escondidos. Cuando
aparecían indicios de lepra en
una casa, el cohen ordenaba que
la desocupasen de todo lo que
había en ella antes de entrar, a
fin de examinar bien la llaga.
Desde el momento en que el Kohén
declaraba la casa impura, todo
lo que había en ella: muebles,
ropas, etc. se consideraba
impuro. Si después de haber
revocado la casa, el cohen veía
que no aparecían manchas
nuevamente, la purificaba como
se hacía para la purificación
del leproso, tomando dos
pajaritos, madera de cedro,
etc. (versos
49 - 53).
15:11 |
Vejol-asher yiga bo
hazav veyadav lo-shataf
bamayim vejibes begadav
verajats bamayim vetame
ad-ha'arev. |
Y todo aquel a quien tocare el que
padece flujo, antes de haberse restregado las manos con agua, lavará sus vestidos y se bañará en
agua, y quedará impuro
hasta la tarde. |
Antes de haberse restregado las
manos con agua
Esto quiere decir "sin haber hecho antes la inmersión de su cuerpo
en agua", lo que se llama
tevilá.
15:15 |
Ve'asah otam hakohen
ejad jatat veha'ejad
olah vejiper alav
hakohen lifney Adonay
mizovo. |
y el sacerdote los ofrecerá, el uno para ofrenda por el pecado y el otro para holocausto; y el sacerdote hará
expiación por él ante el
Eterno, a causa de su
flujo. |
Uno para ofrenda por el pecado
La Torah habla en este
capítulo de dos clases de flujos
genitales: uno que proviene de
enfermedades, y otro del
funcionamiento normal del
organismo. En los dos casos, la
Torá exige medidas de higiene y,
sobre todo, de purificación
moral. En el primer caso,
resultado por lo general de una
conducta desarreglada y viciosa,
exigía además de la
purificación, hacer el
sacrificio de dos tórtolas o dos
palominos: uno como ofrenda por
el pecado y otro como
holocausto. En el segundo caso,
que proviene de los contactos
sexuales normales, la Torah
exige sólo purificación, pues la
función de estos órganos que
constituyen frecuentemente la
causa de tanta corrupción e
inmoralidad, deben ser tratados
con mucha precaución y pureza,
cosas que no fueran recomendadas
en las otras funciones
fisiológicas de nuestro
organismo.
15:22 |
Vejol-hanogea bejol-kli
asher-teshev alav
yejabes begadav verajats
bamayim vetame
ad-ha'arev. |
Y todo aquél que tocare cualquier
objeto en que ella se
haya sentado, lavará sus
vestidos y se bañará en
agua, y quedará impuro hasta la tarde. |
Quedará impuro hasta la tarde
Los términos tahor (puro) y tamé (impuro), no corresponden al
significado que se les atribuye,
esto es, de limpio y sucio o
inmundo. Para pasar del estado
tamé al de tahor, se necesita
generalmente hacer una inmersión
en agua (teviIá) no con la
simple intención de limpiar la
suciedad o inmundicia, pues aun
en los casos sencillos de
impureza se exige, además de la
inmersión, un tiempo fijado como
necesario para purificarse. De
igual modo, el agua de la
tevilá, además de ser limpia,
debe provenir de una fuente o
manantial de aguas corrientes,
llamadas en hebreo mayim jayim
(aguas vivas).
Comentarios a la Haftará
Reyes II 7:3-20
La Haftará comienza con el
problema de cuatro hombres
afectados de Tzaraas.
Anteriormente el Rey de Aram
había sitiado a Shomron, la
capital de las diez tribus del
norte. Como resultado de la
guerra, un hambre tremenda
afectó a la ciudad. Cuando todo
parecía perdido, y las personas
estaban pagando precios
exhorbitantes por "comida" que
no era apropiada ni siquiera
para roedores, Elishá profetizó
que en el próximo día iba a
haber mucho suministro de comida
a precios baratos. Uno de los
sirvientes del Rey vino a
burlarse de Elishá diciendo: "Si
Dos haría ventanas en los
cielos, podría pasar esto
realmente?!" Elishá le
respondió: "tu verás la comida
pero no tendrás el privilegio de
comer de ella". Cuando los
cuatro hombres afectados de
tzaraas vieron que el ejército
de Aram se escapó sin ninguna
razón aparente (el ejército fue
empujado milagrosamente por Dos)
llevaron la noticia a Shomron.
La profecía de Elishá se
cumplió. Dos mandó lo prometido
y el sirviente que ridiculizó la
profecía de Elishá sobre el
precio (sha'ar) de la comida fue
atrapado, hasta morir, en la
entrada (sha'ar) de la ciudad. A
pesar de que una Haftará
normalmente no termina con un
desquite, quizás esta Haftará
que muestra cómo Dos trata a las
personas "ojo por ojo" nos da la
seguridad de que cuando nosotros
seamos rectos y justos estaremos
recompensados convenientemente.
Basado en el Meam Loez
Canciones que
cantamos en la mesa de Shabat
Tzur Mishelo Ajalnu
"La Roca, de cuya comida
comimos..."
ibané ha Mikdrash, Ir Tzion
temalé, ve sham nashir shir
jadash
"Que se reconstruya el
Santuario, se llene la Ciudad de
Sión y allí cantaremos una nueva
canción"
El Midrash señala la conexión
que existe entre la
reconstrucción de Jerusalén y
las canciones de alabanza que
Israel le canta a su Dios. En
Tehilim 147, que se dice todas
las mañanas, citamos al Rey
David, quien dice: "Es bueno
cantarle a nuestro señor...
Hashem construye Jerusalén y
reúne a los dispersos de
Israel". Jerusalén, concluye el
Midrash, será reconstruida
recién cuando Le cantemos
alabanzas y zemirot a Hashem.
En esta frase también está
contenida la idea de que cuando
tenga lugar la redención final,
ninguna de las antiguas
canciones será adecuada para
expresar nuestra dicha y habrá
de componerse "una nueva
canción".
Hoy, al entonar zemirot, estamos
ensayando para cuando cantemos
la "nueva canción" que habrá de
anticipar la reconstrucción del
Beit ha Mikdash, muy pronto en
nuestros días.
Escrito y Recopilado
por: Rabino
Yaakov Asher Sinclair de la Organización Ohr Somayach de Israel y Monsey
Editado por el Moréh Eliyahu BaYona, Director de Shalom
Haverim, Monsey, New York.