Organizacion Sin Animo de Lucro
Adscrita al Judaismo Ortodoxo Moderno
Desde Monsey, New York
Parashá Bamidbar -En el Desierto
Aliyot Bamidbar
Lectura Mediante Robot
Bamidbar - Numeros 1:1 al 4:20
y
Por Eliyahu BaYonah Ben Yossef, Director Shalom Haverim Org.New
York
Aliyot es el plural hebreo de Aliá o Aliyá que significa
"subir". Cada vez que una persona - Olé- sube a la Bimá
debe recitar la Brajá -Bendición- antes de comenzar el Baal
Koréh -בעל קורא - la Lectura y al cerrar la misma. Esto se
hace cada vez que el Baal Koréh lee la Porción -Parashá-
correspondiente.
El Maftir es la última persona que se llama a la Bimá y es
invitada a leer la porción de la Haftará -Lectura de
los Profetas-
Esta es la Brajá de la Lectura de
la Toráh:
Barejú et Adonai hamevoraj. |
Baruj Adonay hamevoraj le'olam va'ed. |
Baruj atáh Adonay Eloheynu melej ha'olam, asher bajar banu
mikol-ha'amim, venatán lanu et-torató. |
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Vayedaber Adonay el-Moshe lemor. |
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LECTURA DE LA HAFTARÁ -
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Baruj atáh Adonay jabóker batoráh uveMoshé avdó uveYisra'el amó
uvinvi'ey ja'emet vatsédek. |
Vehayah mispar beney Yisra'el kejol hayam asher lo-yimad velo
yisafer vehayah bimkom asher-ye'amer lahem lo-ami atem
ye'amer lahem beney El-Jay. |
Venikbetsu beney-Yehudah uvney-Yisra'el yajdav vesamu lahem rosh
ejad ve'alu min-ha'arets ki gadol yom Yizre'el. |
Imeru la'ajeyjem Ami vela'ajoteyjem Rujamah. |
Rivu ve'imjem rivu ki-hi lo ishti ve'anoji
lo ishah vetaser znuneyha mipaneyha vena'afufeyha mibeyn
shadeyha. |
Pen-afshitenah arumah vehitsagtiha keyom
hivaldah vesamtiha jamidbar veshatiha ke'erets tsiyah
vahamitiha batsama. |
Ve'et-baneyha lo arajem ki-vney
znunim hemah. |
Ki zantah imam hovishah horatam
ki amerah eljah ajarey me'ahavay notney lajmi umeymay
tsamri ufishti shamni veshikuyay. |
Lajen hineni-saj et-darkej
basirim vegadarti et-gederah unetivoteyha lo timtsa. |
Veridfah et-me'ahaveyha
velo-tasig otam uvikshatam velo timtsa ve'amrah eljah
ve'ashuvah el-ishi harishon ki tov li az me'atah. |
Vehi lo yad'ah ki anoji natati
lah hadagan vehatirosh vehayitshar vejesef hirbeyti lah
vezahav asu la-Ba'al. |
Lajen ashuv velakajti degani
be'ito vetiroshi bemo'ado vehitsalti tsamri ufishti
lejasot et-ervatah. |
Ve'atah agaleh et-navlutah
le'eyney me'ahaveyha ve'ish lo-yatsilenah miyadi. |
Vehishbati kol-mesosah jagah
jodeshah veShabatah vejol mo'adah. |
Vahashimoti gafnah ute'enatah
asher amrah etnah hemah li asher natnu-li me'ahavay
vesamtim leya'ar va'ajalatam jayat hasadeh. |
Ufakadeti aleyha et-yemey
habe'alim asher taktir lahem vata'ad nizmah vejelyatah
vatelej ajarey me'ahaveyha ve'oti shajejah neum-Adonay. |
Lajen hineh anoji mefateyha
veholajtiha hamidbar vedibarti al-libah. |
Venatati lah et-krameyha misham
ve'et-emek Ajor le-Fetaj Tikvah ve'antah shamah kimey
ne'ureyha ujeyom alotah me'erets Mitsrayim. |
Vehayah vayom-hahu neum-Adonay
tikre'i ishi velo-tikre'i-li od bali. |
Vahasiroti et-shmot habe'alim
mipiha velo-yizajru od bishmam. |
Vejarati lahem berit bayom hahu
im-jayat hasadeh ve'im-of hashamayim veremes ha'adamah
vekeshet vejerev umiljamah eshbor min-ha'arets
vehishkavtim lavetaj. |
Ve'erastij li le'olam ve'erastij
li betsedek uvemishpat uvejesed uverajamim. |
Ve'erastij li be'emunah veyada'at
et-Adonay. |
|
|
Ne'eman, atah ju Adonay Eloheynu,
vene'emanim devareyja, vedavar ejad midvareyja ajor
lo-yashuv reykam, ki El melej ne'eman verajaman atah. |
Baruj atáh Adonay, ha'El
jane'eman bekol-devarav. -Amen |
Rajem al-Tsiyon, ki ji beyt jayeynu, vel'aluvat nefesh toshia
bimjeraj veyameynu. |
Baruj atáh Adonay, mesame'aj Tsiyon bevaneyj. |
Samejenu, Adonay Eloheynu, be'Eliyahu janavi avdeja, uvmaljut
beyt David meshijeja. Bimjeraj yavo veyagel libenu, |
al kis'o lo yeshev zar, velo yinjalu od ajerim et kevodo, ki
veshem kodsheja nishbata lo, shelo yicbej nero le'olam
va'ed. |
Baruj atáh Adonay, magén David. |
EN ESPAÑOL
Bamidbar - Numeros 1:1 al 4:20
¡Bendecid al
Eterno, el Bendito! |
Bendito es
el Eterno, el Bendito para siempre. |
Bendito seas
Tu, oh Eterno nuestro Dios, Rey del universo que nos
elegiste entre todos los pueblos y nos diste Tu Toráh,
Bendito seas, oh Eterno, que nos concediste la Toráh. |
Bendito
seas, oh Eterno, que nos concediste la Toráh. AMEN |
|
Haced el censo de toda la
congregación de los hijos de Israel por sus tribus, por
sus casas paternas, conforme a la cuenta de los nombres,
todo hombre cabeza por cabeza; |
de edad de veinte años para
arriba, todos los que pueden ingresar al ejército en
Israel, tú y Aarón los contaréis por sus huestes. |
Y habrá con vosotros un hombre de
cada tribu, siendo cada uno cabeza de su casa paterna. |
Y estos son los nombres de los
varones que estarán con vosotros: de Rubén, Elitzur,
hijo de Shedeur; |
de Simón, Shelumiel, hijo de
Tzurishadday; |
De Judá, Najshón, hijo de
Amminadav; |
de Isajar, Nethanel, hijo de
Tzuar; |
de Zebulón, Eliav, hijo de Jelón; |
de los hijos de José: de Efraín,
Elishamá, hijo de Ammihud; de Manasé, Gamliel, hijo de
Pedatzur; |
de Benjamín, Avidán, hijo de
Guidoní; |
de Dan, Ajiézer, hijo de
Ammishadday; |
de Asher, Paguiel, hijo de Ojrán; |
de Gad, Elyasaf, hijo de Devel; |
de Naftalí, Asirá, hijo de Enán. |
Estos son los designados de entre
la congregación, príncipes de las tribus de sus padres,
cabezas de los millares de Israel |
Y tomaron Moisés y Aarón a estos
hombres que habían sido designados por nombres, |
e hicieron reunir a toda la
congregación en el primer día del segundo mes, y fueron
designados por sus familias, según sus casas paternas,
conforme a la cuenta de los nombres, de edad de veinte
años para arriba, cabeza por cabeza; |
de la manera que había ordenado
el Eterno a Moisés, así los contó éste en el desierto de
Sinay. |
|
los que fueron contados de la
tribu de Rubén, fueron cuarenta y seis mil quinientos. |
De los hijos de Simón, sus
linajes por sus familias, por sus casas paternas, los
que fueron contados conforme a la cuenta de los nombres,
cabeza por cabeza; todos los varones de edad de veinte
años para arriba, todos los que podían ingresar al
ejército, |
los que fueron contados de la
tribu de Simón, fueron cincuenta y nueve mil
trescientos. |
De los hijos de Gad, sus linajes
por sus familias, por sus casas paternas, conforme a la
cuenta de los nombres, de edad de veinte años para
arriba, todos los que podían ingresar al ejército, |
los que fueron contados de la
tribu de Gad, fueron cuarenta y cinco mil seiscientos
cincuenta. |
De los hijos de Judá, sus linajes
por sus familias, por sus casas paternas, conforme a la
cuenta de los nombres, de edad de veinte años para
arriba, todos los que podían ingresar al ejército, |
los que fueron contados de la
tribu de Judá, fueron setenta y cuatro mil seiscientos. |
De los hijos de Isajar, sus
linajes por sus familias, por sus casas paternas,
conforme a la cuenta de los nombres, de edad de veinte
años para arriba, todos los que podían ingresar al
ejército, |
los que fueron contados de la
tribu de Isajar, fueron cincuenta y cuatro mil
cuatrocientos. |
De los hijos de Zebulón, sus
linajes por sus familias, por sus casas paternas,
conforme a la cuenta de los nombres, de edad de veinte
años para arriba, todos los que podían ingresar al
ejército, |
los que fueron contados de la
tribu de Zebulón, fueron cincuenta y siete mil
cuatrocientos. |
De los hijos de José, o sea de
los hijos de Efraín, sus linajes por sus familias, por
sus casas paternas, conforme a la cuenta de los nombres,
de edad de veinte años para arriba, todos los que podían
ingresar al ejército, |
los que fueron contados de la
tribu de Efraín, fueron cuarenta mil quinientos. |
De los hijos de Manasé, sus
linajes por sus familias, por sus casas paternas,
conforme a la cuenta de los nombres, de edad de veinte
años para arriba, todos los que podían ingresar al
ejército, |
los que fueron contados de la
tribu de Manasé, fueron treinta y dos mil doscientos. |
De los hijos de Benjamín, sus
linajes por sus familias, por sus casas paternas,
conforme a la cuenta de los nombres, de edad de veinte
años para arriba, todos los que podían ingresar al
ejército, |
los que fueron contados de la
tribu de Benjamín fueron treinta y cinco mil
cuatrocientos. |
De los hijos de Dan, sus linajes
por sus familias, por sus casas paternas, conforme a la
cuenta de los nombres, de edad de veinte años para
arriba, todos los que podían ingresar al ejército, |
los que fueron contados de la
tribu de Dan fueron sesenta y dos mil setecientos. |
De los hijos de Asher, sus
linajes por sus familias, por sus casas paternas,
conforme a la cuenta de los nombres, de edad de veinte
años para arriba, todos los que podían ingresar al
ejército, |
los que fueron contados de la
tribu de Asher fueron cuarenta y un mil quinientos. |
De los hijos de Naftalí, sus
linajes por sus familias, por sus casas paternas,
conforme a la cuenta de los nombres, de edad de veinte
años para arriba, todos lo que podían ingresar al
ejército, |
los que fueron contados de la
tribu de Naftalí fueron cincuenta y tres mil
cuatrocientos. |
Estos son los que fueron
contados, a quienes contaron Moisés y Aarón y los doce
príncipes de Israel, doce hombres, cada uno era
(príncipe) de la casa de sus padres. |
Y fueron todos los que fueron
contados de los hijos de Israel, según sus casas
paternas, de edad de veinte años para arriba, todos los
que en Israel podían ingresar al ejército; |
y fueron pues todos los contados,
seiscientos tres mil quinientos cincuenta. |
Mas los levitas, según la tribu
de sus padres, no fueron contados entre ellos. |
Y habló el Eterno a Moisés,
diciendo: |
Pero no contarás la tribu de Leví
y no formarás su censo entre los hijos de Israel. |
Y tú encarga a los levitas el cuidado del Tabernáculo del
testimonio, con todos sus utensilios y todo lo que le
pertenece; ellos llevarán el tabernáculo y todos sus
utensilios, y ellos servirán en él; y acamparán
alrededor del Tabernáculo. |
Y cuando el Tabernáculo haya de
partir, los levitas lo desarmarán; y cuando el
Tabernáculo haya de acampar, los levitas lo armarán; y
el extraño (no levita) que se acercare, será muerto. |
Y los hijos de Israel acamparán
cada cual en su propio campamento, y cada uno junto a su
propio estandarte, según sus huestes; |
mas los levitas acamparán
alrededor del Tabernáculo del Testimonio, para que no
haya ira contra la congregación de los hijos de Israel;
de modo que los levitas tendrán el cargo de guardar el
Tabernáculo del Testimonio. |
E hicieron los hijos de Israel
conforme a todo lo que había ordenado el Eterno a
Moisés; así hicieron. |
|
Los hijos de Israel acamparán cada cual
junto a su propio estandarte, bajo la insignia de la
casa de sus padres; dando frente a la tienda de
asignación, acamparán a su alrededor. |
Y los que acampen en la parte del
oriente, hacia donde se levanta el sol, serán los del
estandarte del campamento de Judá, según sus huestes,
siendo el príncipe de los hijos de Judá, Najshón, hijo
de Amminadav; |
y su ejército, con los que de él
fueron contados, eran setenta y cuatro mil seiscientos. |
Y los acampados junto a él serán
los de la tribu de Isajar, siendo el príncipe de los
hijos de Isajar, Netanel, hijo de Tzuar; |
y su ejército con los que de él
fueron contados, eran cincuenta y cuatro mil
cuatrocientos. |
Y la tribu de Zebulón: el
príncipe de los hijos de Zebulón era Eliav, hijo de
Jelón; |
Y su ejército con los que de él
fueron contados, eran cincuenta y siete mil
cuatrocientos. |
Todos los que fueron contados del
campamento de Judá eran ciento ochenta y seis mil
cuatrocientos, según sus huestes; éstos se pondrán en
marcha los primeros. |
Los del estandarte del campamento
de Rubén estarán al sur, según sus huestes, siendo el
príncipe de los hijos de Rubén, Elitzur, hijo de
Shedeur; |
y su ejército con los que de él
fueron contados, eran cuarenta y seis mil quinientos. |
Y los acampados junto a él eran
los de la tribu de Simón, siendo el príncipe de los
hijos de Simón, Shelumiel, hijo de Tzurishadday; |
y su ejército, con los que de él
fueron contados, eran cincuenta y nueve mil trescientos. |
Y la tribu de Gad: el príncipe de
los hijos de Gad era Elyasaf, hijo de Reuel; |
y su ejército con los que de él
fueron contados, eran cuarenta y cinco mil seiscientos
cincuenta. |
Todos los que fueron contados del
campamento de Rubén eran ciento cincuenta y un mil
cuatrocientos cincuenta, según sus huestes; y ellos
marcharán los segundos. |
Y se pondrá en marcha la tienda
de asignación, que es el campamento de los levitas, en
medio de los demás campamentos; conforme acampen, así se
pondrán en marcha, cada uno de acuerdo con el lugar que
le fue designado, según sus estandartes. |
Los del estandarte del campamento
de Efraín, según sus huestes, estarán al occidente,
siendo el príncipe de los hijos de Efraín, Elishamá,
hijo de Ammihud; |
y su ejército con los que de él
fueron contados, eran cuarenta mil quinientos. |
Y junto a él estará la tribu de
Manasé, siendo el príncipe de los hijos de Manasé,
Gamliel, hijo de Pedahtzur; |
y su ejército con los que de él
fueron contados, eran treinta y dos mil doscientos. |
Y la tribu de Benjamín: el
príncipe de los hijos de Benjamín, Avidán, hijo de
Guidoní; |
y su ejército, con los que de él
fueron contados, eran treinta y cinco mil cuatrocientos. |
Todos los que fueron contados del
campamento de Efraín eran ciento ocho mil cien, según
sus huestes; y ellos se pondrán en marcha los terceros. |
Los del estandarte del
campamento de Dan estarán al norte según sus
huestes, siendo el príncipe de los hijos de Dan,
Ajiezer, hijo de Ammishadday; |
y su ejército con los que de él
fueron contados, eran sesenta y dos mil setecientos. |
Y los acampados junto a él serán
los de la tribu de Asher, siendo el príncipe de los
hijos de Asher, Paguiel, hijo de Ojrán; |
y su ejercito con los que de él
fueron contados, eran cuarenta y un mil quinientos. |
Y la tribu de Naftalí: siendo el
príncipe de los hijos de Naftalí, Ajirá, hijo de Enán; |
y su ejercito con los que de él
fueron contados, eran cincuenta y tres mil
cuatrocientos. |
Todos los que fueron contados del
campamento de Dan eran ciento cincuenta y siete mil
seiscientos. Ellos se pondrán en marcha en último lugar,
según sus estandartes. |
Estos son los que fueron contados
de los hijos de Israel, por sus casas paternas; todos
los que fueron contados de los campamentos, según sus
huestes, fueron seiscientos tres mil quinientos
cincuenta. |
Mas los levitas no fueron
contados entre los hijos de Israel, como el Eterno había
ordenado a Moisés. |
E hicieron los hijos de Israel
conforme a todo lo que el Eterno ordenó a Moisés; así
acamparon según sus estandartes, y así marcharon cada
cual conforme a sus familias, según sus casas paternas. |
|
estos pues son los nombres de los
hijos de Aarón: Nadav el primogénito, y Avihú, Elazar e
Ithamar. |
Estos son los nombres de los
hijos de Aarón, los sacerdotes ungidos a quienes (el
Eterno) consagró como sacerdotes. |
Y Nadav y Avihú murieron delante
del Eterno, cuando ofrecieron un fuego extraño ante la
presencia del Eterno, en el desierto de Sinay, y no
tuvieron hijos; y Elazar e Ithamar ejercieron el
sacerdocio ante la presencia de Aarón, su padre. |
Haz que se presente la tribu de
Leví y ponla ante Aarón, el (sumo) sacerdote, para que
le asistan. |
Y se ocuparán en el servicio de
él, y en el servicio de toda la congregación delante de
la tienda de asignación, haciendo el servicio del
Tabernáculo. |
Y tendrán la custodia de todos
los utensilios de la tienda de asignación, y se ocuparán
en el servicio de los hijos de Israel, haciendo el
servicio del Tabernáculo. |
Y darás los levitas a Aarón y a
sus hijos; ellos les son enteramente cedidos de entre
los hijos de Israel. |
Y a Aarón y a sus hijos
designarás para que ellos solos se ocupen de su
sacerdocio; y el extraño que se acercare, será muerto. |
Y habló el Eterno a Moisés,
diciendo: |
Y en cuanto a Mí, he aquí que he
tomado a los levitas de entre los hijos de Israel, en
lugar de todo primogénito que abre la matriz de su madre
de entre los hijos de Israel, y serán míos los levitas. |
Porque todos los primogénitos son
míos; pues en el día que maté a todos los primogénitos
en la tierra de Egipto, consagré para Mí a todos los
primogénitos de Israel, así de hombres como de bestias. Míos serán; Yo soy el Eterno. |
|
Cuenta a los hijos de Leví por
sus casas paternas, por sus familias; contarás a todos
los varones de edad de un mes para arriba. |
Y Moisés los contó por orden del
Eterno, como le fue ordenado. |
Y estos fueron los hijos de Leví
por sus nombres: Guereshón y Kehat y Merarí. |
Y estos son los nombres de los
hijos de Guereshón, según sus familias: Livní y Shimí. |
Y los hijos de Kehat, según sus
familias: Amram y Yitzhar, Jevrón y Uzziel. |
Y los hijos de Merarí, según sus
familias: Majlí y Mushí. Estas son las familias de los
levitas según sus casas paternas. |
De Guereshón fueron la familia de
los livnitas y la familia de los shimitas. Estas
son las familias de los guereshunitas. |
Los contados de ellos, conforme a
la cuenta de todos los varones de edad de un mes para
arriba, los contados de ellos fueron siete mil
quinientos. |
Las familias de los guereshunitas
acamparán detrás del Tabernáculo por la parte oeste. |
Y el príncipe de la casa paterna
de los guereshunitas era Elyasaf, hijo de Lael, |
y el cargo de los hijos de
Guereshón, en cuanto a la tienda de asignación, será el
Tabernáculo y la tienda, su cubierta y la cortina de la
entrada de la tienda de asignación, |
y las cortinas del atrio, y la
cortina de la entrada del atrio que está alrededor del
Tabernáculo y del altar, juntamente con las cuerdas para
todo su servicio. |
Y de Kehat fueron la familia de
los amramitas, y la familia de los yitzharitas, y la
familia de los jevronitas, y la familia de los
ozzielitas. Éstas
son las familias de los kehatitas. |
Por la cuenta de todos los
varones de edad de un mes para arriba, fueron ocho mil
seiscientos, los cuales tenían a su cargo la guardia del
santuario. |
Las familias de los hijos de
Kehat acamparán al costado del Tabernáculo, al sur. |
Y el príncipe de la casa paterna
de las familias de los kehatitas será Elitzafán, hijo de
Uzziel. |
Y a su cargo estará la guardia
del arca y de la mesa y del candelabro y de los altares,
y de los objetos del santuario con los cuales servirán
(los sacerdotes), y del velo y de todo lo perteneciente
al servicio. |
Y el principal entre los
príncipes de los levitas será Elazar, hijo de Aarón el (sumo) sacerdote, el cual tendrá la superintendencia de los que
hacen la guardia del santuario. |
De Merarí fueron la familia de
los majlitas y la familia de los mushitas; estas son las
familias de Merarí; |
y los que fueron contados de
ellos conforme a la cuenta de todos los varones de edad
de un mes para arriba, fueron seis mil doscientos. |
Y el príncipe de la casa paterna
de las familias de Merarí es Tzuriel, hijo de Avijáyil. Estos
acamparán al costado del Tabernáculo, al norte. |
Y al cargo de los hijos de Merarí
estarán los tablones del Tabernáculo, sus travesaños y
sus columnas, y sus basas y todos sus objetos, con todo
lo perteneciente a su servicio; |
y las columnas de alrededor del
atrio, y sus basas, y sus estacas, y sus cuerdas. |
Y los acampados al frente del
Tabernáculo, al oriente, delante de la tienda de
asignación, hacia donde se levanta el sol, serán Moisés
y Aarón y los hijos de éste, los cuales harán la guardia
del santuario para cumplir con la obligación de los
hijos de Israel. El
extrano que se acercare moriria. |
Todos los que fueron contados de
los levitas, que por orden del Eterno los contaron
Moisés y Aarón, por sus familias, todos los varones de
un mes para arriba, fueron veintidós mil. |
|
Y tomarás para Mí, Yo, el Eterno,
a los levitas, en lugar de todos los primogénitos de
entre los hijos de Israel, y tomarás los ganados de los
levitas en lugar de todos los primogénitos de entre los
ganados de los hijos de Israel. |
Y contó Moisés, como le había
ordenado el Eterno, todos los primogénitos de los hijos
de Israel. |
Y eran todos los varones
primogénitos, por la cuenta de los nombres, de edad de
un mes para arriba, según los que fueron contados de
ellos, veintidós mil doscientos setenta y tres. |
Y habló el Eterno a Moisés,
diciendo: |
Toma a los levitas en lugar de
todos los primogénitos de entre los hijos de Israel, y
los ganados de los levitas en lugar de los primogénitos
de sus ganados. Y los
levitas serán míos; Yo soy el Eterno. |
Y respecto a los doscientos
setenta y tres que han de ser redimidos, los que de
entre los primogénitos de Israel exceden del número de
los levitas, |
tomarás cinco siclos de cada uno
por cabeza; según el siclo del santuario los tomarás, a
veinte gueras el siclo; |
y darán a Aarón y a sus hijos la
plata, como redención de los que exceden de ellos. |
Y tomó Moisés la plata del
rescate de los que excedieron de los redimidos por los
levitas; |
de parte de los primogénitos de
los hijos de Israel tomó la plata, mil trescientos
sesenta y cinco siclos, en siclos del santuario. |
Y dio Moisés la plata de los
redimidos a Aarón y a sus hijos, por mandato del Eterno;
como había ordenado el Eterno a Moisés. |
|
Formad el censo de los hijos de Kehat de entre los hijos de Leví, por sus familias, por sus casas paternas, |
de edad de treinta años para
arriba hasta la edad de cincuenta años, todos los que
entran en el servicio sagrado para servir en la tienda
de asignación. |
Este será el oficio de los hijos
de Kehat en la tienda de asignación, santidad de
santidades. |
Y vendrán Aarón y sus hijos al
levantarse el campamento, y harán bajar el velo y
cubrirán con él el arca del testimonio. |
Y pondrán sobre ésta una cubierta
de pieles de tájash, y extenderán por encima de ella un
paño todo de lana azul celeste, y colocarán sus varas. |
Y sobre la mesa de los panes de
la proposición, extenderán un paño de lana azul celeste,
y pondrán sobre éste los moldes, y los recipientes (para
el incienso puro), y las medias cañitas de separación, y
los soportes que han de servir de techo (para los
panes). |
Y extenderán sobre ellos un paño
de lana carmesí, y cubrirán éste con una cubierta de
pieles de tágash, y colocarán sus varas. |
Y tomarán un paño de lana azul
celeste y cubrirán el candelabro del alumbrado
juntamente con sus lámparas, y sus despabiladeras, y sus
palitas (para la ceniza), y todos los vasos para el
aceite con que le sirven. |
Y lo pondrán con todos sus
utensilios dentro de una cubierta de pieles de tájash, y
lo pondrán sobre las varas. |
Y sobre el altar de oro
extenderán un paño de lana azul celeste, y lo cubrirán
con una cubierta de pieles de tájash, y colocarán sus
varas. |
Y tomarán todos los utensilios
del servicio, con los cuales servirán en el interior del
santuario, y los pondrán en un paño de lana azul
celeste, y los cubrirán con una cubierta de pieles de
tájash, y los pondrán sobre las varas. |
Y quitarán las cenizas del altar (del holocausto), y extenderán sobre él un paño de lana púrpura; |
y pondrán sobre éste todos sus
utensilios con los cuales se sirven, o sea los braseros,
y los garfios, y las palas (para recoger la ceniza), y
los tazones; todos los utensilios del altar; y
extenderán sobre él una cubierta de pieles de tájash, y
colocarán |
Y cuando Aarón y sus hijos
hubieren acabado de cubrir el santuario y todos los
enseres del santuario al moverse el campamento, después
de esto se llegarán los hijos de Kehat para
transportarlos, mas no tocarán el santuario, no sea que
mueran. Estos son los objetos de la Tienda del
Tabernaculo que deberan transportar los descendientes de
Kehat. |
Y el cargo de Elazar, hijo de
Aarón el (sumo) sacerdote, será el aceite para el
alumbrado, y el incienso de especias, y la ofrenda
vegetal continua, y el aceite de la unción; a más de la
superintendencia de todo el Tabernáculo y de todo lo que
está en él, |
|
No hagáis que el linaje de la
tribu de las familias de los kehatitas sea desligado de
entre los demás levitas. |
Y esto haréis con ellos para que
vivan y no mueran, cuando se lleguen a las cosas
santísimas: Aarón y sus hijos vendrán y señalarán a cada
cual su propia tarea y su propia carga. |
Pero ellos no han de entrar para
ver cuándo se cubren las cosas santas, no sea que
mueran. |
|
Bendito seas
Tu oh Eterno nuestro Dios, Rey del Universo que nos
diste (Tu Torah), la Toráh de la Verdad, e implantaste
en nosotros la Vida Eterna. |
Bendito
seas, oh Eterno, que nos concediste la Toráh. (TODOS
DICEN AMEN) |
LECTURA DE LA HAFTARÁ
Bendito seas
Tú, Eterno Dios nuestro y Rey del Universo, que
escogiste buenos profetas y te complaciste en sus
palabras, que fueron enunciadas con verdad. |
Bendito seas
Tú, Eterno, que escogiste la Torah, a Moisés Tu siervo,
a Tu pueblo Israel y a profetas de la verdad y y de la
rectitud. |
|
Con todo, el número de los hijos
de Israel será como la arena del mar, que no puede ser
medida ni contada; y acontecerá que en el lugar donde se
les decía que "no sois Mi pueblo", se les dirá: "¡Hijos
del Dios vivo!" |
Y los hijos de Judá y los hijos
de Israel serán reunidos los unos con los otros, y
constituirán sobre sí un solo jefe (el rey Mesías; y
subirán desde la tierra (de su cautiverio), porque
grande será el día de la reunión de la simiente de
Israel. |
Vosotros, hijos de Judá y de
Benjamín, llamad a vuestros hermanos de las diez
restantes tribus, porque son mi pueblo como vosotros; y
a vuestras hermanas, esposas de ellos, porque de éstas
tendré piedad. |
Contended contra vuestra madre
(nación israelita), contended, porque ella no es mi
mujer ni Yo soy su marido. ¡Que aparte de ella sus
fornicaciones, y sus adulterios de entre sus pechos! |
no sea que Yo la despoje de sus
ropas dejándola desnuda, y la ponga tal como estaba en
el día que nació, y la haga como un desierto, y la torne
como una tierra árida, y la haga morir de sed; |
ni tampoco de sus hijos me
compadeceré, porque hijos de fornicaciones son. |
Pues su madre ha cometido
fornicación, y la que los concibió se ha portado
torpemente. Porque ella ha dicho: "Iré en pos de mis
amantes, los cuales me dan mi pan y mi agua, mi lana y
mi lino, mi aceite y mi bebida". |
Por tanto, he aquí que Yo cerco
tu camino con espinos, y a ella la cercaré con un seto,
de modo que no pueda hallar sus senderos. |
Y seguirá con empeño a sus
amantes, mas no los alcanzará, y los buscará, mas no los
hallará. Entonces dirá: "¡Me iré y volveré a mi primer
marido, puesto que entonces me iba mejor que ahora!" |
Porque ella no consideró que Yo
le daba el trigo y el mosto y el aceite; y que Yo le
multiplicaba la plata y el oro que ellos usaron para
Baal. |
Por tanto, volveré a quitarle mi
trigo a su tiempo, y mi mosto a su tiempo señalado; y
arrebataré mi lana y mi lino, que debieran cubrir su
desnudez. |
Ahora pues, descubriré su bajeza
a los ojos de sus amantes, y nadie la librará de mi
mano. |
Y haré cesar todo su gozo, sus
fiestas, sus novilunios y sus sábados, y todos sus días
solemnes. |
Y asolaré sus vides y sus
higueras, de las cuales ella decía: "Estas son mi
galardón, el cual me han dado mis amantes". De ellas
haré un bosque, y las bestias del campo las comerán. |
Y me acordaré del castigo que
ella merece por los días de los Baales en que les
quemaba incienso; cuando se engalanaba con sus arracadas
y sus joyas e iba en pos de sus amantes, y de Mí se
olvidaba, dice el Eterno. |
Por tanto, he aquí que Yo la
atraeré y la llevaré al desierto, y le hablaré a su
corazón. |
Y (trayéndola) desde allí, le
devolveré sus viñas (dirigentes); y el valle de Ajor (el
valle turbio del cautiverio será como puerta de
esperanza; y cantará allí como en los días de su
mocedad, y como en el día en que subió de la tierra de
Egipto. |
Y sucederá que en aquel día, dice
el Eterno, tú me llamarás "esposo querido", y no me
llamarás ya "mi marido". |
Porque quitaré de su boca los
nombres de los Baales, y sus nombres nunca más serán
mencionados sino con desprecio. |
En aquel día Yo haré por ellos
una alianza con las fieras del campo y con las aves del
cielo y con los reptiles de la tierra, y romperé el arco
y la espada y (acabaré con) la guerra en medio de la
tierra, y haré que mi pueblo repose en seguridad. |
Y te desposaré conmigo para
siempre, y te desposaré conmigo en justicia y en derecho
y en misericordia y en compasiones; |
y te desposaré conmigo en
fidelidad, y entonces llegarás a conocer al Eterno. |
|
Bendito seas Tú, Eterno, Dios
nuestro y Rey del Universo, fuerte de todos los mundos,
justo en todas las generaciones; Dios fiel, que dice y
obra, que promete y cumple, cuyas palabras son verdad y
justicia. |
Fiel eres Tú, Eterno, Dios
nuestro, y tus promesas son merecedoras de fe; ninguna
de Tus palabras dejará de cumplirse, porque Tú eres Dios
y Rey fiel (y piadoso). |
Bendito seas Tú, Eterno, Dios
fiel en todas tus palabras. -Amen |
Ten piedad de Sión, pues es el
hogar de nuestra vida, y salva a esa ciudad afligida de
espíritu, pronto y en nuestros días. |
Bendito seas Tú, Eterno, que
alegras a Sión en sus hijos. |
Alégranos, oh Eterno, Dios
nuestro, con la llegada de Elías, tu profeta y servidor,
y con el reinado de David tu ungido. Llegue pronto su advenimiento y haga regocijar nuestros
corazones. |
No permitas que extraños se
sienten en su trono, ni que otros hereden de su gloria,
pues por tu santo nombre le juraste que su luz jamás se
extinguirá. |
Bendito seas Tú, Eterno, Escudo
de David. |
NOTAS EXPLICATORIAS:
Resúmem de la Parashá
El libro de Bamidbar (En el desierto) se inicia con la orden de
Hashem de que Moshé tome un censo de todos los hombres mayores
de veinte años, con edad suficiente para el servicio.
El censo revela una suma de apenas por encima de 600.000
hombres. Los leviim se cuentan después, por separado, pues su
servicio es especial. Ellos serán los responsables de
transportar el Mishkán y sus accesorios, y de armarlos cuando la
nación acampe.
Las tribus de Israel, cada una con su bandera, se disponen
alrededor del Mishkán en cuatro secciones: al este, al sur, al
oeste, y al norte. Como se separa a Levi, la tribu de Yosef se
divide en Efraim y Menashe, para que haya cuatro grupos de tres
tribus cada uno. Cuando la nación viaja, marchan en una
formación parecida al modo en que acampan.
Se establece un intercambio formal entre los primogénitos y los
leviim, por el cual los leviim adoptan el rol que habrían
cumplido los primogénitos en el Mishkán, antes del pecado del
becerro de oro. El intercambio se realiza empleando todos los
22.000 leviim contados, a partir de un mes de edad en adelante,
si bien únicamente los leviim de edades entre 30 y 50 años
habrán de servir en el Mishkán. El resto de los primogénitos son
redimidos con plata, en una forma parecida a como se los redime
hoy en día. Los hijos de Levi se dividen en tres familias
principales: Gershon, Kehat y Merari (además de los kohanim, la
división especial de la familia de Kehat). Los hijos de Kehat
debían transportar la Menorá, la Mesa, el Altar y el Arca
Sagrada. A causa de su suprema santidad, el Arca y el Altar los
cubren solamente Aarón y sus hijos, antes de que los leviim los
preparen para la travesía.
"Y la Tienda de la Reunión viajaba en el campamento de Levi en
medio de los campamentos..." (2:17) Entra
a cualqueir sinagoga. ¿En qué lugar se encuentra la bimá, el
gran atril en el que se lee la Torá?
En el centro.
¿Por
qué no está a un costado?
Cuando los Hijos de Israel
viajaban por el desierto, la Tienda de la Reunión viajaba dentro
del campamento de Levi, que estaba justo en el centro del
campamento. La Tienda de la Reunión se encontraba allí debido a
que dentro de la Tienda de la Reunión estaba el Arón, el Arca
Sagrada donde se guardaba la Torá.
La Torá tiene que estar
en el centro. No está más cerca de una persona que de otra, ni
más lejos de una persona que de otra. Cualquier judío puede
estar tan cerca de la Torá como cualquier otro.
Del mismo
modo, el Arbol de la Vida estaba plantado en el centro del
Jardín del Edén. La Torá es llamada el Arbol de la Vida a
aquéllos que la sostienen. Las manijas con las que la asimos se
llaman "Etz ha Jaim", el Arbol de la Vida. Las manijas están en
el centro de cada uno de los rollos, así como el Arbol de la
Vida estaba en el centro del Jardín del Edén. Y la Torá es el
centro de la vida del judío. Si la mueve a un costado,
relegándola a ser un pasatiempo de fin de semana, pierde todo el
equilibrio y sentido de la vida. El materialismo enseguida se
encarga de llenar el vacío que quedó al dejar "a un lado" a la
Torá.
La Torá exige concentración. Debemos concentrarla en
el centro de nuestra vida. Pues ella es el corazón de nuestra
fe. Y así como del corazón surge la vida misma, por lo que su
sitio se encuentra en el centro del cuerpo, la Torá se
encontraba en el centro de los campamentos de Israel.
El
corazón bombea la sangre a todas las extremidades del cuerpo por
igual, sin descriminación, sustentando así a todos los miembros.
La Torá Sagrada bombea la fuerza vital del judaísmo a todos los
miembros del pueblo judío, sin descriminación, no importa
quiénes sean.
Jafetz Jaim
"Y Hashem le habló a Moshe en el desierto de Sinaí" (1:1)
El campamento del Camino de Yanowska
era simplemente una manera más de matar judíos. Los nazis (imaj
shemam) construían un camino que atravesaba Polonia, pero nadie
sabía cuál era el propósito principal: si terminar con el
camino, o terminar con los judíos. Sea como fuere, el segundo
propósito iba definitivamente mucho más rápido.
Una noche,
los aliados bombardearon el camino. Los judíos, pura carne y
huesos, se acurrucaron en sus literas mientras cientos de
toneladas de TNT explotaban a su alrededor.
Por un gran
milagro, nadie resultó herido. Sin embargo, con el camino fue
otra historia. Al final del bombardeo, el camino parecía más
bien la superficie de la luna, repleto cráteres de todos los
tamaños.
Los nazis, imaj shemam, quer[a1]ían "divertirse un
rato". Gritando y vociferando, ordenaron que los judíos salieran
del escondite. En el helado invierno polaco, los hicieron correr
descalzos por el camino, hasta el cráter más grande.¡Eh,
ustedes, judíos, no les vendría mal un poco de ejercicio! Uno
por uno van a saltar este cráter. Si lo pueden saltar, pueden
volver a la cama. Pero si se caen en el cráter, les vamos a
disparar con ametralladora, hasta que caigan muertos. ¿No es
cierto que va a ser divertido?"
La quietud de la noche se
vio interrumpida por el quebradizo sonido de la ametralladora y
los últimos gritos de un judío santo que se despedía de este
mundo.
En aquella silenciosa fila del destino, se encontraba
un gigante del alma, el Bluzhever Rebe, zatzal. Y detrás de él,
había un joven que había perdido su fe a causa de los tormentos
de la guerra.
El joven le dijo al Rebe: "¿Por qué tenemos
que servir de entretenimiento a estos cerdos sádicos? Cuando
llegue mi turno, no voy a saltar. Que me disparen aquí donde
estoy. Yo no les voy a servir de entretenimiento. ¡Yo no voy a
actuar para ellos como un perro!". Silenciosamente, el Rebe le
respondió: "Querido amigo. ¡Qué valioso regalo nos dio el
Creador! Nos dio el máximo regalo que se le puede dar a alguien:
el regalo de la vida. Pero nos lo dio con una condición: que no
se lo devolvamos. Sino que El Mismo ha de venir a buscarlo.
Cada segundo de nuestra vida es invalorable. Siempre que esté en
nuestras manos seguir viviendo, debemos aferrarnos a la vida con
todo nuestro poder. Si saltamos y llegamos al otro lado,
habremos honrado el regalo que El nos dio. Y si saltamos y nos
caemos, llegaremos al otro mundo apenas unos pocos segundos
después que si nos hubiéramos negado a saltar".
Y llegó el
momento de la verdad. El Bluzhever Rebe se paró en la boca del
abismo. Reuniendo la poca fuerza que quedaba en su frágil
cuerpo, cerró los ojos. Al joven le pareció que apareció una
sonrisa en el rostro angelical del Rebe. Como si hubiera
reconocido a un viejo amigo. El Rebe dio unos pasos atrás y
entonces saltó hacia la oscuridad.
El Bluzhever abrió los
ojos. Estaba del otro lado. Unos segundos más tarde, el joven
aterrizó junto a él.
"¿De dónde sacó la fuerza para
cruzar?", preguntó el joven.
"Justo antes de saltar, vi una
visión de mi zeide ("abuelo", en yidish). Frente a él estaba el
padre de él y el zeide de él y todos los santos judíos a través
de las generaciones, hasta llegar a Moshe Rabeinu, a Abraham
Avinu. Todos esos judíos que cumplieron con nuestra sagrada Torá
inclusive cuando les costó la vida.
Vi que mi zeide saltaba
el cráter frente a mí. Yo extendí las manos y me aferré a los
faldones de su saco. Y él me asió y me cruzó al otro lado".
Los dos se quedaron en silencio unos instantes. Por fin, el Rebe
dijo: "¿Te puedo hacer una pregunta?" El joven asintió. "Yo
entiendo como crucé yo, pero cómo hiciste tú para cruzar?"
El joven hizo una pausa antes de responder: "Yo iba colgado de
sus faldones".
¿De dónde proviene este poder de "aferrarnos
a los faldones" de nuestros antepasados?
La Torá fue dada en
Fuego, en Agua, y en el Desierto.
Por intermedio de Abraham
Avinu recibimos la Torá en Fuego. Abraham pasó por el horno
ardiente de Ur Kasdim para no negar a Hashem. El es el padre del
pueblo judío. El progenitor. En el Mar Rojo, el pueblo judío, en
tanto que nación, pasó la dura prueba del Agua. El ejército
egipcio estaba determinado a arrojarlos al mar. Ante la orden de
Hashem, toda la nación saltó al agua, y el mar se partió.
Y
al que diga que se trató de un mero instante de valentía, que se
fije en el tercer hecho que selló la capacidad de abnegación del
pueblo: cuando fueron tras Moshe en la vastedad del desierto,
sin comida, sin agua, sin más que una promesa de un alimento
milagroso proveniente del cielo, y sin más compañía que
serpientes y escorpiones.
Esas tres duras pruebas, en el
Fuego, en el Agua y en el Desierto, fueron las que sembraron en
los genes espirituales del pueblo judío la capacidad de
abnegación y el amor por la Torá, que son los que nos
permitieron conservar nuestra sagrada Torá y nuestra fe.
Aferrándonos a los faldones de nuestros zeides (abuelos)...
Midrash Rabá, Rabí Meir Shapiro en Maianá shel Torá;
Rabí Mendel Weinbaj
|
|
Familias
En estas páginas vemos que los
israelitas conservaron su distribución en tribus y familias, y
que la permanencia en Egipto no motivó una degeneración moral o
mixtura, como debería haber acontecido por las consecuencias
naturales. Según el Midrash, la conservación de la pureza
familiar, de los nombres y de la lengua, fueron las tres causas
por las cuales los israelitas fueron redimidos de Egipto. Por
estas tres causas pudieron crear una cultura propia a través de
las generaciones, conservando inalterablemente la máxima
institución del judaísmo: la familia. Ningún decreto, ningún
tirano logró abatir el mundo judío, que se encuentra resguardado
por la frontera de la pureza de la mishpajá (familia). Es por
esto por lo que Bilam (Balaam), el más espiritual de los
profetas antisemitas, al observar la santidad del hogar
israelita se expresó así: "¡Cuán bellas son tus tiendas, oh
Jacob, tus habitaciones, oh Israel!" (Números 24, 5).
|
Y tú encarga a los
levitas el cuidado del Tabernáculo del
testimonio, con todos sus utensilios y todo lo que le
pertenece; ellos llevarán el tabernáculo y todos sus
utensilios, y ellos servirán en él; y acamparán
alrededor del Tabernáculo. |
Tabernáculo
Los levitas fueron
instituidos cromo adjuntos y servidores de los cohanim
(sacerdotes). Su misión principal era la de guardar todos los
objetos y utensilios de la tienda de asignación, y servir a las
necesidades del Tabernáculo (Números 3, 7-9). Aarón el sumo
sacerdote, era de la tribu Leví; por eso sus descendientes son
dominados frecuentemente en la Torah como hacohanim-haleviyim
(los sacerdotes - levitas). Los otros miembros de la tribu de
Leví son simplemente levitas; los levitas servían desde la edad
de treinta años hasta los cuarenta (números 4, 1-3 y 47). Había
también un período de aprendizaje para ellos, de los veinticinco
años hasta los treinta, y un servicio auxiliar después de los
cincuenta años (Números 8, 23-26). En la época del rey David, el
límite de edad mínima para el servicio de los levitas fue
reducido a veinte años (Crónicas 23, 24 y 27). Esta medida se
aplicó también en la época de la constitución del segundo Templo
(Esdrás 3, 8).
|
Los hijos de Israel acamparán cada cual
junto a su propio estandarte, bajo la insignia de la
casa de sus padres; dando frente a la tienda de
asignación, acamparán a su alrededor. |
Acamparán
Este capítulo relata el
orden de los campamentos y de las marchas del ejército de
Moisés. El Midrash (Yalcut 685) escribe que el patriarca Jacob,
antes de morir, dio él mismo las últimas instrucciones de cómo
debían realizarse sus funerales, y designó a cada uno de sus
hijos el lugar que ocuparía alrededor del ataúd. Fue así como
Moisés, inspirado en aquellas indicaciones del patriarca, marcó
a cada tribu la posición de su campamento. El centro de reunión
de las tropas era la tienda de asignación, guardada por los
levitas. La morada de Dios simbolizaba los principios morales de
los israelitas y el reinado de Dios sobre la tierra. Eran
combatientes todos los hombres sanos de veinte a cincuenta años.
A dos mil codos de distancia de la tienda de asignación,
alrededor de ésta, en el lado de oriente, ondeaba el estandarte
de Judá, amparando a otras dos tribus, la de Isajar y Zebulón;
sus colores correspondían al de las piedras del pectoral en
relación a cada tribu, y llevaba esta inscripción: "Revélate, oh
Dios, para que sean dispersados tus enemigos; y huyan ante él
los que te aborrecen" (Números 10, 35).
|
Los del estandarte del
campamento de Dan estarán al norte según sus
huestes, siendo el príncipe de los hijos de Dan,
Ajiezer, hijo de Ammishadday; |
Norte
Las tribus de Rubén, Simón
y Gad, ocupaban el lado sur. Su estandarte era igualmente
tricolor, de acuerdo con las piedras del pectoral, y llevaba
esta célebre frase de la Torah (Deuteronomio 6, 4): "Oye,
Israel: el Eterno es nuestro Dios, el Eterno es uno" (Yalcut
685).Al oeste estaba plantado el estandarte de Efraín, de Manasé
y de Benjamín, y llevaba esta inscripción: "La nube del Eterno
estaba sobre ellos de día, cuando partían del campamento"
(Números 10, 34). Finalmente, el estandarte de Dan, Asher y
Naftalí ondeaba al norte con estas palabras escritas en Números
10, 36: "Y cuando posaba el Arca (Moisés) decía: Reposa, oh
Eterno, entre las decenas de miles de millares de Israel"
(Yalcut 685).
|
Diciendo
En la palabra lemor (para decir) se
halla una notable y trascendental idea. Todos los preceptos de
la Torah fueron dados al hombre, lemor (para decir). La entrega
del precepto obliga a su transmisión de una generación a otra, y
esto es posible si existe una verdadera pureza y fidelidad
familiar. El primer versículo del capítulo 3 dice: "Y éstas son
las generaciones de Aarón y de Moisés", pero en realidad enumera
solamente a los hijos de Aarón (versículo 3) y no se menciona en
absoluto a los hijos de Moisés. Esta es la explicación que nos
da el Midrash: Habiendo sido los hijos de Aarón discípulos de
Moisés, la Torah los considera como si fueran sus propíos hijos,
puesto que "el que instruye al hijo de su semejante, tiene tanto
mérito como el que lo hizo nacer" (Rashí, versículo 1). Si el
padre le da la vida física, el maestro le proporciona la vida
espiritual, y le enseña los medios y las razones para vivir. El
Talmud coloca al maestro, en ciertos casos, por encima de los
padres, "pues los padres dan a la criatura la vida en este
mundo, pero el maestro le guía para la vida en un mundo
superior" (Baba Kama 2, 11). Por consiguiente, instruir a los
alumnos equivale a procrear hijos (Yalcut 688).
|
Y el principal entre los
príncipes de los levitas será Elazar, hijo de Aarón el (sumo) sacerdote, el cual tendrá la superintendencia de los que
hacen la guardia del santuario. |
Elazar hijo de Aaron
El mismo Elazar descendía de la familia de los kehatitas por
parte de su padre Aarón y de su abuelo Amram.
|
|
Varones primogénitos
La misión sagrada del servicio del Tabernáculo fue confiada a
la tribu de Leví, retirándola de los primogénitos del pueblo de
Israel, pues éstos se habían profanado adorando al becerro de
oro. Fue así como se compensó a la tribu de Leví por su
fidelidad a Dios en aquellos días nefastos. Igualmente vemos la
misión sacerdotal confiada a la familia de Aarón, confirmada y
tornada perpetua como recompensa por la fidelidad de Pinejás,
nieto de Aarón, en ocasión en que el pueblo cometía
abominaciones e idolatría (ver Números 15, 10-13).Esta situación
moralmente elevada de los levitas, recordaba a los hijos de
Israel la defección del pueblo en el pecado del becerro de oro,
símbolo y germen de sus infidelidades posteriores, pues nuestros
sabios dicen que cada pecado de Israel deriva del pecado del
becerro de oro.
|
Formad el censo de los hijos de Kehat de entre los hijos de Leví, por sus familias, por sus casas paternas, |
Hijos de Kehat
Estos tuvieron prioridad sobre los hijos de Guereshón, a pesar
de que Kehat era menor que aquél, quizá por ser parientes más
próximos de Moisés y Aarón (ver Éxodo 6, 16-20); pero el Midrash
atribuye la razón de ello a la superioridad intelectual de los
kehatitas (ver comentario subsiguiente). Las doce tribus estaban
divididas en cuatro grupos de tres tribus cada una, e instaladas
a los cuatro lados del Tabernáculo, teniendo a éste en el
centro. Esta disposición indicaba que el centro de la vida
israelita estaba en el santuario. El santuario mostraba la
presencia de Dios entre el pueblo. Los israelitas, aun estando
en guerra, no se apoyaban únicamente en la fuerza física, sino
especialmente en la fuerza espiritual. En otro lugar (Éxodo 18,
8) vemos a Moisés durante la guerra con los amalekitas levantar
sus manos hacia el cielo. A este propósito pregunta el Midrash:
"¿Acaso las manos de Moisés causaban la victoria o la derrota?
No; es que cuando los israelitas elevaban sus corazones al Dios
Altísimo, vencían, y cuando lo apartaban de El, eran derrotados"
(Yalcut 264).
|
Y quitarán las cenizas del altar (del holocausto), y extenderán sobre él un paño de lana púrpura; |
Cenizas del altar (del holocausto)
Pero sin apagar el fuego de él, puesto que no estaba permitido
hacerlo. Con todo, el precepto de mantener el fuego perpetuo en
el altar (ver Levíticos 6, 6) parece haber sido cumplido en el
Templo de Jerusalem y no durante el período de la travesía del
desierto.
Comentarios a la Haftará
Hoshea 2:1 - 22
"Y será en el lugar donde se dijere de ellos: 'Vosotros no sois
Mi pueblo', se les dirá: 'Los hijos del Dios viviente'" (2:1)
La historia del pueblo judío
demuestra que específicamente en las tierras en las que fueron
oprimidos y separados en guetos, precisamente allí prosperó la
vida judía.
Irónicamente, allí donde recibieron
aceptación y habitaron cómodos con igualdad de derechos, allí
tuvo lugar el flagelo de la asimilación y la desaparición del
judaísmo.
El holocausto espiritual ha provocado una
hemorragia que arrasó con los miembros del cuerpo del pueblo
judío.
El profeta Hoshea nos enseña que "será en el
lugar que se les dirá 'No sois Mi pueblo', vale decir,
específicamente en aquellos lugares en que los judíos serán
rechazados y se los considerará seres inferiores, "se os dirá:
'hijos del Dios viviente'", vale decir, allí ocurrirá que
conservaréis muy bien vuestra fuente, la Torá, hasta que sea
obvio y evidente que son "los hijos del Dios viviente".
Bikurei Aviv
Extraídos de la Etica de los Padres, que se
suele estudiar en los Shabats del verano.
"La envidia, la pasión y el honor sacan a la persona de este
mundo"
Rabí Eliezer Hakapar (AVOT 4:2)
Esta
advertencia respecto de los elementos autodestructores se
corresponde con la que pronunció Rabí Yehoshua (Avot 2:11),
cuando dice: "el mal ojo, la mala inclinación y el odio al
prójimo sacan a la persona de este mundo". La envidia a las
demás personas es producto del "mal ojo", que no está satisfecho
con lo que tiene, mientras que la pasión es el instrumento de la
mala inclinación. Pero ¿cuál es la simetría entre la codicia de
honor y el odio al prójimo?
Una explicación posible
es que no hay nada que la gente odie tanto como la persona que
busca el honor, y aunque lo adulen por afuera, en lo profundo
del corazón lo odian.
Otra respuesta posible es que
la búsqueda del honor inevitablemente conduce a la persona a
odiar a los demás, cuando ellos no le dispensan el honor que él
piensa que se merece.
PROMESAS DE HASHEM
|
mas el que
se gloria, gloríese de esto: en que me entiende y me
conoce a Mí, que Yo soy el Eterno que hago misericordia,
juicio y justicia en la tierra, porque en estas cosas me
complazco, dice el Eterno. |
Escrito y Recopilado por: Rabino Yaakov
Asher Sinclair de
la Organización Ohr Somayach de Israel y Monsey
SEA PARTE DE ESTE PROYECTO JUDEO-HISPANO